Suky Karina Yard
Abogada litigante en busca de justicia legal y social
Por: Marlina López
Directa y enfocada en contribuir con mejores días para su país y sus habitantes, instar a la convivencia en relaciones sanas y de pareja, Suky ha marcado el enfoque de su vida desde muy pequeña; defendiendo causas nobles del lado de los más vulnerables, de quienes no tienen las herramientas para levantar su voz y exponer sus necesidades.
Suky Karina Yard, es panameña y citadina, su entorno marcó su profesión. Desde la adolescencia decidió estudiar con mucha dedicación y empeño para ser abogada defendiendo las injusticias; proponiendo leyes y normas que contribuyan a mejorar su aplicación para que los inocentes puedan alcanzar justicia y los culpables la pena más cónsona a sus delitos, y en este marco Concursó para la Defensoría del Pueblo, en la última elección. Ha presentado proyectos para reformar el Código Procesal Penal para que se cumplan penas sin acuerdos en abusos sexuales y violaciones, porque las que hay no son cónsonas, asegura.
Creció en la calle Pedro Obarrio, del popular y reconocido barrio de El Chorrillo, considerada “área roja” de donde se dice no sale nada bueno. “Nací en un cuarto de esos como los que narra la poesía… “cuartos, cuartos, cuartos de la gente pobre con sus chiquillos descalzos”… que señala la poesía Cuartos, del poeta panameño Demetrio Korsi, expresa orgullosa.
Mentora, filántropa y premiada En Positivo
Motivadora de Mujeres y certificada coach de familia, sus luchas legales de frente en defensa de la mujer, la niñez y la familia, la hicieron merecedora recientemente al Premio ONG en Positivo 2021 (Premios Panamá en Positivo) dedicado a la Fundación Vida Mujer.
Creadora y directora de Vida Mujer, es un proyecto que Suky ha logrado hacer realidad el cuál mantiene con sus recursos, también con algunas donaciones de personas y empresas que se identifican con el trabajo que realiza junto a su familia y colaboradoras. “Pasé por abuso a los 15 años, me sobrepuse, no me dejé vencer, siempre quise ayudar a prevenir y darle herramientas a quienes sufren abuso, a obtener la justicia que merecen para reconstruir sus vidas”.
Actualmente la Fundación funciona en el Distrito de Arraiján, donde Suky reside desde hace 15 años, pero aspira a tener capítulos en otras provincias para tener mínimo unos tres albergues con asistencia legal-social para mujeres y familias, donde se les pueda ofrecer acompañamiento de recuperación, adelantó la abogada con fija mirada y una sonrisa que se asoma vislumbrando sus metas. “Sé que no podremos rescatar a todas, pero la vida de una mujer, un niño, una niña… con una adolescente que logremos cambiar, me sentiré AGRADECIDA”, puntualiza.
Con la Fundación, la Abogada representa a familias en procesos legales, brinda ayuda económica a hijos de madres de femicidio quienes quedan afectados y en riesgo social. Da charlas, asesorías, mentorías, bajo el programa Karol Velásquez (nombre en honor a una joven víctima de violencia), una escuela de emprendimiento, dónde realizan donaciones de comida, artículos de cuidado personal, para familias y mujeres, con gran parte de sus recursos y donaciones de la gente que se identifica con las necesidades del prójimo.
De acuerdo con Suky, “No podemos quedarnos de brazos cruzados solo viendo los problemas, las malas noticias, los abusos, las injusticias. No podemos ser solo receptivos, hay que ser reactivos para prevenir y cambiar las malas prácticas, las circunstancias, para poder construir los pilares de un mejor futuro para las familias y el país”.
Abogada litigante de la justicia
Abogada de Familia y Penalista por más de 10 años, un título que obtuvo con persistencia, dedicación y esfuerzo, se considera “enamorada de la justicia” desde pequeña, queriendo defender a los desprotegidos y las causas sociales que considera justas, la motivación que iba creciendo desde su realidad, con una madre ausente por violencia doméstica, y abusada a los 15 años, lo cual confiesa sin reparos, porque fueron base para el desarrollo de la mujer que hoy es; profesional, madre, esposa, buena hija, defensora de las leyes y comprometida con mejores días para Panamá.
