El tratamiento de residuos sólidos en Panamá

VERDADES Y SOLUCIONES

Por: José Luis Arenas López

El 2020 y lo que va del presente año, han puesto de cabeza al mundo; empezando por una pandemia que no ha podido ser controlada y que además se ha complicado con la nueva Variante Delta cobrando millones de vidas humanas; el Cambio Climático, el cual registró en 2020 como el año más caluroso en la historia; las Tensiones Diplomáticas entre los EE UU y China quienes se enfrascaron en una guerra comercial poniendo en jaque al resto del mundo; en este año se ha dado otro gran problema mundial: el Punto de Inflexión Cibernética, con un control cibernético difícil de mantener; la Crisis Financiera provocada por Turquía por la solución de Ankara; por otro lado, aunque contradictoria pero severa, la Baja producción de petróleo en Medio Oriente hizo que disminuyera el flujo de efectivo debilitándose sus economías; por supuesto, la escasa capacidad de los países de américa latina para enfrentar la pandemia teniendo a México y Brasil como los peor sembrados ante el problema.

Ante estos escenarios, se ha dejado de observar un problema inminente; el nivel de crecimiento de los desechos que se producen a nivel mundial se ha acelerado en los últimos años, problema al que ningún país ha dado una solución adecuada; aunado a esto, la pandemia por COVID-19 ha impactado de forma trascendental el sector sanitario de todo el mundo, pero principalmente aquellos países que no contaban con una gestión sólida en el manejo de sus residuos. Los residuos peligrosos biológicos infecciosos (RPBI) son aquellos desechos generados durante los servicios de atención médica que contengan agentes biológico-infecciosos y que puedan causar efectos nocivos a la salud y al ambiente.

Sin embargo, también son residuos desechables como batas, gorras, cubrebocas y guantes que se generan en casa y centros de trabajo; es por ello que es urge una gestión en materia sanitaria, no solo para disminuir la cantidad de basura que se ha generado en esta pandemia por COVID-19, sino también para evitar la contaminación cruzada de los agentes biológico-infecciosos con el resto de los desechos generados por el hombre que puedan provocar una catástrofe mayor.

Según datos del Banco Mundial, cada año se recolectan 11,200 Millones de Toneladas de residuos sólidos, de estos, la desintegración de proporción orgánica contribuye el 5% de la emisión de gases de efecto invernadero en el mundo. Por ejemplo, en 2020 en México se produjeron 120,128 Toneladas de residuos al día; por otra parte, Panamá es uno de los países que más basura genera, en promedio entre 1.5 y 2 Kg. diarios por persona, esta situación no solo afecta a las áreas urbanas, en un informe emitido por Naciones Unidas para el medio ambiente, se calculó que por año Panamá descarga al mar 102,229 Toneladas de basura, esto con tan solo casi 4.3 Millones de Habitantes. 

Uno de los grandes problemas que enfrenta Panamá en 2021 radica en la recolección de la basura, ya que la flotilla activa es escasa, ya sea por falta de unidades o por falta de mantenimiento de las existentes; otro problema aún más significativo es el tratamiento y disposición de la basura, esto ocasionado por la escasa capacidad instalada en los Vertederos, problema que se ha convertido en un problema de salud pública, por manejar a cielo abierto estas grandes cantidades de basura sin tratar, afectando ríos, lagunas y el mar mismo en todo el país incluyendo la  capital.

Para este año, el gobierno contempla un proyecto de inversión para la compra de refacciones, suministros y piezas que le permita recuperar la flota dañada, reparar los centros de transferencia, llevar a cabo la clausura de vertederos y la activación de los centros de saneamiento; sin embargo, estas acciones no serán suficientes para dar solución inmediata al problema que no ha sido atendido ni resulto en tantos años.

Aunado a estos problemas, el relleno sanitario del Cerro del Patacón, recibe dos millones de toneladas de desechos al día y es catalogado como un desastre ambiental y sanitario derivado del modelo de gestión de desechos, poniendo en peligro al medio ambiente por la contaminación de los recursos naturales y la salud pública. 

