COMO ACCIONISTA O DIRECTOR GENERAL, ¿CÓMO INTERPRETO CUANDO MI AUDITOR O CONTADOR ME DICE QUE MIS PÉRDIDAS EN PRODUCTOS DERIVADOS SON INMATERIALES?

Por: Sergio García Quintana


Durante años hemos escuchado la frase: “no te preocupes, es inmaterial”. Señores en derivados financieros, nada es inmaterial y a continuación explicaré las razones.
Para los auditores y contadores, la importancia relativa o materialidad está en su alcance e interpretación personal sobre la magnitud del efecto o consecuencias que pueda tener cierta información financiera. Establecen y deciden si la omisión, error o distorsión de las cifras que reflejan la situación financiera de la empresa, afectarán sus utilidades y la toma de decisiones del consejo de administración, inversionistas, analistas y calificadoras de riesgo, que esperan encontrar en la aseveración del auditor externo, si las cifras auditadas, reflejan confiablemente la situación financiera de la empresa.
En el caso de derivados financieros, escuchar que algo es inmaterial debe sonar una alarma en tu empresa porque la naturaleza compleja de estos instrumentos requiere de atención y control para sobrellevar la sostenibilidad financiera de la empresa. Esta estructura esencial es el origen de la significativa variación de los precios de los instrumentos financieros derivados que podrían ser opuestos y diametralmente diferentes en cada fecha de valuación, por razones como las siguientes:

a).- Los montos nocionales son cantidades mucho mayores que se utilizan como referencia para de
terminar las utilidades o pérdidas en la fecha de liquidación, al vencimiento del instrumento financiero derivado.


b).- Los precios iniciales de los instrumentos derivados pueden ser cero o mínimos, en comparación al precio de mercado de los activos de referencia.


c).- Son instrumentos muy apalancados que pueden originar pérdidas o ganancias iguales a las que se obtendrían si se tuviera una posición en el activo de referencia con una inversión inicial mucho menor.


d).- La integración de diferentes derivados en un solo producto dan un resultado combinado, estructurado e interdependiente que incrementan la complejidad de su comportamiento, valuación, condiciones y resultados de compensación.


e).- El nombre del derivado no refleja todos los factores que influyen en su valuación, hay que considerar el apellido también porque pueden estar sujetos a resultados inesperados y adversos no identificados inicialmente. Recuerda que hay más de 170 tipos de derivados y no es lo mismo un Forward que un Break Forward.


f ).- Las revelaciones deben mostrar el impacto de escenarios esperados e inesperados, poco probables y extremos que le permitan al empresario y a sus inversionistas dimensionar los efectos reales y sus efectos en la utilidad de sus empresas.


g).- Si no se puede medir, registrar la estrategia y su correspondiente eficiencia de cobertura, se proyecta como una empresa especuladora carente de administración de riesgos y desconfiable.

Lo que al cierre de un mes X puede ser una pérdida “inmaterial” de 5 millones de pesos, en
otro momento, a un mes, seis meses o un año, las variaciones de tasas de interés o en el tipo
de cambio pueden llevar esas pérdidas (que antes eran “inmateriales”) a ser de 50, 200, 400 millones de pesos y en diversos casos, mucho más, dependiendo del volumen de referencia y del tamaño de la empresa. Cuando llegan estas pérdidas fuertes, entonces ya no hay mucho que hacer porque en derivados, la prevención estratégica que anticipa los escenarios adversos es lo que permite crear ahorros que compensen los daños ocasionados por la volatilidad del mercado, claro con el derivado correcto, porque si se contrata cualquier instrumento solo para cubrir a medias, pues los resultados serán ineficientes o peor. Se pueden maximizar las pérdidas por contratar derivados de alto riesgo y con condiciones nocivas para la empresa.


La omisión de información o errores que se hayan presentado durante la ejecución de la auditoría deben dar lugar a salvedades en el informe, las cuales deberán ser tomadas en cuenta por los usuarios de este dictamen y servir como herramienta para la toma de decisiones estratégicas y financieras de la empresa.
En el caso de los instrumentos financieros derivados, no se puede aplicar el término de inmaterialidad al emitir una opinión sobre las cifras en volumen, monto o relación con otro activo o pasivo del balance general o el estado de resultados y tampoco dejarlos fuera como cifras no auditadas, ni como una salvedad que ponga en duda la confianza de los resultados presentados.
Ignorar los efectos del portafolio de derivados financieros es arriesgarse a enfrentar consecuencias llenas de incertidumbre, que no permiten tomar medidas oportunas para evitar pérdidas significativas o incluso quiebras irreversibles. Por lo que es indispensable y fundamental llevar un control mensual y preciso del registro contable del portafolio de derivados financieros, no sólo porque es por cumplimiento normativo obligatorio, sino por conveniencia estratégica, sostenibilidad económica de la empresa y por la tranquilidad de que todo está monitoreado y en orden para poder tomar acciones en la compensación de pérdidas por volatilidad en el mercado que blinden las utilidades.

Si tuvieras un lunar raro en la piel y al checarte el doctor te dice que no es de importancia porque en su opinión es un pequeño cancercito “inmaterial” y que por el momento lo omite de su revisión y diagnóstico, además no cree que crezca mucho, ¿lo dejarías así, sin hacer nada o tomarías cartas en el asunto?, ¿qué pensarías de ese doctor?

La salud de las personas, así como de las empresas es fundamental. Cualquier síntoma que nos afecta debe ser atendido para evitar complicaciones posteriores. Una empresa sostenible es una empresa sana, los derivados financieros son un gran aliado financiero, pero deben ser estructurados con estrategia y cautela para llevar al máximo sus beneficios.

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