Ser un líder: ¿Sueño imposible o una oportunidad para todos?

Por: Sergio Morales Zaldívar

A lo largo de la historia podemos identificar aquellos personajes que influyeron en la vida de muchas personas a través de su filosofía y su visión, así como a través de alguna empresa o producto innovador o también, a través de servir a otros o a través de una lucha por el bienestar de toda una generación y por ello, los llamamos líderes.

Hoy en día, en un mundo tan conectado, tan globalizado y con tanta información nueva cada segundo y además con tanta tecnología y productos a nuestro alcance, pareciera que ser un líder o convertirse en uno es una tarea titánica. 

Con la llegada de la era de la información y todos los cambios que trajo consigo, tenemos la oportunidad de obtener mucha información a través de la historia de aquellos líderes que forjaron un camino y un prestigio, impactando positivamente la vida de muchas personas, incluso después de su muerte, su legado sigue permanente. Pero no solo eso, podemos aprender qué errores cometieron y también que grandes lecciones podemos aplicar en nuestra vida diaria, ya que el liderazgo no solo se limita a nuestro rol dentro de un negocio o empresa, va más allá, en nuestra faceta personal, familiar y social, y todo esto, para llegar a ser un líder. 

Desde la óptica de expertos en el tema, trabajar para llegar a ser considerado un líder es una tarea para siempre, es decir, tener una mentalidad de mejora todos los días, pero, además, la única manera que existe de hacer de este mundo algo mejor es, precisamente, convirtiéndonos en líderes.

Los paradigmas del liderazgo

Muchas personas e incluso organizaciones afirman que ser un líder es solamente un tipo de persona o un perfil que cumple únicamente con diversos criterios, lo que encapsula la definición de liderazgo y al cometer ese error, limitamos el propio concepto.

En una mayoría, se asegura que ser un líder únicamente es un beneficio que está reservado para algunos cuantos individuos, por ejemplo:

• Para las personas que están en la parte más alta de una empresa (gerentes, directores o miembros de algún consejo).
• Para aquellas personas que tienen miles o millones de seguidores en alguna red social.
• Para aquellos que ya tienen fama o son conocidos nacional o internacionalmente como cantantes, artistas o deportistas.
• Para aquellas personas que cuentan con las habilidades para hablar en público o que tienen la habilidad de socializar muy desarrollada.

También, la mayoría de los individuos que aspira a ser un líder en algún aspecto lo ven como una tarea imposible o un cuento de nunca acabar, debido a que los paradigmas en torno a este tema, ocasiona que se confunda, lo que verdaderamente es ser un líder.

John Maxwell, el mayor exponente de liderazgo a nivel mundial y escritor de decenas de libros relacionados con el liderazgo, confirma que ser un líder va más allá del puesto de trabajo, la cantidad de seguidores que una persona tiene o va más allá de sus habilidades actuales, para él, el liderazgo tiene que ver con la capacidad personal de influir positivamente en la vida de otros.  

Lo anterior, pareciera algo muy simple, pero al reflexionar sobre cómo poder influir en otros, el concepto se maximiza. 

Para ser un verdadero líder debemos preguntarnos lo siguiente: ¿Cómo puedo mejorar la vida de otras personas?

Y las respuestas a esta pregunta son infinitas porque podemos mejorar o influir en la vida de alguien a través de nuestras experiencias, nuestros errores del pasado, nuestro trabajo, el estilo de vida que llevamos o el producto que vendemos.

La regla más importante del liderazgo

La congruencia es la pieza más importante de este tema, en un mundo donde la mayoría de las personas promueve una imagen errónea de quién es en sus redes sociales, y en donde nos hacen ver que el éxito – sin importar de qué tipo – es un trabajo que toma sólo cinco días, la congruencia es la clave.

¿Cómo nos atreveríamos a hablar de un tema que no conocemos?, ¿cómo le puedo enseñar algo a alguien sin saberlo primero? 

Definitivamente, en la actualidad la mejor manera de impactar a otros es a través de la verdad y la congruencia.

Esta regla es lo que diferencia a los líderes de los jefes, es la clave de un equipo de trabajo que funciona a la perfección y de las empresas que son fieles a su visión y su misión.

Cómo comienza la transformación hacia el liderazgo

Al comienzo de cualquier actividad nueva en nuestra vida, lo más importante es comenzar como pequeñas acciones que nos permitan tener pequeños resultados diarios, y lo mismo aplica en el liderazgo, iniciar con pequeñas acciones que nos permitan mejorar un poco cada día con el fin de que detonemos el efecto bola de nieve positivo en esta cuestión. 

El comenzar a comportarse como un líder radica en las cuestiones mínimas e intangibles y así mismo en las cosas que pareciera que no tendrán una relevancia mínima; el desarrollo de líderes gira en torno a la congruencia, pero también en la actitud de cada persona.

Algunas de las características más importantes del liderazgo son:

• La actitud es uno de los recursos más importantes de todos aquellos que aspiren a ser líderes, una actitud positiva -no optimismo ficticio- permite a las personas observar áreas de oportunidad, pero también poder multiplicar aquellas fortalezas y talentos tanto personales como de otros individuos.
• La responsabilidad es fundamental, ya que entre más pronto entendamos que los resultados que obtenemos son exclusivamente responsabilidad nuestra, no es culpa del gobierno en turno, de la situación global, de la crisis o de algún otro factor externo a nosotros mismos.

Podemos ahorrarnos horas de trabajo enfocadas en quejarnos o culpar a otros, si asimilamos que todo aquello que nos acontece, es de una manera u otra responsabilidad personal; la gran lección de esto es que el control de nuestras decisiones diarias está en nuestro dominio total y eso nos permite encontrar todo aquello en lo que podemos mejorar. 

• El aprendizaje constante es algo que los líderes comprenden muy bien, un día sin aprender algo nuevo o sin invertir en desarrollo personal o en alguna habilidad empresarial es un día perdido en la búsqueda de ser un líder. 

Los líderes comprenden que, para enseñar a otros, primero hay que aprender y practicar y eso los coloca en una posición de influencia y de congruencia.

El aprendizaje constante no solo les permite conocer cada vez más acerca de diferentes temas, sino que eleva la atracción hacia otras personas en un nivel intelectual, social o empresarial.

En conclusión, si usted desea mejorar sus habilidades de liderazgo y por ende, de influencia, en este momento tiene la mejor oportunidad de comenzar a hacerlo, ya que hay una necesidad máxima de líderes en la sociedad, de individuos que no solamente deseen tener menos problemas, sino que deseen ser más sabios y tener mejores habilidades.

Todos podemos ser alguien a quien seguir, y todo comienza cuando asumimos la responsabilidad de nuestras decisiones y nuestros actos, sobre todo, cuando nadie nos está viendo.

“La clave para un liderazgo exitoso es la influencia, no la autoridad”. – Kenneth H. Blanchard