Un liderazgo resiliente para una era sin precedentes

“El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo miré el pasado o el presente se perderá el futuro.” John F. Kennedy

Estamos sin duda en una era sin precedentes. Vivimos hoy día la crisis que la pandemia ha generado para los seres humanos, no sólo a nivel personal sino también en el mundo de las empresas. Pero aparte de este problema de salud mundial, le consulté a unos colegas ¿qué nos ha traído la pandemia?

Las respuestas fueron diversas, pero coincidieron en algunas que rescato: teletrabajo, cambio, servicio a domicilio, reuniones virtuales, soluciones de almacenamiento en la nube, implementación de soluciones digitales, automatización de procesos, compras online y transformación, entre otras. La noticia es que todo esto llegó para quedarse, pues sin duda la era digital se vio forzada a implementarse con la cuarentena en la que entramos la mayoría de los países.

Pero, ¿qué hicieron los líderes de las empresas frente a esta crisis?

Lo primero es que no estuvo permitido paralizarse, había que activarse y pensar en la continuidad de los negocios apoyándose en la tecnología.

Lo segundo, los líderes exitosos fueron proactivos y respondieron ante lo ocurrido de manera rápida para poder recuperar el negocio con iniciativa, ideando, desarrollando e implementando soluciones o estrategias con agilidad.

Por último, le tocó crecer, avanzar, prosperar. Es decir, tocó reestructurarse, revisar procesos orientados a la digitalización y contar con una visión de futuro para establecer nuevas estrategias.

Pero, ¿cómo logras todo esto, si no eres un líder resiliente? ¿Nacemos resilientes o podemos hacernos resilientes?

Para contestar éstas preguntas antes repasemos rápidamente ¿qué es la resiliencia?

Según el Diccionario de la Real Academia Española es la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”.

Por otra parte, Wikipedia lo define como “la capacidad para adaptarse levemente con resultados positivos frente a situaciones adversas”.

Por tanto, un líder resiliente considero debe ser aquel que tiene esa facilidad o flexibilidad para sobreponerse a situaciones complicadas o que sobrepasan sus expectativas y límites y salir airoso de ellas.

Ahora bien, el líder resiliente en una era sin precedente, debe enfocarse en dos puntos importantes: las personas y el equipo.

Cuando se enfoca en el individuo debe preocuparse por sus necesidades. Validando sentimientos y temas más personales, por ejemplo: ¿Te sientes cómodo teletrabajando? ¿Cuántas horas estás trabajando? ¿Cómo planeas organizar tu día? Es crucial apoyarlos a pesar de las circunstancias.

Es necesario empatizar con ellos y ver que no se excedan en las horas de trabajo, pues esto ocasiona cansancio y, a su vez, errores que traen más desgaste. Si es necesario trabajar con ellos para que creen una disciplina de trabajo y bloquear horas específicas para trabajar.

Ser compasivo es imperativo para el líder resiliente, y entender las necesidades más urgentes. Se han presentado suspensiones de contrato, reducción de horas e incluso familiares enfermos o hasta la perdida de seres queridos. Mostrar compasión en estos momentos es vital.

Hay que tener y manifestar la confianza en los talentos de esas personas, pues al validarlos les das seguridad, autoconfianza y motivación.

Tomar en cuenta también que hay personas que siempre han sido muy resilientes y ante cualquier cambio se adaptaban con facilidad, pero más que nada, se tomaba control de la situación de inmediato. Con la pandemia ese control se pierde y el individuo puede llegar a paralizarse. Entender que en este momento su reacción puede ser distinta y apoyarlo es de un líder resiliente.

Pero no sólo debemos ver el individuo, debemos también ver el equipo en su conjunto y como es la resiliencia del mismo. En este punto recomendamos el coaching para levantar un inventario de la resiliencia del equipo que puede permitirle al líder ver:

  • Experiencias positivas
  • Retos y desafíos que enfrente con la nueva realidad
  • Oportunidades de aprendizaje
  • Cómo ven el futuro.

Controlando los miedos y ansiedades de los miembros del equipo, creando soluciones a los problemas y evitando la visión angosta que muchas veces se tiene ante la adversidad, es como el líder resiliente saca adelante ese equipo.

Resumiendo, el líder resiliente debe:

  • Ser genuino, honesto, auténtico.
  • Primeramente, debe estabilizar al equipo.
  • Aceptar lo que está sucediendo y afrontar la realidad.
  • Tomar acción basándose en la información que se tiene, aunque no esté completa.
  • Comunicar lo que sabe y lo que no sabe, pero siempre con un enfoque positivo.
  • Colaborar con otros equipos de trabajo con cultura ágil, que le permita rápidamente ofrecer un mínimo producto viable, tomar en cuenta la retroalimentación y pivotar para ofrecer rápidamente una solución o respuesta.
  • Es momento de formarse y aprovechar esas oportunidades de crecimiento.
  • Por último, enfocarse en el futuro, con nuevos negocios, modelos o respuestas.

El líder resiliente debe ser uno que procure la transformación más que el cambio. Pues con la transformación se logra tomar lo que hoy existe y hacer algo nuevo o distinto. Implica avanzar.

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