Jesús Ramón Ramírez Ceceña
Considerado uno de los mejores centrocampistas, Ramón Ramírez es recordado como uno de los mejores jugadores del Club Chivas de Guadalajara y de la Selección Mexicana en los mundiales de 1994 y 1998, celebrados en Estados Unidos y Francia respectivamente.
Su trayectoria consta de participaciones en dos copas del mundo, siendo campeón de la Copa Oro de 1993, 1996 y 1998, asimismo en la Copa Confederaciones de 1999. Reconocido de forma individual como máximo goleador de los juegos panamericanos del Caribe, mejor novato en la primera división de México, mejor jugador de la Copa Oro y Mejor Centrocampista de la Primera División Mexicana. Incursionó en el mundo técnico tras haber dirigido al Atlético Ensenada y es perteneciente a “Leyendas del Guadalajara”, quienes como exjugadores del Club Chivas del Guadalajara realizan conferencias, firmas de autógrafos y apoyan a instituciones de beneficencia.
Tras retirarse como jugador profesional de las canchas, el día a día le cambió radicalmente su vida. Pero para seguir disfrutando del éxito, el camino que hay que seguir es el que apasiona, y en el fútbol, como en muchas tantas disciplinas, hay que REINVENTARSE.
No faltan presentaciones para firma de autógrafos, invitaciones para colaborar en medios de comunicación, siendo actividades que le han permitido estar cerca de la gente y del entorno del fútbol; pero finalmente son actividades con cierta incertidumbre para un exjugador.
Ante este nuevo panorama, es así como decide comenzar a dar conferencias motivacionales, y tener una importante participación en el negocio de las canchas de fútbol 7, con FUTCENTER.
Esto le agrada mucho y nos comenta: “entras a la industria del deporte, con retornos de inversión interesantes; van de la mano, el fomento de la actividad física y el deporte en sí, con instalaciones de primer nivel; dando un gran valor agregado al negocio”.
Vigilante de esta actividad y con todas las herramientas tecnológicas que ya existen, ésta se ha convertido en su quehacer diario como empresario y, al igual que ha sido muy interesante y satisfactorio, tener la motivación del crecimiento en las instalaciones de fútbol 7 a nivel nacional, ahora prospecta cauteloso, el nivel internacional también.
Sobre sus acciones, que como empresario desempeña, concluye: “Cada cancha se convierte en un nuevo integrante de la familia FUTCENTER, cada ciudad es diferente y tenemos que tropicalizar la gestión del negocio, sin perder su esencia. Este “know How” ha tomado muchos años de experiencia y hoy nos convierte en una de las principales franquicias a nivel nacional”.
Como una de las grandes leyendas del Guadalajara, donde incluso las rachas no tan buenas, le formaron el temple, a Ramón Ramírez, lo guía en el ámbito empresarial una sola pasión: el fútbol.