Los Grandes Asesores en Estrategia de Seguridad
POR: OSIRIS CUAMATZIN GUZMÁN
El ser humano como ente multidimensional, ha desarrollado desde la más remota antigüedad, una serie de procesos para subsistir. Grosso modo, dichos procesos se fundaron en un pacto social primitivo que le mostró las ventajas de agruparse en clanes, distribuir tareas, establecer roles y sobre todo, crear mecanismos de defensa que permitieran la continuidad de su comunidad, así como prevalecer ante los diversos retos cotidianos. En esa misma línea, el psicólogo estadounidense Abraham Maslow, propuso una teoría mediante la cual se establecieron jerarquías a cada necesidad humana, cuya piedra angular de dicha pirámide, son las necesidades fisiológicas y de seguridad, lo cual constituye la base de la autorrealización individual y de esta manera permite contribuir a la consolidación efectiva del edificio social.
Por consiguiente, para lograr un impacto benéfico y transformar de manera positiva la realidad, el ser humano requiere garantizar sus necesidades fisiológicas y además contar con una estructura que de soporte, certeza y estabilidad a las mismas. Por tal motivo, se establecieron criterios morales con la finalidad de grabar en la conciencia social, la importancia de la seguridad física y patrimonial. Es sabido que nuestro sistema legal occidental, está sustentado en la protección de valores como la vida y la propiedad privada, de suyo la doctrina religiosa judeocristiana contempla en sus preceptos fundamentales, el respeto a esos valores mediante dos mandamientos de la Ley Mosaica, a saber: “no matarás” y “no robarás”.
En ese orden de ideas, la moral de una comunidad evolucionó a preceptos normativos emanados de estructuras sociales más complejas integradas por territorio, población, orden normativo y ente soberano. Por consiguiente, esta entidad denominada Estado, a través de sus diversas formas de Gobierno, ha sido el garante de la seguridad de una comunidad determinada.
Con la aparición del Estado Moderno como lo conocemos en la actualidad y la división de poderes, se aprecia tanto el proceso de creación de una ley por parte del Poder Legislativo, como la aplicación de las mismas por parte del Poder Judicial, quien dirime controversias y pondera resolutivos con base a dichas leyes (impartición de justicia), y también podemos apreciar una fuerza pública administrada por el Poder Ejecutivo, que le da soporte y coercibilidad a los mandamientos judiciales, asegurando el cumplimiento de los mismos (procuración de justicia).
Vale decir que la fuerza pública como institución, pierde su origen en la noche de los tiempos. Se pueden encontrar rastros de vigilantes encargados de combatir la inseguridad, desde los antiguos imperios Egipcio y Romano, pasando por las cofradías que protegían a los peregrinos que se dirigían a Tierra Santa, hasta la Francia Napoleónica, donde podríamos decir, se configura la fuerza pública como la conocemos en la actualidad, cuyo desarrollo y funcionamiento estuvo a cargo de Joseph Fouché, quien institucionalizó a los Agentes de Policía, los cuales además de funciones de inteligencia, tenían la consigna de mantener el orden público y la paz social. No es de sorprender que la primera academia de policía haya nacido en Francia en el año de 1883 en aras de profesionalizar y capacitar a sus elementos.
Si bien es cierto que el Estado tiene la obligación de salvaguardar la vida, la integridad y la libertad de las personas, mantener el orden público y la paz social, también es cierto que los gobernados juegan un papel importante en lo concerniente a la prevención del delito, tal es el caso que incluso nuestra Carta Magna reconoce figuras como la flagrancia como un mecanismo mediante el cual, a grandes rasgos, cualquier persona está facultada para detener a otra siempre que esta última esté cometiendo un delito al momento de su detención, teniendo la primera que solicitar de manera inmediata el apoyo de la fuerza pública para que esta proceda a su presentación ante el Ministerio Público. Asimismo, la Constitución Mexicana garantiza el derecho a poseer armas para la legítima defensa y la seguridad de sus habitantes.
