México en 2024 con la deuda externa más alta de la historia.
Por: José Luis Arenas López
¿Qué es la deuda externa? Se le conoce como el cúmulo de obligaciones que tiene un país con acreedores ajenos al país. Esta se integra de deuda pública y deuda privada; la deuda pública es la contraída por el Estado y las dependencias públicas; la deuda privada es la que contraen las empresas privadas y la sociedad misma.
Según palabras de AMLO, durante la toma de gobierno, mencionó que la deuda pública con Vicente Fox era de 1.7 billones de pesos y con Calderón, llegó a 5.2 billones de pesos. Al término del gobierno de Peña Nieto, la deuda externa era de 10 billones de pesos. En otro orden de ideas, a lo largo del actual sexenio, AMLO no se ha cansado de insistir que durante su gobierno no se ha adquirido más deuda.
La famosa frase: “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, se le atribuye a Joseph Goebbels; lo anterior como parte del control de la psicología social en la vieja Alemania. En México, el Presidente, los secretarios del gabinete y del gabinete ampliado, los gobernadores, dirigentes del gobierno actual, entre otros, repiten y repiten sin cansancio que esta administración no ha endeudado al país.
Lo cierto es que en el primer año de gobierno de esta administración, se adquirió una deuda de 0.71 billones de pesos; en 2020 también se adquirió deuda externa por 0.74 BDP; para el 2021 0.90 BDP; en 2022 en 1 BDP y para 2023, la deuda externa alcanzó un nivel récord: 1.23 BDP. Es muy importante hacer notar que las cantidades por año son independientes, es decir, la deuda por año es sumatoria y acumulable.
México enfrenta grandes problemas estructurales y económicos. La construcción del Tren Maya ha costado más caro de lo proyectado y ni siquiera está terminado; para el 2023 el costo había llegado a 515,000,762 MDP; para el 2024, necesitarán otros 120 MMDP, cuando el presupuesto inicial era de 156 MMDP. La Refinería Dos Bocas se había presupuestado en al menos 8 MMDD y a la fecha se proyecta un costo de entre 16 y 17 MMDD como proyecto inaugurado, y que a la fecha no ha refinado un solo galón de gasolina, presumiendo además que el costo podría llegar a los 22 MMDD. Por su lado, el AIFA no solo ha sido un gasto sin fondo, es incosteable, es decir, no genera los ingresos mínimos para sostener su operación. La Megafarmacia, un proyecto más sin control operativo y sin gasto justificado, ya que se prevén 248 millones de fármacos y al momento de su apertura, solo contaban con 15 mil medicamentos; apenas el .006% de su capacidad instalada.
Por todo lo anterior, para el 2024 la Cámara de Diputados autorizó la adquisición de deuda por 1.72 BDP, lo cual hará del 2024 el año con más adquisición de deuda por encima de los gobiernos de Peña Nieto, Calderón o Vicente Fox.
A finales del 2023, sin dar ningún tipo de aviso, el Presidente preparó la subasta de bono de deuda pública más grande no solo de este sexenio, sino de toda la historia moderna. El día 2 de enero de 2024 se llevó a cabo esta subasta, poniendo a México en primer lugar en la colocación de deuda pública en América Latina. A inicios de 2024, el gobierno federal colocó la módica cantidad de 7500 MDD en bonos de deuda pública entre bancos y particulares internacionales, dinero que, por supuesto, no es acreditable, ya que en la lógica presupuestaria, este tipo de bonos se emiten a principio de sexenio para enfrentar las promesas de campaña, por tanto, es incongruente esta emisión en el último año de gobierno. Por otra parte, no se ha informado en qué se gastará el dinero que se captará.
En resumen, la deuda pública para el 2024 será del 19.4% de los ingresos presupuestarios, cuando a inicio de este gobierno era apenas del 9.5%. De igual forma, la deuda autorizada para 2024 será 3.5 veces mayor que la de 2018; el costo de la deuda en el PIB para el 2024 será del 3.7%, cuando en 2023 fue de 3.4% del PIB y el 2022, del 2.8% del PIB.
Lo cierto es que la deuda externa ha explotado y que este gobierno es el que más daño le ha causado a México, todo encaminado a tratar de concluir las megaobras, mismas que siguen sin generar ingresos al país y ser sostenible por sí mismas. Lo real es que para el 2024, cada habitante en México tendrá una deuda de 126 mil 818 pesos.
