Luis Roberto Alves dos Santos Gavranic “ZAGUE”

Seleccionado Nacional. Leyenda americanista. Campeón de Liga en las temporadas 1987-1988 y 1988-1989. Campeón de Campeones en los mismos años. Campeón Copa CONCACAF 1987, 1990 y 1992. Campeón Copa Interamericana 1991. Campeón Copa Oro. Premiado con la bota de oro en 1993.

Con la sangre brasileña corriéndole por las venas, no es difícil imaginar que el hijo de “el Lobo Solitario” desde una temprana niñez, tuviera una gran inclinación por el fútbol. 

Aunque su padre (q.e.p.d.) no lo obligó a jugar fútbol, su mundo desde pequeño, siempre estuvo rodeado de este deporte, y eso facilitó el tomar la decisión de seguir los pasos del que fuera su más grande ejemplo. Además de portar los mismos colores de la camiseta azulcrema del equipo que, antaño portara su padre.

El fútbol se convirtió en parte fundamental de su vida, “algo tan necesario, como el mismo oxígeno”, según sus propias palabras. Ahora, Zague ha hecho del fútbol, como del deporte en general, un estilo personal de vida, que trasciende en su día a día.  

Sin embargo, el tiempo que nada lo detiene, le hace escuchar las voces de la experiencia que como consejos de familia y de personas del medio, cercanas a él, le hacen ser consciente y tener una visión clara: “el fútbol no es eterno en tu vida, cuando te das cuenta de eso, empiezas a visualizar tu futuro, buscando otras proyecciones que te hacen incursionar en el mundo empresarial, llevando firme las riendas de esta nueva etapa”.

Habiendo sido uno de los máximos goleadores del balompié, en uno de los más importantes clubes de México, Zague deja un mensaje a las generaciones pujantes de jóvenes mexicanos:  “cada caso es individual, al igual que las circunstancias y el entorno; pero de todas formas yo creo que no se debe perder la ambición, al igual que las ganas de seguir creciendo y trascendiendo; no puedes quedarte estancado. Siempre busca nuevos horizontes, encuentra nuevos retos y desafíos donde sepas que, con las condiciones y tu capacidad puedes alcanzar otras metas. No dejes que factores externos o las circunstancias del mundo actual, sean los que te reten o te desafíen, sé tú quien genere esos desafíos en ti mismo”.

Con frases promisorias concluye, “No te quedes con los brazos cruzados, tienes que superarte y ponerte metas, a corto plazo, alcanzables en la medida que vayas dando pasos cortos, pero seguros. Fortalece la construcción de tí mismo. 

Hay un viejo refrán, que el otrora astro del Club América resalta: `Cada quien es arquitecto de su propio destino´, el cual, lo ha llevado en la actualidad y en su calidad de empresario a ser socio de los gimnasios Sport’s World, y desde hace más de veinte años, a consolidar su propio legado futbolístico, con su escuela de “Zague Soccer Club”, en pro de una juventud sana.

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