El enemigo invisible: Cuatro pasos para dejar de procrastinar
¿Sabes que necesitas terminar un proyecto importante pero siempre lo dejas para el último día? De forma consciente o inconsciente, pero la procrastinación es un mal muy frecuente. Nos gusta dejar las cosas para después. Quizá tienes un trámite pendiente y dices “mejor el próximo mes lo hago” O tienes un problema con alguien de la empresa, y en lugar de buscar solucionar las cosas, dejas que siga avanzando con tal de evitar esa conversación incómoda. Sabes que tienes que leer ese libro y prefieres guardarlo bajo la almohada durante semanas. ¿Te suena familiar? Es más normal de lo que te imaginas. Aplazar actividades o dejar para mañana lo que podrías hacer hoy, es una costumbre de los seres humanos conocida como procrastinación, un mal que ha frenado el potencial de muchísimas personas No significa que dejemos de trabajar o que seamos flojos. Lo que realmente ocurre es que nos ocupamos en otras tareas que no son importantes en ese momento. La procrastinación se debe a que la tarea es poco placentera, como ponerte a organizar una aburrida y larga base de datos. Hay actividades que no nos gusta realizar o que sentimos que serán muy difíciles y por eso las posponemos. Otra de las causas por las que procrastinamos, es para evadir las emociones que nos genera El enemigo invisible: Cuatro pasos para dejar de procrastinar La procrastinación puede aplastar nuestros sueños y frenar nuestro potencial” esa tarea, como por ejemplo el miedo, enojo o algún resentimiento asociado a esa actividad. La procrastinación también puede ser una forma de esconder nuestra inseguridad, de no enfrentar las dudas que tenemos de uno mismo. Todo esto sucede a un nivel subconsciente. Por lo tanto, no nos damos cuenta que está sucediendo. A veces hasta olvidamos que teníamos ese pendiente. Pero todo tiene que ver con procesos emocionales del cerebro. Yo recuerdo que cuando empecé a trabajar en ventas, siempre dejaba hasta el último la prospección, posponía esas llamadas para buscar nuevos clientes; durante la semana me ponía a investigar otras cosas y me mantenía ocupado con otras tareas comerciales, pero sin darme cuenta se me iba la semana sin hacer llamadas de prospección para conseguir clientes nuevos. Hasta que me di cuenta que ya no tenía nuevas cotizaciones y que eso estaba afectando las finanzas de la empresa. Ya no estaba recibiendo bonos y necesitaba más dinero. Así que no me quedó otra opción más que hacer esas llamadas con disciplina. Aunque en un principio no quería, era muy necesario para poder triunfar dentro de la posición comercial que tenía y seguir creciendo dentro de la empresa. Procrastinar es una forma de evadir tareas difíciles o que nos parecen aburridas, usamos otras actividades como refugio para no enfrentar esa responsabilidad, alguna acción o evitar tomar una decisión. Todos procrastinamos en cierta medida, pero en esta etapa de tu vida ¿Qué actividad importante y urgente estás posponiendo desde hace tiempo? ¿Qué cosas sabes que necesitas hacer, pero la has dejado para después? Porque quizá por esa actividad no estás creciendo personal o profesionalmente y no estás logrando alcanzar tus metas. Quizá una o dos cosas pendientes son las que te están frenando para alcanzar tu potencial. Hay muchas recomendaciones para dejar de procrastinar, pero hoy te quiero dar 4 pasos que a mí me ayudaron para tomar acción y dejar de postergar las actividades importantes. 1. Visualiza qué beneficios vas a tener al terminar esa actividad: Cada que quería evadir las llamadas de prospección, me ponía a pensar todo lo bueno que iba a obtener, y decía: si llamo puedo encontrar personas interesadas, a las cuales puedo venderles, eso me traerá dinero y con ese dinero me iré de vacaciones en diciembre y o me compraré ese auto que tanto me gusta, eso me animaba mucho. Pensar en los beneficios que obtendría después de esa actividad. 2. Cree en ti: Hay que dejar esos pensamientos negativos que nos hacen dudar de nuestro potencial, darnos tiempo para conocer todos los talentos que tenemos, de esa forma podremos avanzar con mayor confianza en la realización de tareas pendientes. 3. Evita las grandes zancadas Dijo Martin Luther King “No te pongas a contemplar toda la escalera, da el primer paso”, así que desglosa esa actividad en pequeñas acciones y empieza una por una, eso te dará ánimo para completar la tarea. Ya que una de las cosas que motiva a nuestro cerebro es el sentido de estar avanzando hacia un objetivo y que cada vez falta menos. No importa que los pasos parezcan pequeños, lo importante es que sean constantes. 4. Establece recompensas de corto plazo Acompaña tu actividad con algo que te guste y asigna recompensas durante el trayecto. A esa actividad aburrida añádele algo atractivo, por ejemplo, al momento de iniciar mis llamadas ponía mi música favorita y una buena taza de café para hacerme compañía. Al final de la semana me premiaba con algún antojo o comiendo en uno de mis lugares favoritos. Así que, si deseas librarte de la procrastinación, necesitas dividir esos proyectos en pequeños pasos, tener un área acondicionada para realizar tus tareas y recompensarte durante el trayecto. Además, nunca pierdas de vista el beneficio principal de llevarlo a cabo. De lo contrario, nuestro cerebro simplemente se va a distraer con otras cosas que le parezcan más sencillas o más placenteras. La procrastinación es como una bola de nieve, entre más tiempo pase, más grande se hace y nos acostumbramos a posponerlo todo. Tenemos que acabar con ella o de lo contrario, la procrastinación puede aplastar nuestros sueños y frenar nuestro potencial.