En esa tesitura, se entiende que, no obstante, el monopolio del Estado en cuanto al ejercicio y procuración de la seguridad de sus gobernados, es dable que estos participen de manera activa para salvaguardar sus legítimos intereses. Es por ello que la misma Constitución establece las facultades del Congreso para legislar en materia de Seguridad Privada, considerando incluso a estos prestadores de servicios, como auxiliares de la seguridad pública.
Dentro de tan relevante labor social en la que participan los prestadores de servicios de seguridad privada y considerando que la seguridad es una de las bases para que el ser humano logre su desarrollo pleno y alcance su potencial impactando de manera positiva su entorno social, la Revista Asesores, conmemorando su 5º año, se complace en abordar un tema tan relevante, de la mano de dos íconos representativos en la materia.
Por esta razón, nuestros entrevistados, sensibles a las necesidades básicas de las personas, así como de los retos que enfrenta nuestra sociedad en materia de seguridad, consientes que con liderazgo y pasión se logra destacar en una industria tan competitiva, reciben de nuestro Honorable Consejo Editorial, un reconocimiento a su labor como especialistas en el ámbito de la seguridad privada; rama de la industria en la cual han asesorado de manera exitosa tanto a las empresas pilares de la economía nacional como a funcionarios del Estado en sus diferentes órdenes de gobierno, alcanzando crecimiento, prestigio y el posicionamiento de sus estrategias y consultorías en los últimos años, logrando así la satisfacción de sus clientes por el impacto en los resultados obtenidos, pero sobre todo por su gran vocación de servicio.
Héctor Daniel Chavero es abogado por la Universidad Tecnológica de México, cuenta con especialidad en Prevención y Persecución de Operaciones con Recurso de Procedencia Ilícita por el Instituto Nacional de Ciencias Penales de la Fiscalía General de la República. Ha sido servidor público federal, en la extinta Procuraduría General de la República, bajo la administración del General Rafael Macedo de la Concha, así como directivo en la Comisión Nacional Bancaría y de Valores. Ha participado en la coordinación de estrategias de seguridad para Estados y Municipios de la República Mexicana. Es maestrante en Seguridad Pública y Políticas Públicas impartida por IEXE Universidad.
Alejandro Roberto Pérez Pineda es abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Comenzó sus estudios de Maestría en la Universidad Anáhuac Norte, donde fue adjunto del General Rafael Macedo de la Concha. Posteriormente, comenzó el Doctorado en Derecho en la Universidad La Salle. Realizó diversos cursos en la Barra Nacional de Abogados y en el Instituto Nacional de Ciencias Penales. Es Doctor Honoris Causa por el Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia y miembro fundador del Club Rotario “México Marte Unido”. Actualmente, cursa la Maestría en Juicios Orales en la Facultad de Derecho de la Ciudad de México.
Para nuestra revista, es un orgullo publicar esta edición especial en la que otorgamos la distinción de Asesor del Año 2022 para los profesionales de la materia quienes, con su trabajo y calidez humana, demuestran ser dignos de este reconocimiento. Es así como los abogados Héctor Daniel Chavero y Alejandro Roberto Pérez Pineda, nos comparten un poco de su experiencia y los retos que han enfrentado en el ejercicio de su profesión.
¿Cómo nace la vocación de un experto en seguridad?
En la experiencia del licenciado Héctor Daniel Chavero esta vocación se debe al antecedente familiar: “Mi padre es Coronel del Ejército Mexicano; un guía en muchos sentidos para mi orientación profesional. Agradezco el que haya podido inculcarme una serie de principios, donde considero a la lealtad como valor principal. Así, el gusto por la seguridad en general, pero sobre todo en beneficio del país, viene en las venas. Desde niño admiraba a mi padre quien sacrificaba la convivencia con su familia por servir a la Patria”.
Por su parte, el abogado Alejandro Pérez Pineda, nos comenta que a lo largo de su trayectoria estuvo relacionado a diversos actores de la vida pública vinculados con la seguridad y el ámbito castrense: “Eso despertó mi pasión para dirigir mi carrera hacia la seguridad tanto pública como privada. Considero que lo más importante es abonar en un tema tan sensible y encarar los retos que el país enfrenta en esta materia”.
