La Megafarmacia y la Doctrina del Shock.

Por: José Luis Arenas López


El precursor de La Doctrina del Shock fue el Premio Nobel Milton Friedman, aunque en origen su teoría fue conocida como la Escuela de Chicago, que se refería al aprovechamiento por parte del Estado de las crisis naturales y sociales para impulsar reformas impopulares. Lo curioso del tema es que la mayoría de las crisis contemporáneas en el mundo, a excepción de las naturales, son creadas por los líderes gubernamentales; en la historia mundial se registran diversos casos, entre ellos se encuentran el Golpe de Estado en Chile (Chicago Boys), la Guerra de las Malvinas y la Caída de las Torres Gemelas.

Este gobierno se ha caracterizado por vivir un sinnúmero de crisis de todo tipo, todas ellas se adjudican a “los contrincantes o a los adversarios” del Presidente. Sin embargo, no se requiere mucha habilidad para dar cuenta de las cortinas de humo creadas que pretenden resolver problemas o crisis que el mismo gobierno ha creado.

¿En qué consiste la Doctrina del Shock? Según las palabras de Naomi Klein, autora del libro Doctrina del Shock en 2007, “es el diseño de políticas públicas que aprovechan el impacto de la psicología social de eventos creados, en aspectos políticos, sociales o naturales, en beneficio del grupo que lo creó”.

La Megafarmacia del Bienestar “es una solución” planteada por el Presidente para resolver la crisis de abastecimiento de medicamentos dentro del sector Salud del país sufrida desde 2019 a la fecha; “Es la megasolución a la megacorrupción que imperó en gobiernos pasados”: Jorge Alcocer Varela.

¿Cómo aplica la Doctrina del Shock en la Megafarmacia? Hagamos memoria: el desabasto de medicamentos en todo el país lo ocasionó AMLO desde el inicio de su gobierno en 2018 con la cancelación de contratos con las principales farmacéuticas, alegando actos de corrupción, mismos que nunca pudo acreditar o simplemente no quiso o quizá no era cierto. Lo cierto es que durante 5 años la población ha vivido la escasez de medicamento como nunca se había visto; no obstante, en sus primeros 100 días de su gobierno, el Presidente no solo resaltó el problema, también aseguró que el sistema de salud sería como el de Dinamarca, promesa que tampoco cumplió. También es cierto que durante este gobierno, el IMSS, el ISSSTE, Pemex, la SEDENA y la SEMAR, en conjunto, no surtieron poco más de 49 Millones de recetas hasta marzo de 2023. El grupo de pacientes más afectados por el desabasto fueron los que sufrían diabetes, hipertensión y artritis, principalmente mujeres y niños.

Y después de 5 años, el gobierno encabezado por AMLO, ofrece la solución al problema que ellos mismos ocasionaron. Ahora bien, si la solución es abastecer recetas, es ideal, sin embargo, el modo y el medio con el que se dará dicha solución “suena por demás incongruente y costoso”, por ejemplo: Walmart cuenta con 20 CEDIS en territorio mexicano, en un ejemplo homólogo, Farmacias Guadalajara con 3 CEDIS, por su lado, Farmacias San Pablo cuenta con 3 Call Center y 2 Corporativos.

De acuerdo con los datos del gobierno, el sector salud cuenta con 190 mil localidades de abasto de medicina. Lo anterior refleja la inoperatividad correcta de la Megafarmacia y esconde los grandes gastos que se generarán en la distribución de medicamentos por receta; esto es, un CEDIS concentra la lista total de productos para entrega de un número de receptores, los ordena por entidad, por municipio y por colonia o código postal, los sistemas de logística se hacen cargo de trazar las rutas que permitan disminuir los costos por traslado, es decir, se identifican receptores en la misma localidad, en este caso, las entregas no pueden solo hacerse por domicilio, sino por nivel de urgencia o tratamientos como la Diálisis, donde se deberá proveer al paciente con dosis para no menos de 15 días; adicional a esto, existen medicamentos que deben trasladarse a temperaturas diferentes o con condiciones especiales para su conservación, lo cual se ve imposible hacer por receta médica.

El CEDIS de la Megafarmacia deberá contar con una flotilla de vehículos muy numerosa, además de helicópteros y quizá aviones según la urgencia para lograr su objetivo de abasto, lo cual no ha sido anunciado hasta el momento; lo que sí anunció es que se tiene una capacidad de 286 millones de fármacos y el día de la apertura solo contaban con 15 mil fármacos, cuando el sector salud existen 50.4 millones de mexicanos sin servicios de salud, además de los que sí cuentan con algún tipo de afiliación en el sector público.

Es importante dejar en claro que no se trata de desvirtuar los proyectos del gobierno, se trata de que estos se pueden crear con viabilidad, es común en esta administración inaugurar mega proyectos aún sin terminar como Dos Bocas o el Tren Maya o proyectos que para funcionar, se deben decretar políticas públicas ilegales como el caso del AIFA. Lamentablemente, este gobierno ha mostrado su incapacidad para resolver grandes problemas y un ejemplo fue el cierre del Seguro Popular y dar paso al INSABI, mismo que desde su arranque dejó sin seguridad social a 15 MDH y que poco después se convirtió en el IMSS-Bienestar, endosando el problema al ya maltrecho IMSS.

Para dar seguridad, el gobierno debió proponer ejemplos claros de distribución, por ejemplo: un medicamento con alta complejidad de abasto y con un costo elevado para el tratamiento de cáncer de colon: Avastin (Bevacizumab), cuyo precio en el mercado es de 13 mil 494 pesos los 100 mg y de un traslado entre Huehuetoca y la Ciudad de Mérida, donde la distancia es de 1 mil 363 Km; primero, se debió indicar si se cuenta o no con el medicamento, segundo, en caso de no contar con él, en qué tiempo lo tendrá o en su caso qué estrategia ofrecen; tercero, en cuántos días el paciente contará con dicho medicamento; cuarto, se esperarán a que existan más requerimientos en la zona o se hará el envío de forma individual, es decir, dar una explicación clara de la operación de la Megafarmacia. Quizá la lógica sería abastecer de los medicamentos de mayor demanda a los diferentes centros de salud para no detener el abasto y solo aquellos, que serían los menos, concentrarlos en el CEDIS.

Es tiempo de Shock, es tiempo de elecciones y después de 5 años de desabasto y de causar la muerte a miles de niños y mujeres con cáncer por falta de medicamentos y de acusar a exfuncionarios públicos por actos de corrupción, que por cierto no hay ni uno en la cárcel; que el Presidente viene a dar la solución al problema que él mismo ocasionó.

Así funciona la Doctrina del Shock, así se controla la psicología social, así se crea un problema, así el pueblo olvida, así se ganan elecciones y así el culpable se vuelve héroe.

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