¿Merecemos este gobierno? La respuesta es ¡NO! No puede estar por encima del bienestar social y la salud de la población, la intención de compra de un estadio deportivo; los Estatutos de Roma en su Art. 6, inciso a, establece “se entiende por genocidio la matanza de los miembros del grupo . . . (sic)”; y en su Art 7, inciso k, Crímenes de lesa humanidad, “otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud . . . (sic)”; en el numeral 2 del mismo Art. 7, inciso b, define “el exterminio comprenderá la imposición intencional de condiciones de vida, entre otras, la privación del acceso a alimentos o medicinas . . . (sic)”, Estos Estatutos establecen en su Art. 25, numeral 3, incisos a y b, que existe responsabilidad individual penal quien cometa ese crimen por sí solo, con otro o por conducto de otro, sea éste o no penalmente responsable; y Ordene, proponga o induzca la comisión de ese crimen, ya sea consumado o en grado de tentativa; La responsabilidad también aplica a quien funge como jefe militar, no olvidemos que en nuestro país, el Presidente también es el Comandante Supremo, por ello el Art. 28 inciso a, establece que existe responsabilidad cuando “el jefe militar o el que actúe efectivamente como jefe militar será penalmente responsable por los crímenes de la competencia de la Corte que hubieren sido cometidos por fuerzas bajo su mando y control efectivo . . . (sic)” .
México, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, ratificó el Estatuto de Roma el 7 de septiembre del 2000, siendo confirmado el 21 de junio de 2005, por lo que éste, sigue vigente según lo establece el Art. 21 C. p. 8.
Dadas las circunstancias, ¿el Jefe del Ejecutivo se encuentra en estos supuestos de crimen de lesa humanidad? Estos crímenes, consideran a aquellos que se cometen en contra de la población civil, específicamente aquellos que atenten gravemente contra la integridad física y la salud; para sancionarlo existe el Principio de Jurisdicción Universal. En conclusión, el desabasto de medicamentos y equipo médico, hoy, es considerado un Crimen de lesa humanidad.