Crónica anuncia de la muerte de las MiPYMES

En la actualidad, cerca del 90% de la economía en México tiene su dependencia en las micros, pequeñas y medianas empresas, las cuales para poder funcionar tienen como requisitos fundamentales contar con el permiso de uso de suelo, también con el permiso de apertura de establecimiento mercantil, la licencia de funcionamiento, tener anuncio exterior y contar con el registro o alta del registro federal de causantes, este último indispensable para el reporte de ingresos y egresos y así definir la contribución al fisco.

En México los empresarios en este rubro llegan a pagar hasta el 53% de impuestos y contribuciones, por ejemplo, el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el cual puede ir desde un 9 hasta un 35%; el Impuesto al Valor Agregado (IVA) tasado en un 16%; estos dos impuestos se deberán pagar o trasladar según sea el caso los días 17 de cada mes; por otra parte, cada año se deberán pagar impuestos locales y estatales y el ISR en la declaración anual; lógicamente, deberán emitir y recibir comprobantes fiscales por internet (CFDI) o facturas electrónicas. Además de lo anterior, los impuestos también se pagan de acuerdo al tamaño de la empresa, entre los que figuran las cuotas al IMSS, participación de utilidades (PTU), nómina electrónica y los CFDI del pago de la nómina y los traslados del ISR de los empleados; además de estos existen otros conceptos como el SAR y el INFONAVIT. Uno de los egresos fijos más costosos en las empresas es la nómina, en otras palabras, el pago de la mano de obra directa o indirecta; 

Para poder cumplir con todas estas obligaciones, las empresas deben estar operando por lo menos a un 40% de su capacidad instalada, algunas por su naturaleza requieren hasta un 50% de su CI, es decir, si se trata de una empresa de servicios, extractiva, o de la transformación; lógicamente, si la empresa opera sobre estos porcentajes es una empresa altamente productiva y sana.

La pandemia que el mundo está viviendo, pone en jaque a todas las empresas, México no es la excepción, principalmente a las MiPYMES, la mayoría de los países en el mundo están estableciendo estrategias fiscales de apoyo a las empresas, ya que, si bien es cierto, el problema inmediato es de salud, las consecuencias de esto se verá reflejado en la economía en el mediano y largo plazo, sin embargo en México no se tiene la misma visión, por cierto, este 31 de marzo, vence el plazo para la presentación de declaraciones anuales  en nuestro país, para lo cual, no hay prorroga ni apoyos de ningún tipo, al contrario, desde el jefe del ejecutivo hasta la representante del SAT, han solicitado a los contribuyentes “la solidaridad” para el pago de sus impuestos, reafirmando que sigue en pie la presentación de la declaración, más que una solicitud de apoyo pareciera un chantaje moral usando como escudo la empatía de la economía moral, refiriéndose al bienestar igualitario y fraterno para garantizar que los pobres, los débiles y los olvidados encuentren protección ante incertidumbres económicas, palabras de la hoy titular del Sistema de Administración Tributaria.

Sin embargo, los empresarios se encuentran solos, de acuerdo a los comunicados del gobierno federal, en donde se solicita el no despido de los trabajadores y que estos descansen durante la cuarentena con goce de sueldo, los dueños de las MiPYMES no reciben ingreso alguno para enfrentar la crisis, si no hay ingresos no hay forma de mantener la cadena, ya que para funcionar se requiere de proveedores en diferentes dimensiones hasta que llegue el servicio o el producto al consumidor final, consumidores que han disminuido hasta un 10% y con ello el desplome de las ventas y en consecuencia la disminución de los ingresos, todo ello ante egresos permanentes y vigentes.

La realidad que hoy las MiPYMES están viviendo es alarmante, si el gobierno no establece estrategias fiscales y financieras de manera más inmediata, será inminente el cierre de muchas de ellas, con esto, la eliminación de fuentes de empleo y como consecuencia fatal, la crisis económica en todas sus dimensiones. Hoy se tiene un problema que es de todos, la solidaridad de los mexicanos ha sido y será siempre uno de sus distintivos, compremos productos hechos en México, apoyemos comprando en los establecimientos cercanos al nuestro domicilio, no dejemos que mueran nuestras micro, pequeñas y medianas empresas.

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