Aspectos fiscales y legales que el empresario debe conocer 2020

Derivado de las reformas fiscales que en los últimos años se han promulgado en las distintas Leyes federales, destacan en forma primordial los requisitos que deben reunir los CFDI’S para que estos sean deducibles. 

No basta para que un comprobante fiscal sea por sí mismo deducible, aparte de reunir los requisitos de deducibilidad que señalan diversas fracciones del art. 27 de la LISR, hay que reunir los requisitos que contemplan el CFF y la LIVA, por ejemplo señalo algunas fracciones del numeral en comento:

Artículo 27. Requisitos de las deducciones.

“Fracción I.- Ser estrictamente indispensables para los fines de la actividad del contribuyente.” 

Con relación a este concepto, la estricta indispensabilidad se observa en lo que señalan las escrituras constitutivas y sus modificaciones, contemplados en el objeto social de la misma y también cuando la empresa tenga deducciones; la estricta indispensabilidad se ve en el objeto social de sus proveedores ya que si la empresa se dedica a vender zapatos no puede ser que su proveedor se dedique a fabricar paletas, debe haber congruencia en ambos contribuyentes.

“Fracción III.- Estar amparadas con un comprobante fiscal y que los pagos cuyo monto exceda de $ 2,000.00 se efectúen mediante transferencia electrónica de fondos desde cuentas abiertas a nombre del contribuyente en instituciones que componen el sistema financiero; cheque nominativo de la cuenta del contribuyente; tarjeta de crédito, de débito; de servicios; o los denominados monederos electrónicos autorizados por el Servicio de Administración Tributaria.”

Es importante hacer notar que todos los CFDI’S que reciba el contribuyente y que sean superiores a $ 2,000.00 de cada deducción deben ser pagados como se indica en el párrafo anterior y además deben ser erogados a más tardar el día del cierre del ejercicio del contribuyente o que dichos requisitos deban ser cumplidos a más tardar en la fecha de la presentación de la declaración anual que es el día 31 de marzo del siguiente año, caso contrario el CFDI será un gasto no deducible.

Cualquier rechazo que puedan efectuar las autoridades federales tales como el SAT o autoridades estatales como las Secretarías de Finanzas, tienen consecuencias fatales, ya que se aumenta la utilidad fiscal y ocasionaría un pago del 30 % en el ISR, 10 % en la PTU y un aumento del coeficiente de utilidad para los pagos provisionales del ejercicio revisado o el del siguiente año, pero además causaría actualización y recargos, gastos de ejecución y multas. Cuando se hace la sumatoria de todos estos conceptos no existe poder humano ni económico que pueda sufragar una liquidación de las autoridades.

Durante muchas décadas los empresarios se dedicaron a comprar o vender facturas y el Gobierno Federal dejo de recaudar varios miles de millones de pesos, hasta que se cansó e implemento medidas para saber quien vende o quien compra facturas, así el destino nos alcanzó y el SAT (Servicio de Administración Tributario) entró a la era digital y a través del CFDI ahora sabe perfectamente bien quien compra o quien vende facturas.

Para detectar a los EFOS y a los EDOS en el presente ejercicio, se reformaron varías Leyes federales y Códigos locales para determinar que la compra-venta de facturas falsas es delito que se califica como delincuencia organizada, tratando a estas personas como narcotraficantes o lavadores de dinero, imponiendo penas corporales que se castigan con varios años de prisión sin derecho a libertad bajo fianza.

Los empresarios normalmente confían en sus proveedores y en las operaciones de compra y venta que realizan a diario pero no se toman un minuto de su tiempo antes de realizar el pago de una factura para conocer o no si el proveedor en comento es un EFO, empresas que facturan operaciones simuladas. El conocer si un proveedor es un EFO o no,  lo puede efectuar a través de la página del SAT o a través de empresas privadas que ofrecen este servicio, como por ejemplo: ELECTROEFOS que ofrecen un software muy económico y con ello verificar anticipadamente que este proveedor no este señalado en la página del SAT. Recordemos que es una obligación fiscal el consultarlo.

Todo lo anterior está perfectamente bien explicado en los art. 69-B del CFF que en términos generales señala que las autoridades podrán detectar que un contribuyente ha estado emitiendo comprobantes sin contar con activos, personal, infraestructura o capacidad material, directa o indirectamente, para prestar los servicios o producir, comercializar, o entregar los bienes que amparen tales comprobantes o bien, que dichos contribuyentes se encuentren no  localizados, se presumirá la inexistencia de las operaciones amparadas en tales comprobantes.

Por otro lado al no poder cobrarle o hacerle una liquidación a un EFO por que este desapareció, la autoridad volteara la cara contra el EDO, empresas que deducen operaciones simuladas, primero le dará la oportunidad de demostrar que efectivamente recibieron esos servicios o compraron esas mercancías y en caso de no desvirtuar dicha situación, se procederá a:

• Formular una liquidación, ya que le va a determinar un crédito fiscal, mismo que contiene: actualización, recargos, multas y gastos de ejecución.
• Es un delito fiscal que se castiga con pena corporal que puede ir de tres meses a nueve años de prisión, por así disponerlo el art. 108 del propio CFF.

Uno de los temas más importantes de la determinación por parte de las autoridades en la existencia de los EFOS es que las revisiones se pueden hacer hacia el pasado por más de cinco años y determinar créditos fiscales, ante el hartazgo por parte de las autoridades de estas operaciones simuladas y ante la falta de recaudación, es que los tribunales han definido que el SAT tiene razón al hacer estas revisiones de varios años hacia atrás y determinar créditos fiscales.

Imagínense  la determinación de un crédito fiscal por una revisión del SAT de cinco años hacia atrás que contemple el principal, más actualización, recargos, gastos de ejecución, multas y delito penal por el rechazo de varios CFDI’S, por considerarse operaciones inexistentes, insisto no hay poder humano ni económico que lo resista.

Ahora bien, otra de las modalidades que existen para considerar que un CFDI es 100 % deducible es que las operaciones cumplan con dos condiciones, a saber:

• Que las operaciones sean razonables, por así disponerlo el nuevo art. 5-A del CFF.
• Que las operaciones cumplan con materialidad.

El artículo 5-A del CFF reformado a contar del presente ejercicio señala que:

Aquellos actos jurídicos que carezcan de una razón de negocios y que generen un beneficio fiscal, serán recaracterizados por la autoridad, para efectos fiscales, o incluso podrá considerarlos como inexistentes.