Los retos que enfrentan los prestadores de servicios de seguridad privada
Alejandro Pérez Pineda considera que uno de los principales retos es el marco normativo. “Se requiere tramitar un permiso por cada entidad en la que brinden los servicios de seguridad privada, a pesar de contar con una Licencia Federal, es necesario tramitar tales permisos locales. En lo particular, pienso que existe una sobrerregulación. Entendemos que la seguridad privada es una industria de alto impacto, y que tanto las empresas como los elementos que prestan dichos servicios, deben cumplir con ciertos requisitos que den certeza al momento de su contratación, sin embargo, esos criterios están cubiertos de manera efectiva por la Ley Federal, no obstante, a nivel Estatal, y en algunos casos hasta Municipal, existe duplicidad de los mismos, así como casos donde existen requisitos que ni la misma Ley Federal contempla. Otro reto es la infraestructura con la que contamos en el país, tanto en recursos materiales como humanos, ya que para atender una contingencia requerimos en ocasiones de la fuerza pública, y esta en algunas entidades del país no está en su totalidad capacitada ni equipada. De igual manera las grandes distancias que existen entre algunas ciudades, impiden atender con rapidez una contingencia, por lo que hemos propuesto el establecimiento de destacamentos en puntos estratégicos que permitan una reacción con eficacia, pero no con tanta eficiencia, ya que esto incrementa los costos de nuestros clientes”.
El abogado Héctor Chavero estima que uno de los retos más apremiantes proviene de las prácticas desleales de las mismas empresas de seguridad privada. “El Gobierno Federal ha hecho una gran labor al desplegar operativos para desarticular empresas que de manera irregular prestan los servicios de seguridad privada. Desde mi punto de vista el brindar servicios de seguridad sin cumplir con los requisitos y formalidades que la ley exige, es una práctica desleal, y por desgracia muchas empresas se encuentran en este supuesto; provocando el desprestigio de la industria y sobre todo abaratando costos, con lo que las empresas regulares no pueden competir”.
Profundizando en el tema, el experto en seguridad Héctor Chavero nos reafirma: “Como lo comentó mi colega, si tú prestas servicios en un Estado, no requieres más que el permiso en ese Estado, pero si prestas servicios en dos o más Estados, tienes la obligación de un permiso Federal. En mi opinión es un despropósito, ya que la Federación tiene la capacidad administrativa y operativa para poder regular a las empresas de seguridad privada, y así, con un solo permiso Federal, las empresas podrían brindar servicios en todos los Estados”.
“Mucha gente dice que la seguridad es cara, no es cara, es simplemente valorar lo que para ti es más importante, que es tu familia, tú vida, tus bienes, entonces si tu valoras esa parte sabrás que la seguridad no es cara, es necesaria”
La aportación de la seguridad privada a la sociedad
Como se mencionó en el preámbulo de esta publicación, creemos firmemente que la seguridad pública contribuye a sentar las bases del desarrollo social, por tal motivo preguntamos a nuestros entrevistados su opinión al respecto.
El especialista Héctor Daniel Chavero, refiere que: “La labor de seguridad privada es de grandes sacrificios, pero también de grandes satisfacciones; en nuestro caso, saber que nuestros clientes nos confían la seguridad de sus familias y su patrimonio, es el motor que nos mueve todos los días para ser mejores y más profesionales”.
En ese tenor, Alejandro Pérez Pineda refiere que la seguridad pública se ve rebasada en ciertos aspectos, a pesar de los esfuerzos institucionales, por tal motivo debemos considerar que la aportación de las empresas de seguridad privada, no solo tiene un impacto económico en la generación de empleos, sino que también en materia de seguridad pública, ya que los elementos de estas empresas son considerados por ley como coadyuvantes en la materia, “Los elementos de seguridad están obligados a contribuir con la autoridad en el desempeño de sus funciones de policía, por tal motivo es importante que estén bien capacitados y puedan brindar una respuesta inmediata conforme los protocolos de la autoridad”.
