Con subcontratación empresarios podrán superar los desafíos del COVID-19
La solución para mantener los puestos de trabajo reside en la aplicación de la subcontratación laboral, cuya práctica es legal y permite ahorrar desde el 25 por ciento de los costos que hoy día afronta desde una micro hasta una gran empresa.
Así lo considera Germán Reyna Y Herrero, socio director de ARH Consultores, al indicar que “es necesario desmitificar a la subcontratación, la cual ha sido considerada como un sinónimo de simulación; sin embargo, su fundamento jurídico, ubicado en Ley Federal del Trabajo, permitiría a los empresarios mantenerse en estos tiempos de crisis”.
De acuerdo al Artículo 15-A de esta ley, el trabajo en régimen de subcontratación “es aquel por medio del cual un patrón denominado contratista ejecuta obras o presta servicios con sus trabajadores bajo su dependencia, a favor de un contratante, persona física o moral, la cual fija las tareas del contratista y lo supervisa en el desarrollo de los servicios o la ejecución de las obras contratadas.”
Para el fiscalista, la legalidad de su práctica es “indiscutible”, por lo que en estos tiempos la subcontratación debe ser tomada en cuenta, ya que uno los beneficios es la reducción de gastos a partir de un 25 por ciento, cifra que podría ser mayor dependiendo del número de empleados contratados. Y es que a través de la subcontratación, los costos de personal, así como cargas administrativas y fiscales, pasan a ser responsabilidad del contratista, lo que permite al empresario mayor margen para maximizar los ahorros e ingresos.
Conforme a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, hasta febrero de 2020, la cifra ascendió a 20 millones 613 mil 536 inscritos a nivel nacional.
Si bien, hasta el día de hoy, el país se encuentra en la Fase 3 de la pandemia del Coronavirus, para fines de abril el porcentaje de la pérdida de puestos de trabajo podría aumentar por la desmovilización masiva que promueve la Secretaría de Salud para lograr que el número de casos diarios no crezca exponencialmente.
“La única manera en que la comunidad empresarial en México puede mantenerse es a través de los mecanismos que las mismas leyes poseen. Hoy más que en otros tiempos, dueños y emprendedores deben enfocarse a conocer y buscar las opciones existentes. El desconocimiento puede ser el peor enemigo para sacar a flote los negocios” finalizó Reyna Y Herrero.