Nos fue re bien con la pandemia. 72,000 víctimas y contando

En diciembre del 2019 el mundo empezó una nueva era, el brote de un nuevo virus ocurrió en Wuhan, China, el COVID 19 o coronavirus SARS Cov2; por ello se emitió una alerta para que todos los países del mundo tomaran las precauciones necesarias de prevención; el 13 de enero se registró el primer caso de contagio fuera de China.

En México, la irresponsabilidad para enfrentar la crisis sanitaria ha sido un distintivo del gobierno federal, diversos eventos y ocurrencias del jefe del ejecutivo, así como, la falta de seriedad han puesto a nuestro país en el cuarto lugar a nivel mundial en número de víctimas, por ejemplo, el 26 de febrero, el jefe del ejecutivo autorizó el atraco al crucero Meraviglia en Cozumel del cual se tenía sospecha que llevaba a bordo pasajeros posiblemente contagiados del SARS Cov2, argumentando sería un acto inhumano no permitirle el arribo, mientras que en otros países el cierre de fronteras formaba parte de los protocolos de seguridad; el 27 de febrero se confirmó el primer caso de contagio a lo que el presidente comento en su acostumbrada mañanera: “Tenemos que atender el asunto, pero no exagerar” minimizando el problema de forma desfachatada; el 28 de febrero el presidente decía “Serenos, tranquilos, tenemos la capacidad para enfrentar esta situación” además de hacer de la crisis sanitaria un problema personal o hacía su movimiento mencionando: “Hay quienes quisieran que nos fuese mal”

Otra ocurrencia del presidente tuvo lugar el 10 de marzo cuando comentó que: “Los conservadores me echarían la culpa también del coronavirus”; situación que hoy por hoy es real, ya que las acciones para la atención del problema han sido insuficientes; fue hasta el 16 de marzo que se tomó la decisión de suspender todo evento masivo en la CDMX y para el 18 de marzo se anunció el primer caso mortal por COVID 19, con ello, el 23 de marzo se dio inicio a la Jornada de Sana distancia, y el 24 de marzo se activó la Fase 2 en todo el país, en esas fecha ya había 367 personas con COVID-19 y cuatro fallecidos; el 30 de marzo se catalogó al COVID-19 en México como emergencia sanitaria; cuatro meses después del anuncio del descubrimiento de la alerta del nuevo virus.

El 2 de abril, el presidente se negó a cancelar las “mañaneras” pese a la pandemia, a lo que  dijo: “No, brincos dieran”; posterior al anuncio de la “sana distancia” por Hugo López-Gatell, el presidente declaró: “Miren, lo del coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar… hay que abrazarse, no pasa nada” y no solo eso, aseguro que: “. . . el 19 de abril vamos a salir de la pandemia, vamos a salir de la gravedad” mientras miraba a un desconcertado López Gattel que tuvo que intervenir para hacer las aclaraciones correspondientes; en esa mañanera quedo clara la desinformación y poco interés del presidente hacia un problema que no solo era grave, ya estaba fuera de control; en ese misma conferencia, refirió que la llamada oposición parlamentaria busca desprestigiarlo y tituló estos tiempos como “temporada de zopilotes”; más allá de esto, su frase más recordada de ese día fue la que enunció inmediatamente después al referirse a la cuarta transformación de la vida política de México: “…por eso vamos a salir fortalecidos, o sea, que nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación de México”; otro dicho desfavorable fue el 23 de abril, donde el presidente anunció: “. . .Vamos bien, se ha podido domar la pandemia”

