Johan Rubén Rodríguez Álvarez
Como reza aquel conocido refrán: lo que se hereda, no se hurta, al mediocampista regio, Johan Rodríguez, le viene de herencia la pasión por el deporte futbolístico. Dejando su natal Monterrey, Johan Rodríguez emigra hacia la ciudad de México donde, después de mucho entrenamiento y preparación, le llega la tan esperada oportunidad en 1996 con el Cruz Azul, colaborando con la máquina cementera en la semifinal del campeonato del 97. Sin embargo, es hasta su llegada al Santos Laguna, en 1999, donde todas sus habilidades como mediocampista se muestran en la cancha. El vasco Javier Aguirre lo convoca para el mundial Corea del Sur/Japón del 2002 en donde con un despliegue de habilidades en las canchas niponas, siempre estaba al frente.
Hoy en día, a partir de su retiro en 2007, reconoce toda la influencia que el fútbol le ha dado desde lo siete años, cuando sus sueños de ser un jugador profesional, rodaban en la calle: “Todo en mi vida está influenciado por el fútbol: mi empresa actual; las entrevistas que doy, incluso en las que me detienen en la calle, sólo para preguntarme o pedirme un autógrafo; cuando viajo, sabiendo disfrutar, por los tantos viajes que realicé; pero lo más importante, el fútbol ha influído a que yo dé testimonio de vida como jugador, convertido ahora en una persona exitosa”. Agrega con sencillez: “Con el fútbol, a mi familia le he podido dar gratos momentos, además de tranquilidad en muchos sentidos”.
Sin dejar de sentir el fútbol en todo lo que realiza, en la actualidad Johan Rodríguez con un título de entrenador, tiene una academia de fútbol para niños extranjeros y nacionales en San Miguel de Allende, Guanajuato; además de proyectos para otros municipios con base en el deporte. Su conocimiento como profesional del fútbol, lo ha dejado como una huella muy importante en una empresa personal llamada “Book”, en ella se brinda asesoría financiera a los jugadores que no saben cómo administrarse, creando planes personales e individuales para sustentar una imagen fuerte, con un gran potencial profesional.
Una vida con sacrificio lleva a conseguir grandes logros y es modelo para la juventud actual, dejando siempre constancia de que el trabajo te brinda grandes recompensas. Johan Rodríguez lo sabe y argumenta: “Yo creo que las generaciones que vienen, están tocando fuerte, pero tienen que estar conscientes de que la vida no es fácil, que la vida hay que ganársela. Hay que estudiar, la gente que no estudia está lejos de las oportunidades, la gente que no tiene fuerza para conseguir algo, la gente que no tiene ganas de vivir no tiene oportunidades”.
“Cada mexicano tiene una capacidad, inteligencia y audacia muy singular, y aunque la vida se vaya complicando, las herramientas que el conocimiento nos va dando, marcan un claro camino hacia el triunfo, por medio del trabajo, ante el cual debemos ser humildes pero muy responsables”, una concluyente reflexión.