Sin embargo, no todo está perdido, el “Programa Basura Cero” está basado en la definición de un objetivo general ligado a 4 grandes componentes y 14 objetivos específicos con sus respectivos resultados esperados y metas. Cada objetivo incluye acciones y proyectos propuestos que en la medida de lo posible serán integrados dentro de la elaboración del presente PMGIRS. El objetivo general del programa es:

“Reducir la disposición de residuos a través de la implementación de las llamadas 3 erres (reducir, reutilizar y reciclar) mediante programas de sensibilización, infraestructura, normatividad y economía de mercado con el fin de contribuir a la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de Panamá”; teniendo como principales metas: Reducción de los volúmenes de residuos generados en al menos un 10% per cápita hasta el 2021; Reducción de los volúmenes de residuos generados en al menos un 30% per cápita al final del programa; Como mínimo el 50% de los materiales reciclables tienen como destino su reutilización o reciclaje; Reducción de costos de logística y del manejo de la basura en el vertedero en al menos un 20%.

En las últimas semanas un grupo de especialistas mexicanos, están haciendo llegar propuestas integrales de un mejor tratamiento, uso y aprovechamiento de los residuos sólidos en Panamá; este proyecto se basa en la implementación de buenas prácticas como una adecuada clasificación de los residuos sólidos en criterios ambientales, reales en posibilidad de tratamiento y disposición de los mismos; efectivar la recolección de residuos desde el hogar y la industria hacer una clasificación adecuada ocupando contenedores de transporte efectivos y específicos; establecer criterios de acopio relacionados con el manejo posterior al residuo en cuanto a volúmenes o modos de acopio que preserven su calidad y el medio ambiente; mejorar el acondicionamiento de los residuos en los lugares de acopio, manteniendo clasificadores de los residuos; contar con una flotilla de transporte de residuos en buen estado, con capacidad de cinco metros cúbicos o más, entre otras.

Pero la cereza del pastel se encuentra en la instalación de una Planta Tratadora de Residuos Sólidos que ayude a resolver el problema de raíz en un tiempo record; éstas Plantas llevan a cabo trabajos de recepción, con un adecuado almacenamiento y barrido de residuos, clasificación y un efectivo tratamiento de los residuos sólidos urbanos, el cual, además, incluye un sistema de combustión controlada que beneficie el aprovechamiento energético, con todo ello una apropiada disposición final de los RR SS, así mismo establecer una eficiente gestión administrativa y financiera, en consecuencia sensibilizar a la  población en la implementación de adecuadas prácticas. 

La instalación de la Planta de Tratamiento de los Residuos Sólidos, contiene un método completo y definitivo, dada su capacidad para recibir gran cantidad y variedad de residuos sólidos, además implica una selección previa de los residuos y el reciclaje de muchos materiales, con lo anterior se generarán nuevas fuentes de empleos con personal altamente capacitado, finalmente, permite recuperar y dar valor a terrenos que se consideran improductivos. Un eje rector de la instalación de la Planta de Tratamiento es el impulsar la mejora en la salud pública y en el medio ambiente, al reducir los desechos en las calles y al mantenerlas limpias, se evita la proliferación de moscas, ratas y otras plagas que podrían contaminar e impactar directamente en la salud de la población.

En conclusión, Panamá tiene otra opción para enfrentar la guerra contra la basura de manera efectiva, ya que este grupo de especialistas mexicanos proponen con su proyecto, eficientar las 4R del Tratamiento de los Residuos Sólidos: Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar; al ser un proyecto integral no solo se trata de la instalación de una Planta Tratadora, también se habla de la capacitación y desarrollo de la personas involucradas en el proyecto, de igual forma la implementación de protocolos de calidad y aseguramiento de la misma, aprovechando la basura como un recurso capaz de ser útil en la creación de productos alternos amables con el medio ambiente, aprovechables para la sociedad no solo en su uso seguro, también activando y mejorando la economía, ya que permitirá un mayor flujo de efectivo porque en consecuencia, se abrirán nuevas fuentes de empleo y una gama ampliamente diversificada de opciones de autoempleo o empleos consolidados.

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