¿Consideran la gestión de riesgos como un elemento fundamental?
Al respecto el abogado Alejandro Pérez Pineda refiere que la seguridad debe abordarse de forma integral: “Previo a prestar un servicio, primero debes hacer un análisis de riesgo. Se debe distinguir las vulnerabilidades del cliente para ofrecer las mejores estrategias y eficientar recursos, sin que esto impacte de manera negativa en la calidad o peor aún, en la seguridad del cliente, su familia o sus bienes. Por tanto, para gestionar los riesgos y garantizar la continuidad de las operaciones, es fundamental que esta valoración esté cubierta. De esta manera podemos implementar los procesos y protocolos que hemos diseñado para tal efecto. Las estrategias en materia de seguridad, no están talladas en piedra, se tienen que ir modificando de tiempo en tiempo, así generamos una cultura de prevención”.
Acotando sobre el particular, Héctor Daniel Chavero nos comenta: “Los riesgos están presentes de manera latente; efectivamente la cultura de prevención de la cual se habló, es fundamental para tomar conciencia, pero sobre todo tomar acciones y reducir esos riesgos lo más posible”. A manera de ejemplo, recomendamos cambios en las rutas que de manera diaria circulamos a nuestros destinos, tener números de contacto para emergencias, planes de contingencia en caso de desastres naturales, entre otros; estos son lineamientos básicos que todas las personas deben conocer e implementar.
Como especialistas en la materia, ¿Qué servicios podemos recibir por parte de ustedes?
Como país necesitamos tener una visión humanista basada en valores universalmente aceptados, tales como, la verdad, la libertad y la justicia, el bien común, la participación y el honor entre otros, es lo que debe orientar el camino hacia el logro de una sociedad próspera y sustentada en sanos principios que le permitan proyectarse en el tiempo y mantenerse en permanente progreso. Son tantos los desafíos y oportunidades que como país tenemos y que debemos tratar de unirnos en pos de grandes objetivos nacionales, privilegiando los elementos que nos unen y resolviendo nuestras diferencias, con inteligencia y altura de miras, siempre buscando el bien común.
“Hay que acabar con el México donde el esfuerzo individual se privilegia sobre el esfuerzo colectivo; como se ha comentado, nosotros partimos de estrategias integrales, donde vinculamos a diversos proveedores con nuestros clientes, incluso con las autoridades, razón por la cual nuestro servicio se sustenta en las sinergias que se pueden lograr con los esfuerzos combinados”. Así lo manifiesta Héctor Daniel Chavero desde su óptica certera y positiva.
Por su parte, el abogado Alejandro Pérez Pineda, refiere: “Para lograr superar la brecha entre seguridad e inseguridad, se debe realizar un trabajo conjunto, donde sociedad civil, de la mano con las autoridades, vayan tejiendo un plan estratégico acorde a las necesidades prioritarias. De igual manera tenemos un respeto a la autoridad y debemos llegar a ver al policía pie tierra, como un integrante de nuestra sociedad y como un servidor público que merece que lo acatemos con respeto. Un ejemplo de la importancia que tiene la coordinación con las autoridades, es la estrategia que está siguiendo la administración federal actual, contar con la Marina Armada en Puertos Mexicanos y la creación de la Guardia Nacional, entre otros, han sido decisiones atinadas en materia de seguridad pública por parte de este Gobierno, lo cual nos permite crear estrategias con alto valor y alto grado de efectividad para nuestros clientes”.
Finalmente, nuestra revista agradece la participación de estas distinguidas personalidades, quienes mediante su trabajo, categoría y función social, han logrado la consecución de los objetivos que residen en sus valores y principios. La misión y visión fijadas, no solo buscan la satisfacción a las necesidades de sus clientes, sino también contribuir al desarrollo social, y a un país donde cada individuo pueda realizarse en plenitud. Con ese propósito, los ilustres y conspicuos abogados Héctor Daniel Chavero y Alejandro Roberto Pérez Pineda, dan cuenta de su servicio a la Patria. ¡Honor a quien honor merece!