El Sistema de Salud en México será el gran protagonista ante la batalla contra con el COVID 19, para ello el Jefe del Ejecutivo ha externado en diferentes momentos que no es un tema de alarma y que por menos hasta el día de hoy, podemos llevar nuestras vidas con toda normalidad, es así que la población ha puesto sus esperanzas de vida en un Presidente seguro y confiado.
En las acostumbradas mañaneras, el Presidente López Obrador, criticó a las administraciones pasadas que en los últimos años no se contara con un Secretario de Comunicaciones y Transportes que fuera ingeniero, esto es, no cubrían el perfil para ocupar el cargo encomendado y este cargo se había asignado solo a temas de compadrazgo o de “firmadores de contratos”; y a esta acción, se le puede llamar corrupción.
El Sistema de salud mexicano se encuentra integrado por el IMSS, el ISSSTE, entre otros incluyendo al INSABI. Como es sabido el INSABI ha venido a remplazar al Seguro Popular, este último fundado durante el gobierno de Vicente Fox y a cargo del Doctor y Médico Endocrinólogo Julio Frek Mora, quien cuenta con una basta experiencia médica y en la administración hospitalaria, escritor de diversos artículos y más de treinta libros, todos orientados al área de la salud. Uno de sus logros más importantes fue la designación como Director Ejecutivo de Investigación e Información para las Políticas de la Organización Mundial de la Salud.
Cualquiera que vea el escenario actual y lo compare con el pasado, no tan distante, se podrá dar cuenta la situación del INSABI no solo es crítica, es de terror; es una transformación consecuencia de la ocurrencia del gobierno actual, hoy la dirige Juan Antonio Ferrer Aguilar, quien en su larga carrera como administrador de empresas, quien desempeño diferentes responsabilidades en el INAH, tanto a nivel nacional como en el Estado de Tabasco, específicamente la zona de Palenque.
Hoy podemos observar el destrozo de uno de los Institutos con más prestigio y con incontables éxitos en atención médica al sector más vulnerable en nuestro país, el cual ofreció sus servicios a más de 55 millones de habitantes de forma gratuita y con altos estándares de calidad.
¿Es entonces el INSABI el instituto capaz de hacer frente a la pandemia que a cubierto casi a todo el mundo? ¿Realmente su director cuenta con estrategias que den tranquilidad a la mayoría de la población y sea garante de ofrecer el servicio de calidad que la situación amerita?
Son preguntas que es posible no tengan una respuesta afirmativa y qué para amortizar dichas limitaciones, será el ejército quien haga frente a esta contingencia de alcances apocalípticos, mientras el INSABI se consume en manos de un inexperto e incapaz servidor público, quien además es dirigido por un Secretario de Salud ausente y un Subsecretario de Salud ocupado más en quedar bien con un Presidente urgido de halagos, quien además dicho sea de paso, ha actuado con la lentitud e irresponsabilidad que la situación amerita.