PUNTO DE QUIEBRE:
Japón, China y Corea del Norte unidos contra Trump
Por: Dr. José Luis Arenas López
La historia ha registrado hechos terribles cometidos por dictadores y dirigentes populistas, en momentos más contemporáneos, los aranceles impuestos por EE UU no solo a México y Canadá sino al resto del mundo son el más claro ejemplo de la ineptitud, la arbitrariedad y los caprichos de quien gobierna al país vecino.
Desde el primer ajuste arancelario fue claro que los países y sus empresas que exportan productos a EE UU no serían los afectados, fue claro identificar que las empresas y los consumidores finales en ese país pagarían el “sobreprecio” impuesto por Trump; las empresas estadounidenses resintieron los efectos del incremento de los insumos, materiales, componentes e incluso productos terminados que les servían como parte de la cadena de suministro y de las líneas de producción.
Los países con gobiernos populistas han dejado en claro que la tendencia con sus políticas es llegar a la dictadura, sus gobernantes con tintes despóticos y autócratas dejan sin opción de opinión a quienes fungen desde la asesoría gubernamental, muestran oídos sordos y amnesia selectiva dejando el libre albedrío al tomador de decisiones sean o no inteligentes, absurdas o incluso aniquilantes.
La Revista Asesores ya había publicado en diferentes ediciones temas como la Desdolarización, la ruptura del SWIF, incluso El Impago de EE UU y los efectos del cambio climático en el sistema financiero internacional, siendo el país vecino el más afectado en cada una de las publicaciones; el Impago es quizá la nota más importante que refleja la realidad de EE UU, es decir, este país está quebrado, no tiene dinero, El impago es la forma como ese país define la ausencia de recursos financieros para hacer frente al gasto público y la necesidad de imprimir más dinero o endeudarse más.
La realidad actual es compleja, desde la forma abrupta de imponer aranceles a los productos de importación, los insultos vociferados por Trump a los gobiernos de los diferentes países en el mundo, incluyendo a sus principales acreedores han puesto el reloj en tiempo regresivo; es aquí en donde se debe poner mucha atención.
Haciendo un simple análisis del dinero norteamericano encontramos que los principales acreedores de EE UU son inversionistas de ese país, el cual incluye fondos de bonos, fondos de pensión privados, inversores minoristas, aseguradoras, hedge funds y empresas transformadoras con una suma acumulada de 8.74 billones de dólares; los bancos estadounidenses quienes acumulan 1.24 billones de dólares son también dignos de observar porque desde el 2015 no han dejado de comprar bonos del tesoro; la Reserva Federal tiene comprometido al gobierno de EE UU por 5 billones de dólares en deuda pública; los Fondos de Pensión pública es un acreedor silencioso y quizá uno muy peligroso con 6.11 billones de dólares.
Y es aquí donde las cosas se ponen aún más complejas, diferentes países del mundo poseen la cantidad de 7 billones de dólares en deuda de EE UU; China con 1.2 billones DD y Japón con 1.1 billones DD, lo que representa aproximadamente el 27% del total de la deuda en letras del Tesoro, notas y bonos en poder de países extranjeros.
Derivado de las presiones de EE UU con la imposición de aranceles a todos los países que le vendan cualquier tipo de producto y sin tiento ni inteligencia, continúa presionando al bloque asiático incluyendo a sus principales acreedores: China y Japón, adicional a ellos, Corea del Sur. Era lógico pensar que los gobiernos de los países afectados no se quedarían de brazos cruzados, por ello Japón de manera muy sutil anunció el uso o venta estratégica de los bonos del tesoro de EE UU contra la guerra arancelaria, estas mismas acciones las está llevando a cabo China lo que puede representar el inicio de la caída del Dólar y el Punto de Quiebre de EE UU.
Es importante destacar que no se trata de la venta de una fracción de Bonos, el anuncio indica que se trata de liquidar todos los bonos del tesoro, en otras palabras, dos países controlan 2.3 billones de dólares, con ello, se desplomará el dólar y las tasas de interés se irán a las nubes y como ya se indicó, quienes pagarán estos efectos son los ciudadanos con la alza en las tasas de interés en tarjetas de crédito, créditos hipotecarios, créditos de autos, sin dejar de lado los créditos personales y el pánico bursátil será inminente, por lo que la inflación se hará presente de manera inmediata teniendo efectos no solo en ese país sino a nivel mundial.
