INGREDIENTES PARA COCINAR UN MEJOR GOBIERNO:SALUD, EDUCACIÓN, TRABAJO Y SEGURIDAD

Por: José Luis Arenas López


Sin duda este gobierno ha sido de grandes contrastes, en su inicio 30 Millones de Humanos (MDH) convencidos y llenos de esperanza, pensando que las promesas se fueran cumpliendo poco a poco, por otra parte, la población empresarial, la clase media y los inversionistas esperando que las promesas de campaña se furan a cumplir y poder ver un verdadero cambio; la realidad ha sido otra, no la esperada y si una realidad que rompe toda esperanza.

Este 19 de junio se dio el banderazo para definir quién de los múltiples candidatos a la presidencia será el que represente al partido de gobierno, son seis los aspirantes y de estos sólo uno podrá ser el abanderado y quien dé continuidad al cambio verdadero aún por venir.

Es claro que el partido del gobierno tendrá continuidad en las siguientes elecciones, y por ello es que el pueblo necesita un representante real y comprometido, no solo con el partido, también con la población en general. Las demandas son muchas y cada sector poblacional tiene las propias. México requiere de un líder capaz de visualizar todas estas necesidades, de ser sensible ante cada una de ellas y de gobernar para todos los mexicanos, hayan o no votado por él, se requiere de un estadista y un visionario que pueda ver más allá de las fronteras, de alguien que entienda no solo de los problemas internos, el exterior es importante y éste ha sido descuidado en el presente gobierno, se requiere de alguien con la preparación y la capacidad de comprender qué necesitan los países en el mundo con los que México está aliado, respondiendo a su necesidad y poder proveerlos. 

Con ello, se mostrará la habilidad de mediar entre los empresarios y productores mexicanos con todos los interesados que requieren de nuestros productos y servicios, demostrando la capacidad de resolver los problemas de otros países desde México. Lo anterior no solo resuelve el problema del exterior, posiciona a nuestros productos en el exterior, generando riqueza a quien produce, ya sea aportando el capital o la mano de obra; hay que recordar que si se activa el sector productivo, se activa la economía, con ello, circula el capital y hay riqueza, la riqueza trae consumo y el consumo bienestar.

Hoy, todos los candidatos dicen tener la solución a los problemas del país, problemas que durante su gestión no lograron ni siquiera entender o decidieron no verlos, y si lo hicieron, prefirieron ignorarlos y atender asuntos de su interés que los pusiera en los reflectores, sin embargo, no todos están a la altura, no solo de la competencia, sino, de representar dignamente a nuestro país; todos los candidatos han puesto la carne al asador, pero es claro que algunos no entienden siquiera como encender el fuego; la receta parece fácil y no lo es, no todos tienen el sazón; gobernar no es fácil y si alguien lo dijo, seguro es que hoy los reclamos están a la orden; gobernar es igual a administrar y para administrar se deben agregar y combinar los ingredientes de manera efectiva y en el momento justo, esto con un toque de inteligencia y muestras de capacidad y sensibilidad permitirán reconocer al verdadero líder que México requiere.

Son tantos los ingredientes que un buen gobierno necesita para triunfar: gobernabilidad confiable, crear un verdadero Estado de derecho, finanzas claras, economía fuerte, cuidado ambiental, políticas públicas sanas, turismo creciente, lograr que las empresas del gobierno generen riqueza y no pérdida, procuración de justicia efectiva, entre otras; sin embargo, los ingredientes principales de un buen gobierno son cuatro: la salud, la educación, el trabajo y la seguridad.

La pandemia de 2020 no solo nos desbastó, también nos vino a enseñar que sin salud no hay nada, la salud es la base de cualquier gobierno, de cualquier economía y si recordamos, solo uno de los candidatos estuvo atento a ello, aún por encima del mismo secretario de Salud ausente, lo anterior al establecer estrategias para asegurar la adquisición de vacunas contra el COVID-19; en la actualidad el candidato deberá no solo negociar vacunas, deberá enfrentar un sistema de salud en caída libre y esta vez no podrá culpar a los gobiernos anteriores, hay claridad del fracaso y de los grandes vacíos que el país enfrenta, desde la falta de medicamentos para niños, mujeres y hombres con cáncer, hasta el mantenimiento preventivo y correctivo de clínicas y hospitales, y la construcción y equipamiento de nuevos hospitales o los ya construidos que han quedado inconclusos, todos estos errores heredados de la presente administración.

