Paradigma del éxito empresarial y liderazgo supremo

ARGELIA NÚÑEZ
PARADIGMA DEL ÉXITO EMPRESARIAL Y LIDERAZGO SUPREMO

Las mujeres empresarias juegan un papel cada vez más importante en la promoción del crecimiento y desarrollo del país. Las habilidades empresariales de las mujeres acuden a un rol predominante en el sector empresarial. Contribuyen de manera consistente a incrementar y valorar la capacidad corporativa, al demostrar sus capacidades y habilidades proactivas en alcanzar sus propias empresas. Desde hace unos años el papel de las mujeres empresarias en el desarrollo social y económico está comenzando a ser reconocido, requiriendo mayor atención.

Los   análisis   de   la   relación   que   guarda   la actividad   económica   entre   las   mujeres   y   el crecimiento económico de un país muestran que existe una clara correlación entre la actividad empresarial de las mujeres y el crecimiento del PIB. Hay una conexión positiva y más fuerte entre la participación  de  la  mujer  en la propiedad de empresas y el crecimiento económico. Por ello, la  actividad  empresarial de  las  mujeres gana cada vez  mayor  reconocimiento  en  los  círculos de políticas públicas. Tanto gobiernos nacionales como organizaciones  internacionales están percatándose de que el fomento del desarrollo económico de  la  mujer  a  través  de  la creación  de  empresas  puede  tener  un  impacto positivo en un gran número de áreas. 

La revista Asesores se ha dedicado desde su creación, a celebrar los logros sociales, económicos, culturales y políticos de las mujeres en México y en el mundo. Desde entonces, nuestras ediciones han promovido los logros de las mujeres, fomentado conciencia sobre la igualdad y consiguiendo notoriedad para sus iniciativas, suscitando la paridad de género.

Por todo ello, Asesores consuma un reconocimiento a la trayectoria de una empresaria excepcional, Argelia Núñez, siendo la portada de este número el galardón más destacado que puede conceder el Honorable Consejo Editorial. Porque estamos convencidos que su empuje, su ilusión, su inteligencia y, sobre todo, su facilidad para ver las cosas que los demás no ven, hacen de ella un paradigma del éxito empresarial. “Soy una mujer en constante superación y lucha. Asumí el compromiso por la construcción de un país mejor; más justo y más humano, para todas y todos los mexicanos”, nos afirma con suma complacencia y satisfacción, sabedora de que forma parte indiscutible de la legión de líderes que capitanean a nuestra nación, marcando la senda que ha recorrido con responsabilidad y que la ha convertido en una empresaria de referencia en la sociedad mexicana.

Argelia Núñez García es Licenciada en Educación Primaria por la Universidad Pedagógica de Durango, con especialidad en Conducta Psicosocial. Cursó y obtuvo el grado de Maestría en Administración y Alta Dirección en la Universidad Iberoamericana de Torreón. Cuenta con  diplomados y capacitaciones nacionales e internacionales  por parte de la Organización Internacional del Trabajo. Actualmente, cursa en la UNAM el Diplomado en Perspectiva de Género en la Persecución de Delitos de Violencia contra las Mujeres y  la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de la Laguna. Asimismo, fungió como Directora General de Coparmex Laguna S.P. encabezando el liderazgo profesional de la organización empresarial en Torreón, Gómez Palacio y Lerdo. Títulos académicos y responsabilidades públicas que constatan que nos encontramos frente a una mujer preparada, valiente, perseverante y noble.  

El motor que propulsa el espíritu incansable de Argelia Núñez es sin lugar a dudas ayudar a los demás; por ello cree que la empresa como institución es clave para llevar a cabo una renovación del humanismo en nuestra sociedad. La cláusula la proporciona nuestra homenajeada, quien con gran perspicacia ha señalado que, en la sociedad en que nos ha tocado vivir, la que “unifica y organiza a las personas es la empresa”. Con este solidario principio creó ANG SPA, líder regional en tratamientos estéticos de alta especialidad, emprendimiento que comparte con su hijo Emerson Medel Núñez. En este sentido, el predominante enfoque humano que desde hace años ha impuesto a su empresa, se ha convertido en el gran elemento organizador e integrador de la sociedad de nuestro tiempo, dando trabajo a mujeres de todos niveles y edades, y facultando una mejor vida para todas y todos sus colaboradores y clientes.

Se dice que las organizaciones son obras colectivas. Lo cual es cierto. Sin embargo, la forma de las mismas, sus objetivos, y el espíritu que las anima depende siempre de personas concretas. Así fue como Argelia fundó Poder Inspira Poder A.C., que ha tratado desde su origen de integrar las actividades complementarias de las mujeres en el contexto de la sociedad civil, contribuyendo a solucionar los complejos problemas que ahí aparecen. Problemas siempre necesitados de esta visión humanista con perspectiva espiritual, dando la importancia a lo sencillo, a las pequeñas cosas de la vida, que siempre ayudan a construir una sociedad más justa, centrada en la persona. En este sentido, la organización, ahora codirigida por su hija Frida Medel Núñez, ha sido la piedra angular en la formación humanista de mujeres que han accedido a ella mediante seminarios, coloquios, jornadas, conferencias, amén de varias revistas y libros, así como programas de capacitación y acompañamiento. 