Entonces valdrá la pena ver como China, Japón y Corea de Sur le regresan sus palabras y amenazas a Trump, donde refirió que eran ellos quienes desean y les urge hacer un acuerdo con EE UU; estamos hablando no solo de acreedores, también son sus principales socios comerciales, países asiáticos en unión que se encuentran hablando entre ellos haciendo acuerdos y teniendo reuniones ministeriales iniciando la creación de nuevas alianzas sin EE UU y no porque estos países saquen a EE UU de las negociaciones, es EE UU quien se sale de las mismas, los efectos serán inmediatos en la reconfiguración de las cadenas de suministro no solo en Asia, en todo el mundo y es posible que en la fórmula no se encuentre EE UU.
El papel de Corea del Sur en este problema es crucial, la avanzada tecnología de este país tiene influencia en todo el mundo y es EE UU uno de sus principales clientes y no se habla de productos terminados, se habla de componentes, dispositivos semiconductores, poliacetales, circuitos integrados, neumáticos, entre otros con los que las empresas norteamericanas logran el producto final como autos, computadoras, celulares, entre otros.
Por su lado, China trató de competir con la imposición de aranceles a EE UU hasta que el país del dragón subastó fondos del tesoro norteamericano poniéndolo en jaque, es decir, es este el momento en que Estados Unidos necesita más de este dinero y de liquidez, consecuencia de sus actos y de su nueva realidad no logra conseguir préstamos y lo más irónico es que Japón quien era su principal aliado le ha negado el financiamiento.
Lo cierto es que en este problema global Trump no ve exactamente el comercio mundial como punto central, es el dólar el problema real, su caída es casi inminente, solo basta con mirar al Departamento del Tesoro que ya entró en pánico, a su vez empresas estadounidenses como Apple y Waltmart han tratado de encontrar cobijo en China con la compra de productos e insumos que EE UU ha encarecido, y con ello poder sobrevivir, estas acciones son estratégicas y cruciales no solo para estas empresas, sino para la gran mayoría que importa productos de Asia, el reto ahora es poder sobrevivir en las condiciones actuales y no llegar al cierre.
Es importante comprender que las cadenas de suministro de las empresas norteamericanas tienen dentro a China, Japón y Corea del Sur, sin ellos la crisis es el paso siguiente y el cierre el paso final; por ejemplo, Apple sin los suministros de China podría perder en este año 21 mil MDD y esto no es solo pérdida es la quiebra en sí; son cientos de empresas estadounidenses que se encuentran en alerta y migrando a países de centro y sur americanos para mudarse, en este proceso además, resulta obvio el cambio de dólares por Yuanes, un síntoma más que aumenta el Punto de Quiebre a Trump arrastrando hacia una crisis a la “primera potencia mundial”.
Como un balance final, basta con recordar que en el primer trimestre EE UU perdió 142 MMDD siendo un dato claro que define como inaceptables las políticas públicas de Trump, cuyos efectos se fijan en la reducción de gastos de productos no esenciales en la población de las clases media y baja, el 61% de esta población ha decidido disminuir sus gastos, estos grupos sociales no tienen miedo a la escases, tienen miedo a las decisiones de su presidente, además no consumen porque los precios de estos productos se han vuelto impagables y esto ha generado pánico porque adicional a ello, las fabricas pequeñas y medianas que carecen de insumos, para poder sobrevivir han iniciado el despido masivo de muchos trabajadores por lo que el efecto del desempleo traerá en consecuencia la falta de ingresos y sin ellos no hay consumo y sin consumo se detiene el ciclo productivo y el económico, dicho de otra forma, Estados Unidos está al borde de una recesión económica y ésta arrastrará a aquellos países que no se encuentren preparados o generando condiciones de comercio sin considerar a EE UU, la Unión Europea y Asia, estén esperando ofertas y es este el momento para unirse a quienes van a ganar la guerra comercial.