“¡EL CORREDOR PÚBLICO COMO PROMOTOR DE NEGOCIOS!”
Por: Alejandro Ruiz Robles
EL INICIO
El 29 de diciembre de 1992 fue publicada la Ley Federal de Correduría Pública en el Diario Oficial de la Federación por la entonces Secretaría de Comercio y Fomento Industrial y a prácticamente 25 años de su existencia, es válido saber que para los comerciantes ha sido sumamente útil, eficaz y eficiente la existencia de este ordenamiento y obviamente, del apoyo de los fedatarios que bajo el mismo han sido habilitados.
Basta recordar el momento tan especial que vivía México en su apertura al intercambio internacional de mercaderías y servicios, inversiones y su próxima celebración del Tratado de Libre Comercio de América del Norte para entender la necesidad de fortalecer el desarrollo comercial con la existencia de un profesional especializado en la materia y dotarlo de fe pública y conocimiento en materia de valuación, principalmente. A partir de ahí, el devenir de acuerdos económicos ha llevado a México a ser uno de los países con más acuerdos comerciales privilegiados en el mundo.
ACTUALIDAD
En ese contexto, los corredores públicos hemos tenido una activa participación en materia económica, logrando que cada vez más haya emprendedores, empresarios y personas en general, que se interesen en nuestro actuar y brindarles a estos una opción en materia de fe pública en beneficio de sus negocios, su patrimonio y desde luego, sus intereses; todo ello, sin demeritar en forma alguna la importante y respetable labor del notario público.
Mención especial merecen los estudiantes de Derecho que nunca como ahora, tienen un área de gran desarrollo para sus habilidades jurídicas y técnicas; y de alguna manera, con la valuación, se ha dado la oportunidad de manejar conocimientos de asignaturas que no siempre se vinculaban al mundo jurídico, tales como la administración y contabilidad, principalmente.
Asimismo, es importante destacar el énfasis que actualmente se pone en las Facultades de Derecho, posgrados y seminarios por entender el acto de comercio en su justa dimensión, ya sea por el sujeto, el objeto, el fin o la mercantilidad condicionada; con ello la participación del corredor público y sus áreas de trabajo continuamente cobran más relevancia.
Referencia aparte merecen los abogados que han crecido bajo un esquema que no considera las facultades del corredor público y la sorpresa que se han llevado al descubrir la manera en que podemos completar su importante labor, ya sea en asuntos corporativos o litigio.
LA OPORTUNIDAD
En virtud del conocimiento, su gran participación en el comercio y la confianza generada en la sociedad se ha incrementado la actividad del corredor público; no obstante, a raíz de la entrada en vigor del acuerdo entre los Estados Unidos, Canadá y México del pasado 1º de julio de 2020, en especial, el capítulo 25 denominado “Pequeñas y Medianas Empresas”, surge la gran oportunidad de ser uno de los principales actores que apoyen y sean favorecidos de esta normativa.
Esto, en virtud de que dichos países reconocieron el papel fundamental de este tipo de empresas, las cuales son dinámicas y contribuyen a mejorar la competitividad económica. El compromiso de que exista la posibilidad de una cooperación efectiva para promover su creación, crecimiento y empleo en todos los sectores, sin duda, es un aliciente para su continuo fortalecimiento.
Cabe señalar que, si bien no hay una referencia expresa a las empresas de tamaño micro, también pudiéramos considerarlas parte o bien, buscar que se integren a otras para su participación.
EL TRABAJO CONJUNTO
La cooperación convenida entre los países permitirá incrementar, sin duda alguna, el comercio y la inversión para este tipo de empresas. Tan solo pensemos en los compromisos adquiridos para promover la cooperación entre la infraestructura de apoyo, la organización y la generación de un ambiente normativo propicio para el establecimiento de incubadoras y aceleradoras, centros de asistencia a la exportación, generación de una red internacional para compartir mejores prácticas, intercambio de investigaciones y promoción en la contribución del comercio internacional.
Asimismo, es una gran idea la creación de estímulos para la integración en este tipo de empresas de mujeres, miembros de pueblos indígenas, jóvenes y minorías; así como el fomento de emprendimientos agrícolas y rurales.
Tema de interés, resulta la posibilidad de intercambiar información y mejores prácticas en áreas que permitan el acceso de estas empresas al capital, al crédito y a la contratación pública; siempre con la posibilidad de que se adapten al mercado.
Adicionalmente, es excelente desarrollar plataformas en medios digitales como la web para que emprendedores, empresarios y personas relacionadas con el comercio se vinculen con proveedores, compradores y socios potenciales, nacionales o internacionales.
EL SEGUIMIENTO
Mención aparte merecen la creación de un Comité Consultivo que trate estos asuntos; en cuyo caso, los representantes de los gobiernos no solo deberán tener la sensibilidad para entender las vivencias de las pequeñas y medianas empresas y los diversos sectores a que pertenecen, sino también la visión para identificar oportunidades comerciales, conveniencia de integraciones, intercambios de experiencias, conocimientos, capacitaciones, avances tecnológicos y áreas de crecimiento; en fin, acciones dirigidas a su creación, crecimiento, consolidación y fomento.
El éxito no solo se verá en los números que se exhiben cada año, sino en el diálogo trilateral con todos los sectores que participen de estas empresas y, obviamente, de las acciones que se tomen para su mejora.
LOS PRESTADORES DE SERVICIOS
Con los trabajos que resulten de los compromisos antes referidos, así como el hecho de que existan sitios web con regulaciones en materias: aduanera, propiedad intelectual, laboral, tributaria, inversión extranjera, sociedades y migración; y la puesta a disposición de información en procesos de evaluación, medidas fitosanitarias, promoción comercial, competitividad, financiamientos y contratación pública, resultan un mundo de conocimientos en los cuales, la participación de asesores, consultores, profesionales, entre ellos los corredores públicos, investigadores y demás prestadores de servicios, son de máxima utilidad para este tipo de empresas y en la medida que estos se mantengan enterados y actualizados en sus materias y obviamente, en el contexto económico, político y social de cada país y de sus clientes, serán una herramienta básica en la consecución de estas metas internacionales.
EL COMPROMISO
El corredor público tiene hoy el desafío de estar a la altura de las circunstancias que presenta un mundo globalizado y continuar actuando con un perfil de responsabilidad social.
Hoy no basta escuchar con atención a los clientes y orientarlos para el desarrollo de sus proyectos, la creación de las figuras jurídicas acorde a sus necesidades y metas, la consolidación de los negocios nuevos y los ya existentes, la cuantificación de todo o parte de sus bienes o derechos, la conciliación de intereses en caso de desavenencias y, desde luego, la menor afectación a los patrimonios participantes en caso de que el centro generador de riqueza desaparezca; es necesario dotar de los mayores elementos que le permitan al cliente alcanzar el éxito económico y entender su trascendencia en nuestra sociedad.
Hoy tenemos un prestigio ganado ante la autoridad por nuestro conocimiento, experiencia y sentido jurídico, el hecho de servir a la gente que requiere nuestros servicios es un honor y como tal, se convierte en un aliciente personal y profesional constante en nuestras vidas.
¡Dignificar la labor del profesional del Derecho es un compromiso diario!