La pandemia que el mundo está viviendo, pone en jaque a todas las empresas, México no es la excepción, principalmente a las MiPYMES, la mayoría de los países en el mundo están estableciendo estrategias fiscales de apoyo a las empresas, ya que, si bien es cierto, el problema inmediato es de salud, las consecuencias de esto se verá reflejado en la economía en el mediano y largo plazo, sin embargo en México no se tiene la misma visión, por cierto, este 31 de marzo, vence el plazo para la presentación de declaraciones anuales en nuestro país, para lo cual, no hay prorroga ni apoyos de ningún tipo, al contrario, desde el jefe del ejecutivo hasta la representante del SAT, han solicitado a los contribuyentes “la solidaridad” para el pago de sus impuestos, reafirmando que sigue en pie la presentación de la declaración, más que una solicitud de apoyo pareciera un chantaje moral usando como escudo la empatía de la economía moral, refiriéndose al bienestar igualitario y fraterno para garantizar que los pobres, los débiles y los olvidados encuentren protección ante incertidumbres económicas, palabras de la hoy titular del Sistema de Administración Tributaria.
Sin embargo, los empresarios se encuentran solos, de acuerdo a los comunicados del gobierno federal, en donde se solicita el no despido de los trabajadores y que estos descansen durante la cuarentena con goce de sueldo, los dueños de las MiPYMES no reciben ingreso alguno para enfrentar la crisis, si no hay ingresos no hay forma de mantener la cadena, ya que para funcionar se requiere de proveedores en diferentes dimensiones hasta que llegue el servicio o el producto al consumidor final, consumidores que han disminuido hasta un 10% y con ello el desplome de las ventas y en consecuencia la disminución de los ingresos, todo ello ante egresos permanentes y vigentes.
La realidad que hoy las MiPYMES están viviendo es alarmante, si el gobierno no establece estrategias fiscales y financieras de manera más inmediata, será inminente el cierre de muchas de ellas, con esto, la eliminación de fuentes de empleo y como consecuencia fatal, la crisis económica en todas sus dimensiones. Hoy se tiene un problema que es de todos, la solidaridad de los mexicanos ha sido y será siempre uno de sus distintivos, compremos productos hechos en México, apoyemos comprando en los establecimientos cercanos al nuestro domicilio, no dejemos que mueran nuestras micro, pequeñas y medianas empresas.