¿Fraude financiero, cómo prevenirlo?
Por: Alejandro Ortega García.
“Nunca firmar contratos discrecionales bursátiles en donde el agente pueda vender y comprar acciones a su discreción”
La propiedad privada es un derecho que se ha defendido desde el inicio de las sociedades; en los vestigios que se han encontrado en todas las latitudes de nuestro globo terráqueo, las primeras organizaciones de individuos protegían y tenían como suyas ciertas regiones de caza, así como sus utensilios.
Con el paso del tiempo, estas comunidades fueron formando ciertas relaciones comerciales (basadas principalmente en el trueque) y conforme éstas se volvieron más complejas se necesitó calcular cuánto valía cada bien.
De esta manera nacieron los primeros artículos que fungieron como moneda (por ejemplo, la sal), hasta que se empezaron a acuñar metales preciosos con un valor, para después pasar a dar papel moneda (respaldado por reservas de materiales preciosos); esta evolución culminó con la confianza que se tiene en los países y no con las reservas de oro o plata de las naciones.
El día de hoy, estas monedas están invertidas en bancos y sociedades financieras en diversos artículos, como son acciones, UDIS, bonos, moneda extranjera, Bitcoins, entre otros. Y como hace miles de años, los sujetos han buscado cómo desapoderar de sus pertenencias a los otros, cada vez de formas más complejas como es el fraude.
Ahora daré algunos supuestos muy comunes que usan los delincuentes para realizar fraudes financieros, así como recomendaciones de cómo prevenirlos.
“Muchas veces los agentes se enteran de las condiciones de salud de sus clientes y cuando los ven graves abusan para sacarles contratos de inversión falsos o créditos a su nombre”
A.- Hay que tener mucho cuidado con las personas que manejan nuestras inversiones, sin importar la institución financiera a la que pertenezcan, ya que esto no es suficiente para garantizar la confianza. Varios de mis clientes han recibido de estas personas contratos falsos de inversión (en hojas oficiales de la institución financiera); por ejemplo, de Udibonos con tasas de interés del 14 o 15%. Para prevenir esta práctica es necesario realizar las siguientes medidas:
1.- Checar mensualmente nuestros estados de cuenta, con aplicaciones digitales o en correos electrónicos enviados por el banco (recomendablemente con las dos).
2.- Hacer una solicitud directa a la institución financiera respecto a cuántas cuentas y contratos de inversión se tienen abiertos.
3.- Checar los rendimientos públicos de las tasas de intereses, si estos son dispares encontraremos que algo raro está pasando, recuerden que no pueden ser mucho más altos.
4.- Acudir con instituciones financieras de prestigio y con tiempo en el mercado.
B.- Se realizan contratos discrecionales bursátiles, los cuales son de altísimo riesgo, ya que muchas veces se compran acciones basuras de familiares o amigos del agente al que se le dieron las facultades. Mi recomendación en este punto es nunca firmar contratos discrecionales bursátiles en donde el agente pueda vender y comprar acciones a su discreción.
C.- El agente de la institución financiera falsifica un documento de contrato de inversión para generar otra cuenta, la cual él puede manipular libremente; esta práctica se puede prevenir de las siguientes formas:
1.- Checar mensualmente nuestros estados de cuenta, con aplicaciones digitales o en correos electrónicos enviados por el banco (recomendablemente con las dos).
2.- Hacer una solicitud directa a la institución financiera respecto a cuántas cuentas y contratos de inversión se tienen abiertos.
3.- Acudir con instituciones financieras de prestigio y con tiempo en el mercado.
D.- Muchas veces los agentes se enteran de las condiciones de salud de sus clientes y cuando los ven graves abusan para sacarles contratos de inversión falsos o créditos a su nombre. A mi despacho llegó el caso de una señora que tenía cáncer en una etapa muy avanzada, pero ella no falleció y tuvo que lidiar con las acciones del defraudador. Además de las acciones de prevención mencionadas anteriormente, para no caer en estos fraudes podemos pedirle a un familiar de toda nuestra confianza que monitoree y haga los movimientos cuando estamos enfermos.
E.- Hay que tener mucho cuidado al ir a las sucursales bancarias, ya que los cajeros o los ejecutivos de cuenta te ofrecen su ayuda para bajar la aplicación y tener acceso a tus cuentas de crédito, débito e inversiones, y muchas veces ellos disponen de los recursos. Para evitar esto, todas las aplicaciones y las claves deben ser conocidas solamente por ti, no dejes que nadie te ayude.
“La era digital ha empezado con muchísimos fraudes; es importante estar alerta y tener precaución con nuestras inversiones. Si compartes tus claves, las instituciones financieras no van a responder por los desfalcos, hay que tenerlas guardadas con sumo cuidado”
F.- Algunos ejecutivos de cuenta o directivos, para lograr sus metas (establecidas de forma obligatoria por las instituciones financieras), te asignan créditos que tú no pediste; generalmente los cancelan al mes y de esa forma no tienes que pagar nada, pero a ellos les cuentan como resultado para el bono. Sin embargo, algunos de éstos se mantienen activos, por lo que para prevenirlo podemos:
1.- Checar mensualmente nuestros estados de cuenta, con aplicaciones digitales o en correos electrónicos enviados por el banco (recomendablemente con las dos).
2.- Tener contratado el Buró de Crédito, para que te avise de cualquier movimiento con tus datos personales.
3.- Acudir con instituciones financieras de prestigio y con tiempo en el mercado.
G.- La mayoría de los bancos han cedido parte de su información a outsourcings, los cuales tienen áreas de operación y análisis de riesgo, así como acceso a casi toda la información de los clientes y a las bases de datos. Se ha descubierto que muchas veces estas bases de datos terminan en dos lugares: el primero es con microfinancieras y el otro es con la delincuencia organizada, quienes con ayuda de empleados de los bancos sacan cuentas y préstamos a nombre de las personas en las bases de datos. Muchas veces necesitan obtener tus datos mediante llamadas de las líneas del banco (o de otro número) en las que mencionan que sacaste un crédito y cómo cancelarlo, o con estrategias similares y al terminar de sacar tu información, muchos de estos grupos tienen la forma de bloquear tu teléfono en lo que vacían tus cuentas. Cómo prevenirlo:
1.- Nunca compartir con nadie tus claves, son personalísimas.
2.- Checar mensualmente nuestros estados de cuenta, con aplicaciones digitales o en correos electrónicos enviados por el banco (recomendablemente con las dos).
3.- Tener contratado el Buró de Crédito, para que te avise de cualquier movimiento con tus datos personales.
4.- Acudir con instituciones financieras de prestigio y con tiempo en el mercado.
La era digital ha empezado con muchísimos fraudes; es importante estar alerta y tener precaución con nuestras inversiones. Si compartes tus claves, las instituciones financieras no van a responder por los desfalcos, hay que tenerlas guardadas con sumo cuidado y como diría Benjamín Franklin: “Si queréis ser ricos no aprendáis solamente a saber cómo se gana, sino también cómo se invierte”.
En conclusión, es importante revisar personalmente nuestras cuentas, no compartir con nadie nuestras claves, tener contratado el servicio de alarmas del Buró de Crédito, checar las tasas públicas de inversión y preguntar a las instituciones financieras que usemos cada seis meses qué contratos e inversiones tenemos con ellos y en caso de estar enfermo o no poder realizar estas acciones, pedir a alguien que nos auxilie a obtener la información.