LA IMPORTANCIA DE TU NOTARIO DIRECTO

SELENE CABRERA GARCÍA
PRESIDENTA DEL CONSEJO DE NOTARIOS DEL ESTADO DE TLAXCALA

La historia del notariado desde Egipto y Roma, con figuras como SCRIBA, NOTARII, TABELION, hasta llegar a México en las primeras leyes formales del notariado expedidas por Maximiliano de Habsburgo en 1865 y Porfirio Díaz el 19 de diciembre de 1901, nos remonta a visualizar que el vínculo del notario con los ciudadanos y diversas autoridades de distintos actos, siempre fue realizado de forma personalísima, si bien es cierto que desde la antigüedad se realizan algunos actos notariales ante la presencia de testigos, también es cierto que ello no impedía que siempre fuese de forma directa ante el Fedatario Público, sin ninguna clase de intermediario.

En el México del siglo XXI, y en plena pandemia, se ha decretado que la función notarial es una actividad esencial, en virtud del papel que juega en la vida económica y dado que la misión del notario es otorgar certeza jurídica en los diversos actos que protocoliza y de los cuales da fe. Sin embargo, en mi opinión, como notarios hemos tenido un decaimiento debido a la creciente y constante intermediación de gestores e incluso de abogados quienes no cuentan con la experiencia o los estudios especializados en derecho notarial. Recordemos que el Notario Público es un especialista de derecho privado, civil, familiar, mercantil etc, pero sobre todo en derecho notarial.

El notariado mexicano es un gremio unido y generoso que no ha tenido empacho en permitir existan intermediarios entre él y la sociedad, ya que en honor a la verdad a veces facilita nuestro trabajo cuando el cliente es bien asesorado. Considero que esto ha permitido conductas abusivas y hasta posiblemente delictivas por parte de los gestores o abogados, aunque desde luego no en todos los casos, pero que se llega a dar en el día a día en nuestras oficinas; aprovechando indebidamente la confianza otorgada, estos personajes asesoran de forma poco o nada ética e irresponsable a los usuarios de nuestros servicios, además de hacer cobros excesivos, desproporcionados e injustificados, exhibiendo al notario a la vista de la sociedad como una persona sin escrúpulos y ambicioso, que cobra altos honorarios y que, además, se conduce con lentitud en la tramitación de los asuntos. 

Todos sabemos el efecto que producen los intermediarios en cualquier producto o servicio, siempre van a encarecer y elevar los costos finales en perjuicio del beneficiario o interesado que paga por ello.

El notariado mexicano quiere estar cada vez está más cerca de la ciudadanía; aún en pandemia la mayoría de los notarios del país han dejado abiertas sus oficinas y han seguido en contacto con la gente, cuidando de los espacios e infraestructura necesaria para protección de ellos, del personal de trabajo que los asiste y de sus clientes. Entonces está más que claro que el notario actual sigue haciendo un trabajo cercano a la gente, lo cual nos lleva a cuestionarnos lo siguiente: ¿Por qué no asistir directamente al notario público de tu elección, y dejar que de forma directa o por medio de su personal de confianza te asesore y te lleve de la mano hasta la entrega de tu escritura? También es cierto que algunos notarios del país han permitido esta mala práctica de tener en su mayoría gestores externos no aptos en la materia, que son quienes llevan los clientes al notario, en lugar de incentivar “Tu notario directo”, y trabajar en los medios de publicidad necesarios a efecto de que sea el usuario o el cliente quien llegue directo a las oficinas del notario público de su elección. En lo personal me ha tocado pillar a intermediarios que cobran por un acto hasta el triple de lo que el notario cobra de honorarios y su única gran hazaña fue llevar al cliente a la notaría, sin hacer ningún tipo de trámite ni siquiera de gestoría.

Ahora bien, existen abogados o profesionales en la materia notarial, que son honestos, estudiados y están capacitados; que son una parte muy importante de la vida activa del notariado en el país, ya que suman a que los notarios tengamos más trabajo y otorguemos nuestros servicios de forma eficiente y puntual.

A manera de resumir mi idea y de aprovechar este espacio, invito a la ciudadanía y a los notarios del país a no incentivar la errónea idea de que el notario público es inalcanzable, inaccesible y con ello, en suma, carísimo. Los notarios en su mayoría siempre estamos atentos a las necesidades de asesorías de nuestros clientes y deseamos hoy más que nunca, elevar nuestra cartera de clientes DIRECTOS. “Entre hermanos dos testigos y un notario”

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