IMPACTOS DEL COVID-19 EN LA INFORMACIÓN FINANCIERA

Por: C.P.C. Jorge M. Senties Medellín
Integrante de la Comisión de Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México 

“Las medidas de distanciamiento social establecidas por las empresas pueden generar problemas operativos, sobre todo si hablamos de la ejecución de controles internos para la mitigación de riesgos. Esto puede incrementar la probabilidad de que se materialicen riesgos de error, omisión o fraude provenientes de factores internos o externos”

Introducción

La crisis del Covid-19 ha dejado un impacto sin precedentes en varios aspectos sociales, laborales, políticos y económicos. Muchos sectores industriales, comerciales y de servicios se han visto afectados como consecuencia del distanciamiento social y la desaceleración económica. En esta época, diferentes empresas se encuentran preparando sus reportes financieros anuales correspondientes al ejercicio de 2020 y en este sentido, la Administración, los Órganos de Gobierno, Inversionistas y demás interesados deben entender y asegurarse que la información financiera no contenga errores, omisiones o fraudes que no permitan reconocer de forma apropiada el impacto que el Covid-19 ha tenido en la organización.

El propósito de este escrito es abordar algunos puntos que deben tomarse en cuenta en la preparación de los reportes financieros anuales antes señalados.

Información financiera con errores, omisiones o fraudes

Dependiendo de la industria, las entidades se han visto expuestas a una reducción importante en sus actividades y consecuentemente en sus ingresos. Como consecuencia, existe una fuerte presión sobre el logro de objetivos de ingresos y/o utilidades de la Administración, particularmente para los equipos de comercialización, ventas y operaciones, incluso cuando esos objetivos han sido ajustados bajo perspectivas conservadoras y precavidas. Esta presión puede implicar la generación de reportes de desempeño operativo y financiero que no reflejen la realidad de la empresa, de tal manera que, por ejemplo, puedan reportarse ventas de bienes y servicios a crédito no realizadas o bien, la falta de reconocimiento de costos y otras obligaciones acumuladas pendientes de pago o pérdidas por deterioro de activos productivos.

En pocas palabras, es de esperarse que la Administración busque reportar resultados que permitan generar confianza y certeza respecto a la continuidad del negocio.

Es importante tomar en cuenta que las medidas de distanciamiento social establecidas por las empresas pueden generar problemas operativos, sobre todo si hablamos de la ejecución de controles internos para la mitigación de riesgos. Esto puede incrementar la probabilidad de que se materialicen riesgos de error, omisión o fraude provenientes de factores internos o externos.

Los siguientes son algunos puntos clave que la Administración, los Órganos de Gobierno, Analistas, Inversionistas, Auditores Externos e Internos, entre otros, deben tomar en cuenta respecto a la preparación de reportes de información financiera del 2020.

Procuración de inventarios

Es importante asegurar la existencia de los inventarios, así como la continuidad de la cadena de suministro. Se debe evaluar la capacidad que tienen los proveedores de la entidad para continuar con sus operaciones considerando las complejidades atribuibles a la pandemia. Esto permitirá tener certeza respecto a que la empresa pueda continuar con sus operaciones.

Cumplimiento de compromisos relacionados con indicadores de desempeño

Pueden existir contratos con proveedores y/o acreedores que contengan cláusulas asociadas al cumplimiento de ciertos indicadores de desempeño, esto es común en la contratación de pasivos financieros. El incumplimiento de estos términos (generalmente conocidos como “covenants”) pueden generar limitantes para la operación de la empresa, incluyendo problemas relacionados con la liquidez y la gestión del capital de trabajo.

“Como consecuencia de la pandemia, muchas organizaciones han efectuado reestructuras internas, lo cual implica asumir diferentes tipos de costos, incluido el laboral por liquidaciones de personal”

Toma de posiciones fiscales inciertas

En época de crisis económica el capital de trabajo y el flujo de efectivo se vuelven muy importantes y, en este sentido, la Administración podría tomar medidas para proteger esos conceptos, incluyendo la toma de posiciones fiscales para contener o disminuir el pago de impuestos, lo cual podría generar contingencias para la entidad.

