Materias novedosas para este nuevo ciclo escolar
Por: Silvino Vergara Nava
En los últimos días, hemos visto un incremento de arbitrariedades… Son protagonizados por personas egresadas de nuestras universidades, de nuestras facultades de derecho, que arrastran sus togas por el fango del servilismo más decadente… Eugenio Raúl Zaffaroni
Empezaron nuevos ciclos escolares en México, llevando el mismo orden que en Estados Unidos de América, pues en el resto de los países de Latinoamérica su ciclo escolar inicia en los primeros meses del año, como alguna vez sucedió en México hasta la década de los sesenta del siglo XX. Pero, este inicio de clases es excepcional, pudiera decirse que es muy especial, diferente a los de muchos inicios de ciclo escolar, pues se está rehabilitando las clases presenciales, después de la pandemia, de dos años de tanta incertidumbre, desde luego que, lo hace especial este inicio de clases, sin importar el grado académico.
Después de dos años de clases a distancia, se valora desde la academia las clases presenciales, se observa la importancia que tienen, el rendimiento escolar en este tipo de clases, por ello es que, este inicio escolar se hace sumamente especial. Pero, también es especial por lo que ha pasado en los últimos tiempos en México y desde luego, en el mundo. Resultan necesarias esas clases presenciales debido a que, la pandemia no nos cambió para bien, eso lo dicen todos los pensadores, filósofos, sociólogos de nuestro tiempo, que nos hizo más individualistas, más aislados de la sociedad, huraños, egoístas, etc. Eso que se decía que, iba a mejorar el ambiente de las sociedades lo vivido en la pandemia, es mero optimismo que no se pudo materializar, por ello es que, resulta tan importante regresar a las clases presenciales, a la convivencia con profesores y alumnos, a la presencia de padres de familia, e incluso, la repercusión que tiene desde la economía. Pues es evidente que en los periodos escolares la economía tiene mayor movilidad que en los tiempos vacacionales, lo cual pudiera también ser un paliativo para la destrozada economía en que nos encontramos actualmente.
Pero, adicionalmente, hace especial este inicio del ciclo escolar porque con lo vivido en los últimos tiempos, hace más urgente el cambio de educación que no se ha presentado con esta pretendida transformación, se ha insistido que una transformación efectiva y verdadera, iniciaba con la fiscal y seguía con la educativa o viceversa. Sin embargo, esto no ha sucedido, y por el tiempo que resta a esta administración pública federal no sucederá. Lo cierto es que, la experiencia que nos debe dejar todo lo que ha sucedido en los últimos cuatro años, es que la educación oficial, la educación meramente escolarizada, no es suficiente, es necesario dar y poner el extra, es indispensable una mejor educación, pero esta depende de los propios alumnos y de los padres de familia, de algunos profesores e instituciones educativas interesadas.
En resumen, después de la pandemia, es indiscutible que, así como hubo muertos, enfermos, empresas quebradas, desempleados, escuelas y universidades cerradas, que se calcula que fueron aproximadamente 14 000 por la pandemia en todo el territorio nacional, otra de las víctimas fue la educación.
Y esta realidad, lo que le hace falta adicionar, es lo que percibimos todos los días en las calles, plazas, mercados, oficinas del país, un aumento de inseguridad pública, desde luego la inseguridad jurídica, desempleo, altos índices de criminalidad, pero sobre todo corrupción. Algo que se ha tratado de esconder por el sistema oficial. Pero que, los ciudadanos de a pie lo percibimos con: suplantación de la identidad, robos, fraudes, incluso, abusos a los propios mayores de edad y jóvenes con los apoyos económicos que otorga el gobierno, pues basta con observar en los medios de comunicación que rutinariamente se publica que se hace uso de los nombres de las personas para cobrar esos apoyos, sin que estos desde luego estén enterados.
Atendiendo a esta realidad, es que resulta que las universidades, escuelas, instituciones educativas de cualquier nivel, hagan el esfuerzo por mejorar la educación. Incluso, impulsar materias no oficiales para los alumnos, que resultan indispensables, y no las que corresponden a otros idiomas, algunas instrucciones técnicas que si bien pueden servir y funcionar de herramientas para el desempeño posterior de las personas en su vida laboral.
Lo que se requiere es una educación más reflexiva, pensante, crítica, que pueda provocar mayor capacidad de análisis y de acción de los alumnos, pues con la pandemia se observa una pasividad generalizada de los alumnos, desde luego que siempre hay las honorables excepciones, pero el ambiente está colmado de esa pasividad de esa indiferencia que se debe buscar la forma de combatirlo. La razón es que, desafortunadamente, con lo que se ha vivido en los últimos años en el país, pareciera que en el ambiente generalizado se buscan y serían más atractivas desafortunadamente materias como: indiferencia, pasividad, corrupción, robo, desfalco, piratage, suplantación de la identidad, chicanas, como hacer trampa en las filas, etc. Por ello es que, debemos de poner mucha atención a este inicio de ciclo escolar, que es excepcional, pero insuficiente para la educación que México requiere.