En paralelo, un ingrediente no menos importante es la educación. Un país sano y al mismo tiempo un país culto, permitirá a México como cualquier otra potencia ser un país próspero, crítico y comprometido; en el mismo sentido, la pandemia del 2020 nos dejó ver la cantidad de problemas que el sistema de educación tenía, tiene y tendrá, es decir, el confinamiento necesario mandó a niños, adolescentes y jóvenes de todos los niveles educativos a estudiar desde casa y fue notorio y vergonzoso descubrir que muchos docentes, principalmente de primarias y secundarias, no sabían usar una computadora. La planta docente en México no solo es obsoleta, también retrograda y senil, esto último sin afán de ofender, se ha demostrado que un docente con más de treinta años al servicio de la educación no ha cambiado en nada sus métodos de enseñanza y por lo mismo no es acorde con las demandas tecnológicas que el país y el mundo demandan. 

A esto se le deben sumar planes de estudio obsoletos, que no son acordes con las demandas de competitividad en el exterior, siendo más notorio en los egresados de nivel universitario, que al tratar de encontrar un empleo se dan cuenta que traen un atraso de por lo menos 10 años; hoy por hoy, se requiere de un candidato que entienda los nuevos conceptos de la educación comparada, un candidato que no tema salir al extranjero y que sea capaza de traer modelos educativos competitivos e innovadores, un candidato que en caso de ganar la presidencia, tenga la capacidad de negociar con todos los sectores educativos y hasta con los sindicatos, que implante políticas públicas de retiro de docentes que ya han cumplido su ciclo y permita la entrada de las nuevas generaciones y con ello dar un mantenimiento permanente a los programas de estudio de todos los niveles educativos.

Un pueblo educado es un pueblo competitivo y crítico, con ello, las posibilidades laborales se vuelven más competitivas y esto permitirá a los empresarios contar con colaboradores de alto nivel productivo; si los trabajadores son competitivos, entonces los productos y servicios ofrecidos serán de alta calidad. El trabajo es el siguiente ingrediente, el candidato deberá establecer estrategias que fortalezca primero, que las empresas existentes se mantengan en el mercado, segundo, brindar todo el apoyo para la creación de nuevas empresas y esto se logrará a través de políticas públicas efectivas, es de recordar que México basa su economía en las micros, pequeñas y medianas empresas, y es aquí donde se debe reforzar las estrategias de apoyo y crecimiento y dejar de pensar que los empresarios son enemigos del gobierno, el candidato debe dejar de celebrar que el aumento en las remesas es un logro, la realidad es que es el reflejo claro del fracaso donde el Estado muestra una clara incapacidad para crear fuentes de empleo que evite la salida de compatriotas al país vecino; si el trabajo se favorece, si se brinda apoyo a las empresas con un pueblo sano y educado, la visión de México es más confiable, entonces nuestro gobierno y el país celebrará una gran victoria.

Todos los ingredientes combinados darán como resultado un platillo de alta cocina, en otras palabras, un gobierno casi sano, el ingrediente secreto de la abuela no podría faltar, sin él, nuestros platillos están incompletos y podríamos decir que todo el esfuerzo anterior no sirvió de nada; la seguridad ciudadana, la seguridad pública y la seguridad nacional son nuestra peor carta de presentación en el mundo, la política pública de abrazos y no balazos demostró ser la peor estrategia del gobierno saliente, más de 157,000 homicidios dolosos, miles de feminicidios, miles de desapariciones forzadas, el nacimiento de 11 carteles del crimen organizado, entre otras, colocan a este gobierno como el más violento de la historia y lo peor es que la cuenta sigue creciendo; para ello, se requiere un candidato bien fajado, decidido y excelente estratega, que enfrente con dureza a este problema que ha puesto al país de cabeza; no sirve de nada tener un buen sistema de salud si el crimen organizado lo boicotea, tampoco sirve de nada un excelente sistema de salud si por temas de violencia se deben cerrar escuelas, no sirve de nada contar con un aparato productivo de excelencia si el crimen organizado cobrará piso o matará a quien decida no pagar dicho derecho.

La realidad del país se cuenta sola, basta de engaños, basta de vivir en nubes rosas, basta de maquillar datos o presentar informes a modo, basta de gobernar solo para los propios militantes dejando de lado a la gran mayoría, México requiere un candidato comprometido con el país y con todos sus habitantes, México necesita un candidato de honor que al llegar a la silla, deje de lado los compromisos políticos y de compadrazgo, y se dedique a gobernar; no desde una tribuna de dos horas al día, sino desde la trinchera, y que permita la participación de todos y todas, quienes queremos un mejor país, un mejor México.

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