HURACANES Y EL RELOJ DEL APOCALIPSIS

Por: Silvino Vergara Nava


Una vez finalizada la segunda guerra mundial y con los resultados que arrojaron las bombas de Hiroshima y Nagasaky, un grupo de científicos de la Universidad de Chicago implementó un reloj del fin del mundo, denominado como: “El reloj del Apocalipsis”, que significativamente mide el tiempo con que cuenta la especie humana para desaparecer, considerando sobre todo el problema de los armamentos nucleares y la descomposición del medio ambiente.

Ese reloj simbólico ha ido paulatinamente disminuyendo el conteo, hasta llegar al actual momento que simbólicamente se tiene que está a 90 segundos de la media noche, asumiendo que la media noche es el fin del mundo, y que se ha ido moviendo por estos científicos a lo largo del tiempo, debido a los sucesos que se presentan mundialmente, entre ellos, la pandemia de 2020.

En lo que se hace más énfasis, es a los movimientos nucleares y a la descomposición del medio ambiente. Hay que  recordar que, con lo sucedido en Japón el 11 de marzo de 2011, en Fukushima, que un tsunami provocó la explosión de la planta de energía nuclear, representó que se tomarán aún más medidas por algunos países respecto a esas planta nucleares nucleares, como es el caso principalmente de Alemania, que implementó un calendario para cerrar sus plantas de energía nuclear, señalando como fecha límite el 15 de abril de 2023, lo cual se ha cumplido y Alemania desapareció sus plantas nucleares de su territorio por los riesgos con que se corre con ellas.

Hay que recordar que en México contamos con una planta de ese tipo que esta en Laguna Verde, Veracruz, que inició operaciones el 29 de julio de 1990, y que en esos tiempos fue sumamente criticado el inicio de operaciones de dicha planta que se proyectó desde el gobierno de Díaz Ordaz, por allí del año de 1968.

Las críticas sobre Laguna Verde y su funcionamiento atienden a los sucesos que se presentaron en el año de 1986 en Chernobil que, en ese tiempo era parte de la Unión Soviética y ahora es parte de Ucrania. Cuenta la historia reciente del mundo que no se divulgó esa catástrofe sino hasta que se observó la nube contaminada que empezó a circular por otros países de Europa, lo que ocasionó la necesidad de que el gobierno de la Unión Soviética tuviera que informar en que consistió el desastre nuclear, que implicó la muerte de no más de 30 personas, pero secuelas en casi un millón de personas que, posteriormente padecieron las consecuencias de esa explosión.

Ese reloj del Apocalipsis, ha registrado todos esos eventos y por ello es que, va disminuyendo el tiempo para llegar a la media noche, pero también se toma en consideración los desastres naturales en ese conteo. 

Con lo que ha sucedido en Acapulco con el huracán, que lejos de conocer si es que esto se pudo avisar con anterioridad para tomar más y mejores medidas de prevención, lo cierto es que el nivel de ese huracán representó algo inédito para el puerto de Acapulco, no había vivido un desastre como el que sucedió en este mes de octubre de 2023, lo cual es una muestra más de la descomposición en que se encuentra el planeta y lo que es más preocupante, que si bien, las instituciones de gobierno, la iniciativa privada, los ciudadanos de a pie, la población en general están optimistas en la reconstrucción de Acapulco, lo cierto es que no se ha puesto en los medios por lo menos, que se requiere de una investigación más profunda respecto al riesgo latente que pueda volver a suceder un huracán con esas magnitudes, cómo prevenir, incluso, cómo lograr evitarlo, en caso de que así pudiera suceder, qué medidas tomar de seguridad para la población, dónde no vale la pena volver a construir, qué materiales usar para la reconstrucción. 

Todo ello es de lo que también debe de preocupar, porque no estamos exentos de que esto pudiera volver a presentarse ya sea en Acapulco o bien, en algún otro sitio del territorio nacional. Por ello es que, lo ocurrido en Acapulco no es nada sencillo, ni es simplemente la reconstrucción y con eso estemos por bien servidos. Desafortunadamente el reloj del Apocalipsis implementado desde 1947 sigue su marcha hacia la medianoche, sin que se haga mucho por evitar detener su segundero.

Leave a Comment

Your email address will not be published.

Start typing and press Enter to search