Design Thinking: Un nuevo enfoque para la creatividad e innovación

Por: Marco Antonio Hernández López


Cuando una persona necesita algún producto o servicio, quiere que alguien se lo brinde en el menor tiempo y costo posible. De ahí la importancia de tener la capacidad de escuchar y hacer las preguntas clave para entender las necesidades reales de los clientes, para que juntos, puedan pensar en cómo desarrollar y aplicar soluciones creativas e innovadoras a un nivel eficiente y eficaz. Esta capacidad la ofrece Design Thinking a emprendimientos, negocios, empresa y a nivel personal.

Para este punto, te debes estar preguntando ¿Qué es el Design Thinking?

El Design Thinking es más que una metodología; es un enfoque de innovación orientado a personas y a desafíos complejos que se pretenden resolver. A diferencia de enfoques más tradicionales, el Design Thinking no se limita a resolver problemas de manera lineal, sino que adopta un enfoque iterativo y colaborativo que fomenta la cocreación, experimentación y el aprendizaje continuo. Además, favorece que las personas puedan explorar de forma segura alternativas diferentes. 

Si nos damos cuenta, es una forma de pensar, que es aplicable en el ámbito personal y profesional. El Design Thinking puede aplicarse en un escenario concreto para crear un nuevo producto o servicio, e incluso para modificar y mejorar uno existente. Pero su verdadero valor nace cuando no solo se aplica, sino cuando lo hacemos parte de nuestro ADN personal o profesional (emprendimiento, negocio, organización y/o área de trabajo) y es cuando nos convertimos en Design Thinkers; se tiene la capacidad de preguntarse el qué, para qué y el porqué de las cosas y de la realidad de nuestro entorno gravitante.

Características clave del Design Thinker

  • Empatía: Tiene la capacidad de ponerse en el lugar de los usuarios finales y comprender profundamente sus necesidades, deseos y desafíos.
  • Pensamiento Creativo: La capacidad de pensar, desarrollar y aplicar ideas innovadoras, que salgan de los límites convencionales para encontrar soluciones originales a los problemas.
  • Colaboración: La disposición para trabajar de manera colaborativa en equipos multidisciplinarios, aprovechando la diversidad de perspectivas para encontrar soluciones integrales.
  • Humildad y aprendizaje: Es un facilitador y un conducto para la exploración de alternativas innovadoras a problemas de los clientes, pero no quien cree tener la única y mejor la solución, sino que busca generar un proceso iterativo.
  • Acción, acción, acción y más acción: Tiene la capacidad de pasar de la estrategia y a la ejecución de manera ágil, eficiente y eficaz, buscando generar resultados de alto impacto que adoptan una mentalidad centrada en las personas, para abordar desafíos diversos en cualquier contexto.

Proceso de Design Thinking

El primer ingrediente para iniciar el proceso es más simple de lo que parece, y es la curiosidad genuina: es una forma de pensar y observar como la que tienen las niñas y niños, que los conduce a una actitud y empatía de asombro en lo que integra el entorno. Además, se deben tomar estos cuatro simples pasos: 

  1. Define: Identifica el problema específico que deseas e investiga a fondo las necesidades y deseos de los usuarios involucrados; así podrás definir claramente el objetivo y los criterios de éxito para el producto o servicio.
  2. Idea: Desarrolla y aplica ideas creativas y disruptivas para resolver el problema identificado. Lo anterior, lo puedes hacer mediante sesiones de lluvia de ideas y con la finalidad de explorar nuevas perspectivas.
  3. Prototipa: Selecciona las ideas más prometedoras y conviértelas en prototipos simples pero efectivos. Es decir, crea prototipos que sean flexibles como para permitir modificaciones y mejoras basadas en el feedback del usuario.
  4. Aprende: Busca buenas prácticas, escucha y analiza los resultados de las pruebas para iterar y mejorar los prototipos.

Por último, es importante mencionar que Design Thinking es una herramienta invaluable para impulsar el progreso y generar impacto positivo en un servicio o producto centrado en las necesidades de los clientes. Además, representa un enfoque innovador y holístico para la creatividad. 

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