Los retos de la justicia digital ante la nueva normalidad

En este período de cuarentena que estamos viviendo por la contingencia sanitaria, ha prevalecido la incertidumbre de saber cuándo se termina el aislamiento y conocer cuando se reanudan las actividades consideradas por el gobierno no esenciales tanto para los sectores públicos, privados y social, con el fin de contener la trasmisión del virus SARS-Cov-2 (COVID-19) en la población.

Uno de esos sectores es la actividad judicial, en donde la “nueva normalidad” ha generado diversas inquietudes relativas a determinar cómo se va a operar en todos y cada uno de los juzgados, salas y en general en los recintos de impartición de justicia, en los cuales ha imperado la gran afluencia y concentración de personas que intervienen en las diversas controversias, tales como los abogados, interesados, peritos en diversas materias e incluso el propio personal.

Ante dicha situación derivada de los efectos causados por la pandemia; en estricto apego al principio de acceso a la justicia, con fundamento en el artículo 122, apartado A, numeral I, párrafo primero y IV, párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano, los titulares de cada órgano jurisdiccional han considerado la implementación de medidas sanitarias y de sana distancia que prevalecerán para efecto de seguir cumpliendo las normas que eviten los contagios.

Son diversas acciones que se han contemplado emprender para la reanudación de las actividades judiciales, incluso el Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México ha emitido diversas disposiciones[1] todas ellas encaminadas con ayuda de la tecnología a implementar plataformas, sistemas y herramientas tecnológicas necesarias para la modernización y el adecuado funcionamiento de los órganos jurisdiccionales, para efectos de llevar a cabo la integración y tramitación en línea de todos los asuntos, independiente de su instancia, o materia, por lo que entre dichas acciones se deberá de regular el uso de lo siguiente:

• FIRMA ELECTRÓNICA.- Manejo de una firma electrónica que tenga los rangos de seguridad necesarios para el acceso de los expedientes por parte de las Magistradas, Magistrados, Juezas, Jueces, así como Secretarias y Secretarios: de Acuerdos, Conciliadores, Proyectistas, Judiciales y Actuarios, abogados y abogados entre otros.
• SELLO Y DOCUMENTO ELECTRÓNICO.- El uso del sello y documento electrónico, en todas sus modalidades, en la elaboración de todo tipo de promociones, resoluciones, exhortos, oficios, diligencias y demás actuaciones judiciales.
• Que las audiencias se desahoguen por videoconferencia o cualquier otro formato electrónico que lo permita.
• EXPEDIENTE ELECTRÓNICO.- Que facilite la presentación de demandas, escritos iniciales o cualquier tipo de promociones, con sus anexos, en forma electrónica ante una Oficina Virtual de Oficialía de Partes y, al mismo tiempo, se integre el expediente electrónico.

Retos, ventajas y desventajas de la tecnología digital en los juicios.

Todo cambio en cualquier actividad, implica ventajas y desventajas, solo debemos de recordar que cuando en los órganos de justicia se empezó a implementar el uso de la computadora para efecto de llevar a cabo el levantamiento de actuaciones en cada uno de los expedientes, todo ello implico zozobra, necesidad de capacitación de todos los que interactuaban, generando aciertos y desaciertos, ventajas y desventajas, pero al final del camino, hoy en día dichos cambios han permitido una mejora general en este tipo de actividad.

Es por ello que las medidas y acciones que se implementaran en la impartición de justicia para efecto de poder llevar a cabo dicha actividad a distancia, resultara en el mismo tenor, en virtud de que en la actualidad ya no es una opción sino una necesidad.

Al respecto es importante considerar que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, fue quien dio inicio con la llamada “Justicia Digital” al implementar la tecnología necesaria para efecto de dar trámite a los juicios contenciosos a través del “Sistema de Justicia en Línea”, por lo que de acuerdo al manejo que se ha tenido de esta modalidad se puede advertir lo siguiente:

Ventajas:

• Mayor celeridad en los juicios, para lograr una justicia pronta y expedita
• Disminución en los costos, tanto de los particulares como del propio personal del Tribunal
• Ahorro en papel por el volumen de expedientes físicos
• Consulta del estado procesal en tiempo real en cualquier momento, es decir los 365 días del año durante las 24 horas del día
• Envío de pruebas digitalizadas

Desventajas:

• Las documentales escaneadas muchas veces se encuentran ilegibles, por lo que no permitirá al juzgador y demás partes del juicio su valoración correcta.
• Necesidades específicas del equipo de cómputo que se tiene para poder tener acceso a dichos expedientes.
• Problemas con la red para el caso de videoconferencias contempladas para audiencias e incluso sentencias en línea.
• El juzgador perderá la apreciación que de manera directa realizaba de las partes involucradas en los juicios.
• Puede llegar a ser excluyente la impartición de justicia para la población más marginada, por no tener los medios electrónicos para ejercer su derecho.
• Se reduce el acercamiento de forma personal al juzgador para platicar algún punto específico del proceso o del asunto materia de controversia.

[1] Oficio número CJCDMX-SG-PL-11317-2020 de fecha 13 de mayo de 2020.