El 31 de marzo fue el último día para que las personas morales presentarán su declaración anual, esto ocurre en medio de una pandemia de dimensiones descomunales. Es claro que el principal problema que el Jefe del Ejecutivo ve a causa de esta pandemia es de salud, pero el desempleo y el cierre inminente de micro, pequeñas y medianas empresas es latente y técnicamente ya está ocurriendo, problema del que se hace caso omiso y pareciera no importar, al menos no al Gobierno Federal.
Ante esta situación, el Presidente permanece indiferente y muy al contrario de lo esperado, a través del Subsecretario de Salud, hace un llamado de apoyo a los empresarios en dos vertientes, el primero, a mantener la fuerza laboral, es decir, no generar despidos, propiciando el trabajo desde casa y mantener su paga completa durante 30 días; todo esto a través de la manipulación moral, es decir, utilizando palabras como “mostrar generosidad por parte de los empleadores” ó “la importancia de la solidaridad de los empresarios ante esta pandemia”; y el segundo, a presentar su declaración anual y con ello el pago de sus respectivos impuestos.
Si bien es cierto, el pasado 11 de febrero se aprobó la modificación al 28 Constitucional en prohibir la condonación de impuestos; también es cierto que hoy las circunstancias del país son muy diferentes a las de hace un mes, es urgente establecer una medida de apoyo fiscal y de servicios que den un respiro a los empresarios, la condonación del ISR y del ISN por 90 días, condonar el pago de luz por un periodo igual, así el agua y servicios de telefonía, entre otros. Con estas medidas, las empresas podrían enfrentar el pago de nómina a sus empleados y no poner en riesgo ni al trabajo ni a sus empresas.
Sin embargo, la mano dura del Ejecutivo y del SAT no es para todos, es claro que algunos grandes empresarios se han salido con la suya durante años en no pagar impuestos, Grupo Salinas es un claro ejemplo y no el único; desde el 2006 ha promovido diversos amparos que le permiten seguir sin pagar grandes cantidades al SAT, en por lo menos 14 mmdp, como consecuencia de ello, Salinas Pliego aumentó su fortuna en un 92% durante el 2018 y se coloca como el 3er hombre más rico de México con 11,100 mdd.