Paga el precio de ser novato.

Por: Marco Antonio Hernández López


En variadas ocasiones hemos escuchado el término zona de confort, es un tema muy sonado por la sociedad en general, casi todos suponen y dicen qué sigue después de salir de esa zona de confort (beneficios, reconocimiento y éxito). Pero no mencionan que nos convertimos en novatos y que se paga un precio para poder enfrentarse a escenarios de incertidumbre, riesgos y constantes cambios.

Enfrentarnos a nuevas situaciones sin experiencia y pensar en cosas inesperadas, es un detonante para el agobio, estrés y miedo a lo desconocido, a no saber cómo manejar situaciones y tener las cosas fuera de control. Pero no tiene que ser algo negativo convertirse en un novato, siempre y cuando se esté dispuesto a adaptarse y querer prosperar en entornos nuevos, complejos y difíciles. Así como aprender a resistir y superar la sensación de seguridad que te da el estancamiento para convertirse en novatos inteligentes que actúan y se vuelven verdaderos agentes de cambio en cualquier sector de la sociedad.

En mi experiencia personal y profesional, conocí y sigo conociendo el proceso y etapas del precio que se paga por ser novato, pero antes de iniciar, quiero mencionar que debemos ser conscientes de que nos vamos a enfrentar a nuevos retos difíciles, pero sin duda alguna conllevan nuevos conocimientos, lecciones y habilidades que forjan a un novato inteligente con liderazgo en el plano particular y colectivo:

  1. De maestro a novato.

Vamos a empezar aclarando a qué me refiero exactamente con la etapa “de maestro a novato” partiendo de la siguiente premisa. Imaginemos que llevamos 15 años dentro de una empresa y nuestro rol ha sido ser el o la responsable de reclutamiento, por el tiempo desempeñado se puede aducir que, nos encontramos cómodos, felices (o no), y seguros y tranquilos porque conocemos todo el proceso al derecho y al revés, es decir, somos maestros.

Siguiendo la premisa anterior, vamos a imaginar que se han dado cambios dentro de la institución y nos han ofrecido un puesto muy diferente al que ya conocemos: gerente de facturación. La empresa requiere que tomemos el puesto de manera inmediata, lo cual hacemos, pero nos enfrentamos a responsabilidades, herramientas y procesos diferentes, con un grado de complejidad alto, que nos quita la sensación de seguridad que daba el estancamiento, es decir, nos convertimos en novatos.

Es común que se tenga la tendencia a sentirse cómodo cuando todo en nuestro entorno está controlado, por el contrario, lo desconocido genera nerviosismo, estrés, miedo y ansiedad. Entonces es cuando pasamos de maestro a novato.

  1. Llegó el momento para adaptarse y reinventarse

En esta etapa, es importante cuestionarse y hacer ciertas preguntas clave para saber el norte de la situación actual: ¿realmente es tan malo pasar de maestro a novato?,  ¿qué hay y qué habrá detrás de los miedos?, ¿qué conocimientos y habilidades tengo y cuáles puedo utilizar para adaptarme a la situación actual? 

Cuando llega el momento de ser novato, también se presenta un escenario de grandes oportunidades para conocerse a uno mismo, porque exponerse ante situaciones de cambio hace que mejore el concepto que se tiene de uno mismo. Para dejarlo más claro, pensemos que lo desconocido es un impulso para ser creativos e innovadores, porque se vuelve a ver todo con una perspectiva de aprendiz y del que se adapta a lo que venga, sencillamente porque todo es nuevo y es una oportunidad para reinventarse.

  1. ¿Cómo se paga el precio de ser novato?

Aquí es apagar el piloto automático, es decir, pasar a un plano de ser conscientes de nuestros actos, hábitos, pensamientos, entornos y decisiones para permitir abrirnos a la experiencia de conocer y vivir nuevas situaciones. Claro, sin omitir el proceso de falla, error y cierto, que son factores que nos enrutan y estriban en el progreso, adaptabilidad y nuevos conocimientos para conseguir el éxito de los proyectos. 

Para este punto, pareciera claro que el precio a pagar lo define la situación o las nuevas circunstancias, pero la realidad no es así, por lo que surge la siguiente pregunta ¿cómo se paga el precio de serlo? Tú fijas el precio que quieres pagar y se hace al momento de aceptar o no tu realidad, así como decidir o no avanzar. Los errores y fallas deben formar parte de tu vida y no evitarlos, sino transformarlos en una curva de aprendizaje y mejora continua, son una forma de crecer, tomar más fuerza y aprender de los errores cometidos para generar resultados positivos y de alto impacto. 

  1. Proceso de iteración: Novato inteligente con liderazgo

Cuando decidimos ser conscientes y aceptamos ser novatos, viene una parte fundamental que une todas las etapas anteriores. Conocer y aplicar el proceso iterativo, se basa en elaborar, refinar y mejorar una idea, proyecto, producto o iniciativa, básicamente es un proceso que permite el desarrollo para crear, probar y hacer revisiones una y otra vez hasta (prueba y error) que se consiga o se cumpla con el objetivo planteado.

En un proceso iterativo, las personas trabajan para mejorar un proyecto, idea o servicio basado en comentarios o la obtención de información nueva. La clave de los procesos iterativos es que se trabaja a prueba y error, por lo tanto, la persona puede mejorar con el tiempo como resultado de estos cambios, lo que se traduce en un novato inteligente, que va a ejercer un liderazgo en su entorno social, impulsando la creatividad y el trabajo a un nivel estratégico que nos prepara frente a las dificultades para desarrollar las capacidades cognitivas que nos pongan a prueba. Además, tendremos un enfoque desde una perspectiva de un nuevo reto y no de una situación negativa.

Por último, si damos un paso al frente y decidimos enfrentarnos a nuevos escenarios, veremos que hay un mundo enorme a nuestro alrededor, en el cual pasan cosas extraordinarias. Paga el precio de ser novato, es mejor ahora que toda la vida.

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