Impacto de la Reforma Judicial a las empresas y negocios en México
Por: Sergio Alberto Morales Zaldívar
Uno de los temas que más controversia ha generado en las últimas semanas en el país va en torno a los cambios estructurales, las actualizaciones y modificaciones al marco jurídico nacional. Tal ha sido la magnitud de la controversia, que miles de personas —comprendan o no la reforma—, han mostrado sus opiniones en las diversas redes sociales y foros de discusión; la mayoría de estas opiniones o comentarios son totalmente en contra de evitar que el país se convierta en una nación sin Estado de derecho, y algunas otras personas, han opinado a favor de dichos cambios.
Lo que es una realidad es que la Reforma Judicial contempla modificaciones en más de cien apartados, abarcando varios artículos constitucionales, y aunque no hay hasta este momento un documento final con un número exacto de páginas, se puede considerar que es todo un plan de cambios profundos al Poder Judicial, y uno de los puntos más destacados está en la modificación del proceso de selección de jueces, magistrados y ministros, que ahora serán elegidos mediante una “elección popular” y otro punto de lo más relevante y “peligroso” está en la creación del Tribunal de Disciplina Judicial que en su diseño, estará para evaluar y revisar el trabajo de los futuros jueces, magistrados y ministros.
En cuanto fue dada a conocer al público a través de los diferentes medios de comunicación sobre lo que plantea la Reforma Judicial y el propósito del porqué de su creación, diversos análisis macroeconómicos como el dólar, la expectativa de crecimiento de México para el 2025 y la opinión de diferentes bancos, instituciones financieras o crediticias, jugaron un revés a la economía mexicana, es decir, el dólar comenzó a subir debido a la Reforma Judicial, la expectativa de crecimiento económico nacional bajó con respecto a lo previsto por diferentes organizaciones y la atracción de inversión extranjera puso el freno, debido a que el impacto empresarial a raíz de la Reforma Judicial no es nada alentador.
Pocas personas e instituciones se han dado a la tarea de mostrar una postura, de investigar, escribir con respecto a cuál será el impacto de la reforma en cuanto a los negocios y empresas se refiere.
Es importante recordar que el Gobierno Federal no tiene dentro de sus funciones la creación de riqueza; más bien de administrar —bien o mal— la recaudación a través de las contribuciones. Los que realmente crean riqueza, brindan empleos y crean todo un escenario favorable para la economía son los empresarios y emprendedores.
El impacto de una Reforma Judicial que pondrá a México como uno de los pocos países en el mundo que elegirá a sus jueces, magistrados y ministros a través de una tómbola —más que una elección popular—, ha provocado y provocará varios factores negativos para el mundo empresario nacional y para la inversión extranjera en México.
Algunos de los temas clave son la independencia judicial, la certeza jurídica y la percepción de imparcialidad en los tribunales, y que ya ha generado preocupación y desconfianza por parte de analistas económicos y financieros, de inversionistas quienes tienen la incertidumbre que en un futuro no muy lejano, las decisiones judiciales se verán influenciadas por tendencias populistas o políticas de ese momento, lo cual afectará lógicamente los derechos empresariales y la resolución de problemas de carácter comercial.
También uno de los factores que más preocupa a las empresas internacionales y que además puede mermar gravemente la economía mexicana, es que todos estos cambios podrían influir en el cumplimiento de las disposiciones y acuerdos en el Tratado de Libre Comercio entre Canadá, México y Estados Unidos.
También los inversionistas han mostrado preocupación sobre si el país continuará siendo atractivo para la inversión extranjera, específicamente en el tema del Nearshoring, que desde hace algunos años es uno de los modelos con más proyección económica favorable para la nación. Esta preocupación gira en torno a que las empresas extranjeras buscan garantías en un marco jurídico claro y transparente para poder instalarse en un país; incluso esto es uno de los factores cruciales que detonan la inversión extranjera y que hasta a inicios del año, México contaba con un marco jurídico que a pesar de los datos de corrupción y seguridad, el Poder Judicial gozaba de una autonomía en su toma de decisiones y que también era respetado en otros países; no por algo México tenía un alto nivel de atracción de inversión extranjera en general y se había posicionado como uno de los mejores países en cuanto al “contexto positivo” para el Nearshoring.
Como conclusión, las empresas siempre han buscado y seguirán buscando proteger su capital actual y futuro, y lógicamente también seguirán buscando la máxima rentabilidad y utilidad en sus operaciones, y la Reforma Judicial hasta este momento no promete seguir brindando las condiciones jurídicas y por ende económicas, para que el país siga promoviendo el emprendimiento, la creación de nuevos negocios, el aumento del capital privado y la libre empresa que es un derecho fundamental en cualquier país.
Sin mencionar las repercusiones que puede traer en materia de seguridad, de aranceles, impuestos y contribuciones, el mercado laboral, debido a que quienes se tiene presupuestado que tomen las decisiones relevantes jurídicas, serán elegidos por la “tómbola popular”.