Ventas a crédito fuera de las políticas de la empresa

Con la finalidad de lograr los objetivos de ingreso, las áreas de ventas y operaciones podrían celebrar venta de bienes y servicios a crédito fuera de las políticas habituales de la empresa, generando problemas en la recuperación de las cuentas por cobrar y el ingreso correspondientes.

Detrimento de la calidad crediticia de la cartera de clientes

La Administración podría omitir hacer análisis y evaluaciones periódicas del impacto económico del Covid-19 sobre las operaciones de sus clientes, lo cual puede afectar la recuperación de las cuentas por cobrar actuales, así como la celebración de ventas a crédito de bienes y servicios.

Falta de reconocimiento de provisiones por reestructura

Como consecuencia de la pandemia, muchas organizaciones han efectuado reestructuras internas, lo cual implica asumir diferentes tipos de costos, incluido el laboral por liquidaciones de personal. Las normas contables requieren el reconocimiento de provisiones con cargo a resultados sobre este tipo de reestructuras cuando las mismas han sido dadas a conocer por la entidad.

Incumplimiento de regulaciones

Las problemáticas operativas relacionadas con las medidas corporativas de distanciamiento social y las posibles reducciones de la plantilla laboral, podrían ocasionar incumplimientos de regulaciones generando una mayor exposición a multas, sanciones y otras acciones por parte de entidades reguladoras.

Consecuencias de la reducción del costo laboral

Las compañías podrían tomar medidas para la reducción de su costo laboral, como la reducción de salarios, prestaciones u otros beneficios laborales. Esto puede exponer a la entidad a demandas laborales, pero sobre todo y lo más importante, a perder personal clave para sus operaciones.

Riesgos asociados a ciberseguridad

Durante la pandemia se han incrementado los riesgos de ataques cibernéticos, entre otros factores, porque que muchas empresas promovieron el trabajo remoto y existe una mayor exposición en los canales de acceso a los sistemas de información. Los impactos de ciberataques pueden ser inmediatos si éstos representan limitantes para la compañía para acceder a sus bases de datos o sistemas, sin embargo, también pueden generar impactos hacia adelante, por ejemplo: operaciones fraudulentas hechas a través de productos financieros como cuentas bancarias, tarjetas de débito o crédito, los cuales podrían ser identificados posteriormente.          

Capitalización indebida de costos

La Administración puede ignorar las políticas y procedimientos relacionados con especificaciones y límites para la capitalización de costos, ya sea bajo el concepto de cargos diferidos o activos intangibles. Esto implica no reconocer en los resultados del periodo costos de operación y administración.

Falta de reconocimiento de deterioro de activos de larga duración

Los activos de larga duración no amortizables, tales como marcas o crédito mercantil pueden presentar indicios de deterioro como resultado de la afectación económica y la reducción general de las actividades de consumo. Asimismo, podrían existir activos fijos o activos por arrendamiento que pudieran presentar indicios de deterioro.

Falta de reconocimiento de pérdidas esperadas

Varias entidades, principalmente las financieras, otorgaron facilidades de pago a sus clientes bajo esquemas de periodos de gracia. En consecuencia, las entidades pudieron haber perdido sensibilidad e información sobre el comportamiento crediticio y capacidad de pago de sus clientes, lo cual podría tener efectos negativos en la medición de pérdidas de crédito esperadas.

Durante la pandemia se han incrementado los riesgos de ataques cibernéticos, entre otros factores, porque que muchas empresas promovieron el trabajo remoto y existe una mayor exposición en los canales de acceso a los sistemas de información”

Afectaciones en el ambiente de control interno

Como resultado del trabajo remoto y reducción de personal, puede ser que la estructura de control interno de la entidad haya sufrido afectaciones, generando mayor exposición a riesgos operativos, incluidos la delegación de funciones y el conflicto de interés.

Falta de evaluación y revelación sobre problemas de negocio en marcha

En términos contables, el principio de negocio en marcha debe considerar una ventana prospectiva de tiempo de doce meses. El Covid-19 representa una situación sin precedentes que genera mucha incertidumbre en varios ámbitos, por lo que es posible que la Administración haya enfrentado retos importantes para evaluar y revelar las capacidades de la entidad para continuar como un negocio en marcha.