Defender los derechos y causas sociales justas, sobre todo en sectores vulnerables ayudar a quienes no pueden alzar su voz, “porque el sistema no está diseñado para que los más vulnerables sean atendidos, escuchados y logren la justicia que merecen, porque el sistema de justicia en Panamá está diseñado para un sector, por eso la justicia debe ser mejorada para residentes y visitantes”, señala enfática.
Pone como ejemplo a una mujer que debe perder hasta su vida para ser escuchada, o como el escándalo del maltrato a niños y adolescentes y la vulneración de sus derechos en los albergues de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNIAF), para ser escuchados, donde el sistema falla porque la gente desconoce sus derechos y los procesos.
A su juicio, hay muchas oportunidades de mejora en la justicia panameña, donde “el Sistema Penal Acusatorio” es lo mejorcito de los últimos años en la historia de la justicia en el país, para estar dirigido a que las personas tengan justicia pronta y adecuada para las víctimas.
La vida de Suky, abogada Penalista y de Familia, en su firma Yard & Abogados Legal Group, está regida por sus valores humanos, cristianos, morales, sociales y legales. Les advierte a los posibles clientes, que ella no tramita delitos relacionados con drogas y narcotráfico, vinculados con delitos sexuales a menores de edad, ni adultos, salvo que haya indicios de inocencia, “porque van en contra de las causas en las que creo y defiendo”, aclara; agregando que, prefiere ser abogada de las víctimas.
“Toda persona tiene derecho a un abogado“, sostiene, pero ella defiende la protección de la familia. “Creo fervientemente que el hombre y la mujer son importantes para la sociedad”. Suky reconoce que hay mujeres agresivas que cometen delitos penales graves, pero estadísticamente hay más mujeres abusadas que hombres.
Suky hace énfasis en que hace falta más docencia en la sociedad, que la gente conozca sus derechos, que sepan dónde buscar justicia y las garantías fundamentales que le da la Constitución. “Hay que empezar desde la educación primaria, porque muchas veces hay abuso por desconocer sus derechos”; tal es el caso de las negligencias médicas, donde la mayoría opta por decir “no voy a perder mi tiempo”, siendo esta la excusa y causa de la vulneración, detalla la Abogada; indicando que, en el grupo médico no hay entrada para conseguir pruebas de los delitos cometidos, porque el sistema lo permite, pero hay que seguir haciendo las denuncias.
Acepta que el país tiene leyes para todo, pero no existe verdadera certeza del castigo. El sistema no es equitativo e igualitario. No hay seguimiento para el que delinque, y esa es la traba de la justicia, “pero no podemos quedarnos de brazos cruzados”.
Cuando te desenvuelves en temas sociales en el país, la pregunta casi obligada es si ¿buscas un puesto político? Directa como siempre, Suky dice que no lo descarta. “Todos somos políticos, que no nos involucremos en contiendas electorales es otro punto. El tema político no lo cierro. Creo que hay que dejar de ser espectador para participar por cambios urgentes que la sociedad requiera. Quiero seguir aportando a mi país, y a mi distrito Arraiján. Anhelo a que Arraiján resplandezca; avanzar con proyectos de desarrollo en un distrito donde se pueda habitar y disfrutar, no como actualmente es, área para llegar a dormir y salir muy temprano”.
De presentarse la oportunidad trabajará en función y a beneficio del país y Arraiján, un distrito con muchas necesidades de familias, carentes hasta de lo más básico. Ya que contrario a lo que muchos piensan que la pobreza y necesidades solo existen en áreas montañosas del interior del país, en Arraiján y otras periferias de la capital, hay familias que no tienen ni lo más básico.
“Las nuevas figuras que entran al Gobierno deben servir al país y no a sus propósitos. Es importante que tengan trayectoria académica, humana y conocimiento social. Se necesita servicio y humanización” en las leyes y la política, subraya.
Amante del cine, sobre todo películas de Marvel, Denzel Washington y Robert De Niro, entretenimiento que comparte con su hijo de 17 años y su esposo, como su atracción por la playa y el mar, lecturas de la Biblia y libros de superación personal, aspira a que, cuando mencionen Suky Karina Yard, digan que es una mujer abogada que defiende causas nobles. Una ciudadana que sueña con un Panamá diferente y un Arraiján floreciente.