Oswaldo Javier Sánchez Ibarra.
“Desde niño decidí ser jugador de fútbol. Mientras a mis amigos, los reyes magos les traía autopistas y carritos, yo siempre pedía balón y zapatos de fútbol, siempre tuve una pelota en los pies, soñando que podía ser un profesional del fútbol”. Nos narra este exjugador mexicano, cuya posición dentro de la cancha fue de guardameta, de ahí su apodo “San Oswaldo”.
Pero la idea clara de ser un profesional del balompié, llegó en la preparatoria, cuando fue invitado a jugar en un equipo de fuerzas básicas que tenía relación con la universidad de Guadalajara. Se empeñó en el entrenamiento y fue constante hasta debutar con el Atlas, en octubre de 1993.
“El fútbol en mi vida ha influido positivamente; soy de la idea de que un deportista, entre más profesional sea, es un delincuente menos en la calle”. Afortunado de que a pesar de nacer en un barrio humilde popular, en donde había mucha delincuencia, aunada a la drogadicción, Oswaldo Sánchez siempre tuvo claro que ese no sería su camino. Por ello, hoy en día se siente afortunado de haber sido futbolista profesional, seleccionado nacional y que ese haya sido su modo de vida.
Previsor en el retiro, actualmente se dedica a sus negocios relacionados con inversiones inmobiliarias y tiene una clínica de rehabilitación en la ciudad de Guadalajara. Su pasión por el deporte futbolístico, la desborda como analista en TUDN de Televisa deportes, por lo que comenta: “Estoy feliz porque ahí me sigo desarrollando como persona, como futbolista. Me doy cuenta que puedo demostrar que un deportista retirado, sigue estando activo en diferentes rubros y aspectos; en TUDN me siento contento porque me dejan ser yo, no me marcan ninguna línea y sigo aprendiendo día a día del fútbol”, concluye.