¿Cómo responder a este tipo de situaciones?

Las circunstancias antes descritas (y otras más que pudieran presentarse como resultado de la pandemia del Covid-19) hacen obligatorio para la Administración y sus Órganos de Gobierno tomar medidas extraordinarias para asegurar que la información financiera refleje de forma clara y correcta el desempeño y condición actual de la entidad. En este sentido, se resalta lo siguiente:

  • Comité de auditoría.- La participación e involucramiento del Comité de Auditoría es de suma importancia para la vigilancia del desempeño de la entidad. Este órgano debe tener la capacidad de entender los diferentes riesgos a los que se encuentra expuesta la entidad y las medidas implementadas por la Administración para mitigarlos. El Comité de Auditoría debe tener visibilidad sobre las posibles afectaciones al sistema de control interno, los riesgos de fraude, las evaluaciones y juicios de la Administración para la valuación de activos financieros y no financieros, reconocimiento de ingresos y obligaciones, evaluación y revelación del principio de negocio en marcha, así como la preparación de proyecciones operativas y financieras del negocio tomando en consideración todos los escenarios posibles.
  • Función de contraloría.- Como respuesta a los cambios internos derivados de la contingencia, el área de contraloría debe tener la capacidad de adecuar los procedimientos de control para asegurar que no existan desviaciones importantes en la ejecución de las operaciones de la entidad, contemplando fallas en la delegación de autoridad y surgimiento de conflictos de interés.
  • Auditoría interna.- Esta tercer línea de defensa debe tener la capacidad de asegurar que las políticas y procedimientos de la entidad se ejecuten conforme a lo esperado, incluso aquellas medidas o políticas extraordinarias definidas por el Consejo de Administración en respuesta a la crisis. Esta área debe allegarse de herramientas tecnológicas que le permitan asegurar la integridad de la información, así como la seguridad de los sistemas informáticos de la entidad.
  • Auditoría externa.- Los auditores externos tienen el gran reto de revisar las consideraciones tomadas por la Administración para el reconocimiento de ingresos, la valuación de sus activos y pasivos, y probar el funcionamiento apropiado de los controles internos durante todo el ejercicio. También, los auditores externos deben revisar de forma exhaustiva las evaluaciones y revelaciones de la Administración sobre el principio de negocio en marcha, así como asegurar que la Administración revele de forma apropiada información suficiente sobre los impactos que el COVID-19 tuvo sobre las operaciones y el desempeño financiero de la compañía.

En general, las funciones de control y supervisión deben tomar las medidas necesarias para asegurar que sus actividades no se vean o hayan visto afectadas por el trabajo remoto, como es el caso de la obtención de evidencia suficiente sobre las operaciones, la existencia de activos y pasivos y veracidad de documentación electrónica.

Áreas de administración de riesgos

Estas áreas deben proporcionar información útil a la Administración y Órganos de Gobierno sobre los diferentes escenarios de exposición a pérdidas financieras y operativas. Debe asegurarse el monitoreo constante de los riesgos y la existencia de controles mitigantes para cada uno de ellos. Deben hacerse los escenarios de estrés suficientes sobre todos los escenarios de posibles pérdidas.

Conclusiones

Es claro que el COVID 19 pondrá a prueba la capacidad de respuesta y resiliencia de las organizaciones. Los cambios que han enfrentado las entidades han requerido respuestas rápidas y prácticas para la continuidad del negocio, generándose o incrementándose la exposición a diferentes tipos de riesgos (existentes o nuevos).

Los reportes financieros del ejercicio 2020 deben reflejar de forma clara la situación financiera de la compañía y los impactos económicos de la pandemia. Por supuesto, ninguna empresa quisiera declararse en quiebra o con problemas de negocio en marcha, sin embargo, es responsabilidad de la Administración y los Órganos de Gobierno hacer del conocimiento de Inversionistas y otros interesados las circunstancias económicas, financieras y operativas por las que atraviesa la empresa como resultado de esta contingencia.

Leave a Comment

Your email address will not be published.

Start typing and press Enter to search