En este sentido, sostiene Argelia Núñez que: “mi misión en la vida es ayudar a otras personas para que superen  sus circunstancias, detonen sus capacidades, descubran un propósito y fortalezcan su determinación para alcanzarlo.  Aunque reconozco la importancia de la asesoría, la capacitación  y el entrenamiento para triunfar, busco antes que todo, ser fuente de inspiración. Trabajo para transmitir a miles de mujeres la mística de la trascendencia, a partir de la autovaloración y el trabajo decidido por la superación”. Se puede entonces asegurar que como líder empresarial es alguien que tiende naturalmente a ser ejemplo vivo de superación, por ello se ve impulsada a abrirse a la multilateralidad de facetas que la perfilan para seguir adelante con sus proyectos en pos de la sociedad civil. 

Esa tarea de ordenar, organizar, crear comunidad que, hemos dicho, es la esencia de la condición de Argelia Núñez, es lo mismo, en términos clásicos, que hacer el bien, aquí y ahora, que es el otro modo de llamar a su encomienda. Una empresaria que hace el bien, no solo cuando logra que las cosas funcionen, sino cuando consigue que las personas se comporten como tales, que, con ocasión de administrar el poder puede dar y recibir, contribuyendo al propio crecimiento. Por eso, no nos cabe duda que la acepción que más le cuadra a Argelia Núñez es la de “noble visionaria”, si bien, cabe pensar que el Diccionario ha sido parco en ejemplos, la nobleza tiene una condición aristocrática de buena dirección, liderazgo supremo, conocimiento divino. Si Argelia Núñez es una noble visionaria, lo es también de otras muchas cosas, y quizás más que de la “nobleza”, de la sabiduría. 

Fue con esta sabiduría antes descrita que escribió “Las Reinas no se rajan”, un libro que apela a la fortaleza de las mujeres con dinamismo y solicitud, dejando en claro que rendirse no es la opción, sino hacerle frente al dolor con valentía. Más allá de las incógnitas que han deparado su vida, nos recrea coyunturas a partir de sus vivencias propias, logrando hacernos pensar que nunca es tarde para asumir cada reto con residencia y sororidad. Y en este tenor nos atestigua:
“La desigualdad, la discriminación, la violencia, el abuso, son amenazas latentes y agudas para las mujeres en el entorno laboral y en la cotidianidad. Ser mujer y tener éxito en estos tiempos implica esfuerzos mayúsculos. Pero triunfar, ser feliz y vivir con trascendencia en algo asequible. Por ello, el instrumento para enfrentar toda vicisitud es el conocimiento tanto de derechos como de capacidades; la capacitación, el entrenamiento y la independencia económica son herramientas contundentes. Por mi experiencia afirmo que no hay nada más poderoso en una mujer con conocimientos aplicados asertivamente”. 

Eso que hemos llamado sabiduría puede ser el resumen de un cúmulo de virtudes que ostenta Argelia Núñez. Y es a través de esta gnosis que despliega sus otras probidades: justa, templada, prudente, fuerte, animosa, magnánima y dadivosa. Señalando que, ante la grandeza del espíritu, emerge la generosidad, por ello ha llevado a cabo sendas campañas altruistas de lucha contra el cáncer y reconstrucción de mama para mujeres de escasos recursos. Esa es, precisamente, una de las funciones de la nobleza, ser modelo social. También aquí un caso de liderazgo social. Además, su acción institucional en defensa de los más desprotegidos no se ha limitado al género femenino, sino que ha tenido la visión de extenderla también al ámbito político, a través del Consejo Ejecutivo de Va por México, organización que busca dar la pelea articulando las fuerzas de oposición de cara a las elecciones de 2024.  

Dama del valor, soberana de la virtud, emperatriz del honor. Todos esos rasgos, su vasto conocimiento, su sencillez, su cultura, su bonhomía y su belleza seguramente explican su capacidad para cautivar a sus auditorios. Ese es su espíritu, su talante constructivo, su actitud positiva capaz de iluminar cualquier evento con su sola presencia, condiciones que siempre la caracterizan. Tiene pues la figura de Argelia Núñez una trascendencia por todo lo que ella representa como persona. Sin duda una mujer de una ética profunda y un valor incalculable, categorías advenidas de las enseñanzas de su señor padre, Don José Quintín Núñez. Por ello tenemos sobradas razones para rendir este homenaje a una de las empresarias más íntegras del escenario actual, que a lo largo de su trayectoria, ha cultivado enormes méritos que no resultan difíciles de resaltar. Ella encarna bien a la mujer empoderada, utópica y cabal, porque todo cuanto ha hecho ha sido sin aspavientos, sin pretensiones personales, sin buscar el vano reconocimiento, sino todo lo contrario, pensando siempre en la mejora y el desarrollo de los demás. Hoy el liderazgo femenino sigue su ejemplo y, sin dudas, queda en su historial la huella de una de sus más importantes hacedoras: Argelia Núñez. ¡Honor a quien honor merece!

Fotografía: Laura Grageda

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