DESARROLLANDO LA CULTURA DIGITAL DE LA EMPRESA MEDIANTE LA ALFABETIZACIÓN DIGITAL DE LOS COLABORADORES

Por: Rodrigo Esteban Icaza García
● Licenciado en Comunicación Ejecutiva Bilingüe.
● Diplomado en Mediación con énfasis en Ciencia y Tecnología.
● MBA en Administración y Dirección de Empresas.
● Master en Coaching, Gestión Emocional y Mindfulnes.
● Autor del libro: Aprendiendo a usar Bitcoin.
●Co-founder & Facilitador The Blockchain

No hay duda de que el inicio de la década del 20 vino con un gran reto: la aceleración del proceso de transformación digital en las empresas. Pero, después que una empresa está transformada digitalmente ¿cuál es el siguiente paso?

Posterior a la transformación digital de una empresa, el desarrollo de la cultura digital se convertirá en el siguiente paso. Y es que esta no responde a las nuevas formas de ver los procesos internos de la empresa, sino cómo las personas se relacionan con dichos procesos y, consecuentemente, cómo se relacionan entre sí, dentro del entorno digital de la empresa.

Una pregunta muy común que realizo a empresarios y colaboradores de una organización es la siguiente: en el último año ¿cuántas veces te reuniste con el encargado del área de sistemas computacionales para que te explicara algún concepto relacionado con ‘ciberseguridad’, por ejemplo, en tu dispositivo personal?

“Posterior a la transformación digital
de una empresa, el desarrollo de la
cultura digital se convertirá en el
siguiente paso”

Si la respuesta de este individuo es entre 1 y 3 veces en el año, su nivel de cultura digital es bajo. Si supera las 3 veces al año, podríamos identificar que su nivel de cultura digital es mayor.

Al extrapolar esta definición hacia el entorno digital, entenderíamos la cultura digital de la empresa como todos aquellos conocimientos y prácticas digitales relacionadas con el entorno empresarial.

Para hablar de cultura digital en la empresa, debemos partir por el concepto de alfabetización digital, el cual consiste en el proceso de sensibilización y educación, tanto de los empresarios, como de los colaboradores no técnicos, en su relación con los entornos digitales de la organización.

Este proceso de alfabetización digital requiere que los individuos comprendan una serie conceptos básicos como: identidad digital, conectividad, algoritmos y protocolos, trazabilidad y registros, redes de información y navegación, ciberseguridad, autenticaciones y autorizaciones de usuario, privacidad y protección de datos personales, entre otros.

Es decir, temas con los que nos relacionamos cotidianamente, una vez que accedemos a nuestros dispositivos electrónicos, pero de los cuales carecemos de conocimiento, exponiéndonos ante el mundo digital con amplias vulnerabilidades, de modo que podamos convertirnos en blancos fáciles de acciones dirigidas por terceros en contra de nuestra interacción con el entorno digital.

Un ejemplo clásico de cultura digital aplicada en la empresa.

A continuación, veremos un caso práctico del primer paso para tener una cultura digital empresarial sólida, mediante la alfabetización digital.

Es muy común observar que, en una empresa con pobre cultura digital, los colaboradores utilicen contraseñas poco seguras como “123456”. No obstante, se debe comprender que, en los entornos digitales, las contraseñas no son percibidas en texto plano (tal cual se observan las palabras), sino que son encriptadas (ocultadas), mediante funciones matemáticas conocidas como “Hash” y algoritmos, los cuales convierten el texto plano en una cadena alfanumérica, haciendo que su contenido no sea fácilmente legible.

Al ser la contraseña “123456” la más utilizada en el mundo por personas no técnicas, debido a su poca complejidad para memorizar, su valor hash resultará siempre el mismo, según el algoritmo de encriptación que utilice la plataforma en la que el individuo se registre, por lo que, al hacer la comparación de este valor, nos daremos cuenta de cuál es la contraseña que se está utilizando:

En la siguiente tabla se muestran diferentes algoritmos para la contraseña “123456” y posteriormente, veremos lo que un técnico puede visualizar.

Concluyendo con el ejemplo, si a su correo empresarial, usted le asigna la contraseña “123456” y en su empresa utilizan un algoritmo de encriptación MD5; en caso de que su organización sufra un ciberataque y se logre vulnerar la seguridad de la plataforma, el atacante visualizará el valor hash e10adc3949ba59abbe56e057f20f883e e, inmediatamente, reconocerá que la contraseña que usted utiliza es “123456”. Por lo tanto, esta acción requerirá un cambio de contraseña urgente, para evitar que se pueda acceder a la información almacenada en el correo electrónico.

Las recomendaciones más comunes sobre el uso de contraseñas.

Cabe señalar que, para usar contraseñas más seguras, lo recomendable es que los usuarios utilicen más de 8 dígitos alfanuméricos, alternados entre mayúsculas y minúsculas y el uso de un carácter especial.

● Las contraseñas no deben contener información básica de la persona como nombres, direcciones, ni ningún dato que pueda ser fácilmente accesible mediante “Ingeniería social”.
● La frecuencia de cambio de contraseñas debe ser entre 2 y 3 meses. Preferiblemente, anotar las contraseñas en lugares únicos y secretos, en los que sólo su dueño tenga acceso.
● ¡Cuidado! Con introducir contraseñas en plataformas cuando utiliza redes WiFi públicas. Su información puede quedar expuesta.
● Use contraseñas únicas para cada cuenta digital que tenga, especialmente, las bancarias.

La alfabetización digital como pilar del desarrollo de la cultura digital consiste en que los miembros de una organización comprendan cómo operan los entornos digitales y con base en esto, permitan desarrollar una estrategia que fortalezca la cultura digital dentro y fuera de la organización.

“La ciberseguridad empresarial, es uno de
los tantos temas que se enmarcan en la
cultura digital”

Dentro de los programas de alfabetización digital se deben considerar aspectos teórico-prácticos que toda persona pueda comprender. Sobre todo, mediante la aplicación de dinámicas visuales que permitan la adquisición de conocimiento, mediante la experiencia directa con la abstracción de los entornos digitales.