Un evento más, es la ridícula y pobre actuación del subsecretario López Gattel, quien desde el 04 mayo y así cada semana, viene anunciando el pico de la pandemia y su descenso, para ese entonces ya habían registrados 2,771 víctimas y en contraste, lo dicho por el presidente donde indica que ya se está aplanando la curva de la pandemia y no solo eso, esquivando su responsabilidad, sigue acusando a la corrupción y al régimen anterior, siendo incapaz de enfrentar el problema de manera efectiva; con lo anterior, las estrategias del gobierno han sido poco efectivas y oportunas, donde cada día escuchamos a un López Gattel hablar más como político que como médico, más preocupado por cuidar su imagen y la del presidente, mismo que se encuentra ya desgastado y rebasado por la pandemia; así, entre afirmaciones y datos falsos, López Gattel, el 04 de junio dio una de sus más cuestionadas y desatinadas conferencias, en esa fecha, México llegaba a las 12,545 víctimas y él aseguraba: “estamos en el descenso de la curva, donde podemos tener en este descenso otras 2000 o 3000 . . . el  mínimo eran 6000 . . . otro escenario de 8000 y otro de 12500 y teníamos así hasta 28,000 que se redondea a los 30,000, incluso un escenario muy catastrófico que podría llegar a 60,000 víctimas”, Una noticia terrible para México se anunció el 1 de julio, ya que habíamos superado a España en número de víctimas, llegando a 28,510; más rápido que aprisa, el 12 de julio, México superaría a Italia con 35,006 víctimas y posterior a ello, el 31 de julio superaríamos a Inglaterra con 46,000 decesos, todos estos movimientos en tan solo un mes; hoy México ocupa el cuarto lugar en victimas por COVID 19 en el mundo, situación que el presidente celebra diciendo: “. . . Somos de los países del mundo que mejor nos fue con la pandemia”; como era de esperarse, la cifra catastrófica se alcanzó el 22 de agosto ante un presidente optimista que no dejaba de presumir una estrategia sanitaria exitosa; estrategia que se ha desplomado a todo lo que da, ya que el mayor número de decesos han ocurrido en la Secretaria de Salud con un 51.6% del total de las víctimas contra un 2.9% de decesos en hospitales privados; 29.9% en el IMSS, 4.4% en el ISSSTE, 3.6% en el hogar y 7.6% en otros; hoy con más de 72000 víctimas, el presidente asegura que la estrategia es la correcta y que ya se está aplanando la curva.

Ante estos resultados, no hay nada que celebrar, la comparación entre los países que anteceden a México son de mayor población; mientras que México tiene una población cercana a los 130 MDH, la India tiene diez veces más habitantes con 1,380 MDH y con 83,230 decesos, es decir, 11,552 víctimas más que México; Brasil 213 MDH y 134,174 decesos, con una diferencia de 62,496 víctimas y EE UU 332 MDH y 201,281 víctimas con una diferencia con México de 129,603 decesos; como se muestra, no hay nada que celebrar; Rusia es el país más similar en población a México con 146 MDH, tan solo 17 MDH más que nuestro país, sin embargo, hoy registra 18,917 muertes por COVID 19, 52,271 menos que México; habrá quien diga que los datos de Rusia son falsos, de igual forma, se dice que los datos federales en México, también son falsos y hoy se calculan más de 200,00 decesos por COVID 19.

El 28 de junio, la Revista Asesores publico el artículo “Como anillo al dedo”, una verdad evidenciada del mal manejo de la pandemia en nuestro país; del oportunismo desatado y permitido por el gobierno y con la generación de negocios aprovechando la crisis, negocios de gente muy cercana al presidente, quien en campaña aseguró terminar con estos actos de corrupción; la pandemia no solo es la crisis sanitaria, son todos los efectos secundarios en los diferentes sectores del país, en el sector privado, cierre de empresas, con ello, pérdida de empleos y crisis económica; en el sector público, un PEMEX perfilado a la quiebra, gasolinas cada vez más caras, conflictos entre las Entidades Federativas con el gobierno Federal, lo anterior reflejado en un intento de rompimiento del Pacto Fiscal y recientemente con la salida de diez Gobernadores de la CONAGO, todos estos efectos parecieran ser ajenos a la pandemia, pero al hacer un análisis más profundo, podemos visualizar que muchos de los grandes problemas que vive México, son consecuencia de una pandemia mal manejada, de una pandemia minimizada, de una pandemia que le vino como anillo al dedo a un presidente más preocupado en seguir haciendo campaña y ocupado en las elecciones del 2021, que en enfrentar con políticas públicas efectivas la situación y atender de manera responsable cada uno de los sectores afectados, hoy México no solo enfrenta a un COVID 19, también enfrenta un gran problema que se encuentra en la misma solución, porque la solución desafortunadamente no es el presidente que gobierna.

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