La reducción de la semana laboral es la “Uberización de la economía”

Por: Silvino Vergara Nava


Pareciera inminente la espera del debate legislativo de la reducción de la semana laboral en México, todo da a entender, que es parte de los temas principales del gobierno federal, más que otra cosa, por las presiones provenientes del nuevo tratado de libre comercio con los países de América del Norte, que es el T-MEC, pretendiendo que México no compita con los otros países únicamente por la ventaja de los salarios bajos y menores prestaciones laborales en comparación con Estado Unidos de América y Canadá.

Sin embargo, el problema es que se pudiera dar un efecto contrario en la contratación del personal en México cuando se apruebe esta reforma laboral, esto es que, en lugar de contratar personal como trabajador o empleado, se den otras figuras jurídicas diversas, lo cual es preocupante, atendiendo a que, después de la pandemia de 2020, es necesario recuperar los empleos que se perdieron y adicionalmente, crecer en las fuentes de empleo nuevas por todas las generaciones que están buscando oportunidades, y pareciera que con esta reforma laboral, en lugar que aumente el número de personas que se contraten, sucederá exactamente lo contrario, es decir, que se reduzca el número de empleados en las empresas, pero esto no es porque se haya eficientado el trabajo o los procesos laborales, sino porque cada día es un problema más de los centros de trabajo contar con trabajadores.

Precisamente, por esta serie de cargas que se han sumado a lo largo, particularmente, de esta administración pública federal a los patrones, es que, ahora estemos cada día más cerca de lo que se ha denominado como “uberización de la economía”, que consiste en que los empleos se transformen, como ha sucedido con el sistema como funcionan estos transportes de personas y de bienes.

En el caso de este tipo de actividad económica, en donde los conductores de los vehículos se han convertido en “empresarios”, es decir, ya no cuentan con un patrón, son su propio patrón y, en el plano de seguridad social, resulta más dramático, porque no cuentan con estos servicios, es en donde, cabe sostener que, este tipo de reformas que se han presentado a lo largo y ancho del país disminuirán considerablemente la planta trabajadora en nuestra nación.

Esta “uberización” de la economía se está provocando, porque cada día hay más obligaciones, cargas y restricciones en las relaciones laborales. Por esta sencilla razón es que, se prefiere contar con otras condiciones de trabajo por parte de las empresas y los patrones, para no comprometerse en una relación laboral. 

Esto no es solamente respecto a la actitud de las empresas mexicanas, sino que esto es parte de lo que ha sucedido desde el Tratado de Libre Comercio anterior, el TLCAN, que es claro que ese tratado permitió que México contara con una gran cantidad de empleos en las maquiladoras. En parte fue lo que dio origen a la subcontratación o lo que es mejor conocido como “outsourcing”, en donde se contratan a los empleados por medio de otras empresas o patrones, pero el trabajo y la actividad se lleva directamente con otro patrón, a lo que se ha denominado también como “terciarización” y que, con la reforma del día 23 de abril de 2021, se pretendió poner freno a este tipo de actividades, que ahora requieren de mayores requisitos y cuentan con más restricciones para el cumplimiento de sus obligaciones, pero lo que está sucediendo actualmente con la reducción de la semana laboral, no es otra cosa que parte de este fenómeno que se está viviendo a nivel mundial que es el “capitalismo financiero”, plenamente especulativo que, lo que menos le interesa es la contratación del personal, por el contrario hay que evitarlo.

Es indudable, que vino a ayudar en esta línea de desgracias laborales, lo que sucedió en los tiempos del covid-19, que por necesidad es que, se tuvo que iniciar en muchas de las empresas, el denominado “home-office”, lo cual para muchas empresas fue una verdadera bendición, porque con ello disminuyeron costos en rentas de oficinas, talleres, despachos, cambiando la relación laboral por contratación vía honorarios, o invitando a los empleados a que constituyeran sus propias empresas, y esto no es más que, una página de esas políticas económicas en el mundo que tanto se odian, pero que siguen viviendo que es el neoliberalismo, ya que uno de los elementos característicos de éste, es esa falta de interés por las relaciones laborales. Por ello, es que la “uberización de la economía”, se ha ido instalando poco a poco en la vida cotidiana.

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