EL NOTARIADO Y LA SEGURIDAD JURÍDICA EN LA PANDEMIA
PEDRO LUIS NOBLE MONTERRUBIO
NOTARÍA PÚBLICA NO. 18, PACHUCA, HIDALGO
En el curso de la actual pandemia derivada del virus SARS–COV2 (COVID-19), sin duda alguna, como sociedad nos encontramos en una reconfiguración total de las actividades diarias, desde la esfera personal, hasta en el ejercicio de nuestros oficios y responsabilidades profesionales. Es importante entonces, para quienes ejercemos la ciencia jurídica, el analizar de forma amplía, la figura de la seguridad legal en todas y cada una de las actividades propias de las ramas del derecho y compartir con la sociedad civil, los retos y alcances de este importante elemento jurídico.
El Notario, por facultad delegada del Estado, está investido de fe pública, autorizado para dar forma legal y autenticar los actos jurídicos y hechos o circunstancias con consecuencias jurídicas conforme a las Leyes.
La seguridad jurídica es la certeza que constitucionalmente se ofrece al titular de los derechos públicos subjetivos (garantías individuales o derechos humanos) la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y que obligadamente el Estado debe reconocer y hacer respetar.
En esa idea, los gobernados tienen el derecho de exigir a través de los tribunales constitucionales, el cumplimiento puntual y exacto de las garantías individuales consagradas en nuestra Carta Magna.
Las personas físicas y morales gozan de la seguridad y certeza de que los atributos a su personalidad (su nombre, domicilio, estado civil o régimen estatutario para las personas morales, su capacidad de goce y de ejercicio y su patrimonio) serán siempre respetados y los derechos que les atañen habrán de cumplirse y en su caso, el Estado habrá de proteger.
El servicio público notarial consiste en la autenticación de los actos jurídicos, hechos o circunstancias, que los interesados soliciten se hagan constar ante la fe notarial o que las Leyes prevean, se verifiquen con su intervención. Dicho servicio público se rige por esta Ley, su reglamento y por las demás disposiciones que resulten aplicables.
Los ACTOS JURÍDICOS son la manifestación de voluntad o consentimiento expreso o tácito, consciente, libre y destinado a producir los efectos jurídicos determinados por la ley. Los Contratos son por excelencia actos jurídicos y su celebración ante notario se hace constar en ESCRITURAS.
Los HECHOS JURÍDICOS son sucesos o acontecimientos de la realidad y que producen efectos jurídicos. El notario que certifica la realización de un hecho jurídico lo hace constar en su protocolo a través de ACTA. El notariado tiene clara vocación social en el ejercicio de la importante función del Estado de brindar seguridad y certeza jurídica. Las notarias y los notarios tenemos sólida formación profesional con especialización en diversas materias y con actualización continua.
El notariado brinda asesoría y consejo a personas físicas y morales para que tomen decisiones fundadas y razonadas que vayan dotadas de seguridad y certeza jurídica para afrontar las secuelas de la pandemia respecto a la persona, a sus contratos y a diversas operaciones bancarias, comerciales y societarias.
Los notarios somos solidarios y estamos en unidad ante la emergencia sanitaria global, participando en todas las actividades jurídicas no contenciosas y con ello proveemos al usuario del servicio notarial de seguridad jurídica. El notariado tiene igualmente la posibilidad de prevenir conflictos y resolverlos por medio del ejercicio de la mediación jurídica. Los notarios garantizamos la seguridad jurídica ejerciendo control en la legalidad y exactitud en el ánimo contractual.
Acudir al notario significa buscar y lograr confianza en todos los negocios que le son consultados presencialmente o por la circunstancia actual a través de medios tecnológicos.
El notario es un aliado de las personas, sobre todo en tiempos de pandemia que para superarla se requiere de acuerdos de voluntad, de revisiones y reestructuraciones contractuales para dotarlos de seguridad jurídica.
