La Importancia de una Educación Financiera desde la Niñez
Por: Jessica Silva Valencia
Toda educación comienza desde casa… En este artículo hablaré de la EDUCACIÓN FINANCIERA DESDE LA NIÑEZ, en qué consiste, por qué es importante y cómo transmitirla.
Así, educar a los niños desde una edad temprana es esencial, pues en los primeros años de vida es en donde se aprenden la mayoría de los conocimientos, tanto educativos como emocionales, que seguirán hasta la edad adulta. Por dicha razón, es el momento idóneo para que aprendan a gestionar sus finanzas y así, su relación con el dinero será mejor en el futuro.
Retomando los datos de Nacional Monte de Piedad y el ITAM en el 2020, arrojó que “… una tercera parte de la población tiene conocimientos deficientes sobre alfabetización financiera. De acuerdo con el documento, 67% de la población se encuentra en una situación crítica por tener rezagos en aspectos específicos de conocimiento, comportamiento, planeación y uso de los servicios financiero”.
Como consecuencia de lo anterior, es evidente que una educación financiera desde la niñez debe ser un elemento fundamental de su formación y debería ser parte de los planes de estudio, desde nivel preescolar.
¿En qué consiste la educación financiera?
La educación financiera comprende un conjunto de conocimientos que ayudan a entender cómo funciona el dinero en todos los niveles (individuo, familia y país).
¿Por qué es importante?
Para poder realizar una gestión correcta en las finanzas personales y evitar situaciones de endeudamiento en el futuro debido al desconocimiento.
¿Cómo se puede trasmitir una educación financiera?
La educación financiera no solamente depende de los conocimientos que adquieran en el colegio, sino también de lo que aprendan en casa. Es fundamental enseñarles estos cuatro conceptos básicos:
Ingresos: Suelen estar compuestos por un salario que se recibe por el trabajo que se realiza o por ingresos derivados de una actividad por cuenta propia.
Inversión: El ahorro, a su vez, ayuda a poder invertir en activos que generen una rentabilidad que nos ayude a superar periodos de crisis o que se puedan vender en el futuro una vez que hayan aumentado su valor.
Ahorro: El control de gastos nos permite ahorrar para poder hacer frente a imprevistos como gastos inesperados.
Gastos: Es importante que los gastos estén controlados y se encuentren por debajo de los ingresos, para poder ahorrar.
La educación financiera desde la niñez debe ser una parte fundamental, ya que el dinero está presente en casi todas las actividades que realizamos día a día, por lo que es importante educarlos financieramente para que sean consumidores responsables, mostrándoles la importancia de gestionar y ahorrar dinero.
Se puede adaptar el aprendizaje en función a la edad, es decir, en los niños más pequeños se les puede enseñar la importancia del dinero en su vida y cómo se gestiona adecuadamente. En los niños un poco más grandes que aprendan a planificar sus ingresos y gastos a corto y largo plazo, así como a analizar y entender los riesgos financieros.
Como recomendación, si tu hijo tiene menos de 10 años y quiere adquirir un juguete, lo que puedes hacer es proporcionarle una alcancía para que guarde ahí su dinero y cuando ya tenga el 50% ahorrado, tú lo ayudes con el resto.
De este modo, se sentirá más atraído en adquirir el hábito de ahorrar, ya que va a entender desde pequeño que, si no ahorra, será muy difícil conseguir sus metas a largo plazo.
Reitérale que no debe comprar productos y/ servicios por impulso, antes de tomar dicha decisión que se formule la siguiente pregunta: ¿Realmente lo necesita?
De este modo, pondrás en práctica enseñanzas sobre presupuesto personal, ahorro y control de gastos. La clave de esto es que los niños entiendan que a veces hay que esperar para adquirir algo por mucho que se quiera, porque existen prioridades.
De esto dependerá su tranquilidad para poder administrar correctamente el dinero y enfrentar el futuro de forma más estable y segura. La educación financiera empieza en casa.
