Liderazgo Personal.
Por: Raúl Torres Jiménez
Mucho se ha escrito del liderazgo; no obstante, y sin menoscabar o transformar las enseñanzas de los grandes gurúes sobre este tema; y sin entrar en debates de sí un líder se hace o nace, me gustaría compartir una tesis personal sobre el tema; fruto de mis vivencias y de “liderar” a mis equipos de trabajo.
Considero que por liderazgo personal se entiende como la capacidad que tiene una persona de autogestionarse a sí misma, con el fin de lograr sus objetivos y estar en posibilidad de apoyar a otras personas u otras organizaciones.
La tesis que presento del liderazgo personal está planteada en siete áreas funcionales tal como se presenta a continuación:
- Espiritualidad/Sendero/Camino (Creencias)
- Comunicación
- Imagen
- Emociones (Psicología Positiva/Felicidad)
- Hábitos
- Salud
- Profesionalismo/Calidad
1. Espiritualidad/Sendero/Camino (Modelo de Creencias)
Espiritualidad no es religión, aunque no la excluye; nosotros vemos nuestra realidad desde nuestra perspectiva más interna, vista desde cualquier ángulo. En este punto aprendemos a ser maestros de nosotros mismos, con o sin escuelas (filosofía, metafísica, religión o templarismo, por decir algunas); o tal vez, trascendiendo a las escuelas de aprendizaje.
Aquí seguimos nuestra verdad, hacemos nuestro camino, dejamos nuestro surco, o como lo dicen en las artes marciales japonesas, el “do” o el “po” (karate “do”, Kem“po”).
Este es el primer punto y la base de todas las demás áreas funcionales, si esta área está quebrada, todo lo demás colapsará, o no funcionará como una maquinaria perfectamente aceitada; la persona no será de verdad, será un fantasma o un zombie viviente. Esta es la trascendencia de este punto.
Alguna vez escuché la frase que dice más o menos que “la religiosidad es para quién no ha estado en el infierno, la espiritualidad, para quien ya estuvo ahí”. Dicen que nadie puede dar lo que no tiene, y este punto no se refiere a la parte económica o material; sino que es la parte donde si tú estás vacío (internamente hablando), de qué forma podrías alentar a alguien más.
2. Comunicación.
La manera en la que nos hablamos, y hablamos con los demás, nos puede llegar a marcar, pero también la parte no verbal influye. Masaro Emoto nos enseñó que existen palabras que nos hacen crecer, y palabras que pueden dañar nuestros campos energéticos. Ya el idioma en sí mismo, tiene muchas palabras con varios significados (polisémicas); aunado a ello, la interpretación personal que les demos a las propias palabras.
Nos comunicamos de manera más amplia, nuestros gestos, nuestros modos, nuestra forma de acercarnos (los kinestésicos lo entenderán mejor), todo el entorno influye para que nuestra forma de interactuar con nosotros y con los demás sea exitosa o no.
3. Imagen
Este punto obedece a la pregunta ¿Quién eres? En este sentido, somos lo que vemos, lo que no vemos, lo que los otros ven, la forma en que evolucionamos y cómo nos transformamos (Teoría del Cambio).
La forma en cómo vestimos es importante, pero también lo es la forma en cómo nos vemos internamente; nosotros somos nuestra marca (branding personal), lo queramos o no, a lo largo de la vida, vamos creando un personaje; formamos nuestra personalidad, definimos nuestro carácter.
Paulatinamente, diseñamos nuestra identidad, nuestro estilo, la forma en que queremos que nos vean y nos identifiquen. Todo esto nos da nuestra reputación, nuestro posicionamiento y por ende nuestra filosofía de vida y valor diferencial; es decir, nos hace diferentes a los demás. En este punto no queremos parecernos a los demás, sino ser uno mismo.
4. Emociones
El tablero de mando está en las emociones; el código fuente es la espiritualidad; pero el decodificador central son las emociones, la cuales podemos entender como energía en movimiento.
Daniel Goleman nos enseñó el camino de la inteligencia emocional, que nuestro cerebro tiene dos formas de conectarse con el mundo, más allá de los números y la lógica; las situaciones nos transforman, nos definen; pero será el manejo de las emociones, la que determine si nos quedamos o nos levantamos y seguimos.
Cabe señalar que esta parte personal podría estar apoyada por cuestiones profesionales como la de un psicólogo.
5. Hábitos.
Desde chicos nos educan mediante rutinas; conforme crecemos incorporamos nuevas, dejamos otras; vamos repitiendo acciones una y otra vez que ya se nos quedan en automático, y con el devenir del tiempo se convertirán en los hábitos que nos lleven a la cima, o no; por ello, será necesario observar con detalle, cuáles son los hábitos que transforman y diseñan nuestro ser; y en caso de no estar siendo lo que queremos, transformar con o sin apoyo en formar nuevos hábitos que nos hagan redefinirnos.
6. Salud
Salud y bienestar van de la mano, como lo señala la Organización Mundial de la Salud, no solo es la ausencia de enfermedades; sino que tienen que ver con cuestiones físicas, mentales, sociales y espirituales.
Margaret Swarbrick, en su artículo A Wellness Approach, nos enseña ocho áreas que acompañan una situación completa de bienestar; y creo que todo ello va íntimamente ligado a la salud. Sin entrar en términos médicos, considero que la salud es un estado y una condición al mismo tiempo.
7. Profesionalismo
El profesionalismo es una manera de hacer algo de cierta forma; es decir, no solo es contar con los conocimientos o tener una carrera técnica o un título profesional, lo cual es totalmente independiente; es decir, puedes tener una carrera y no ser profesional o viceversa, si eres profesionista y eres profesional será lo mejor. Esta parte tiene que ver con actitudes, hábitos y valores en la forma de hacer las cosas: calidad, compromiso, responsabilidad, preparación, etc.
Requiere habilidades y competencias adaptadas a este siglo; requiere talentos y habilidades blandas y duras para desempeñar las tareas o proyectos; dicho de otra forma, el profesionalismo es la forma externa en que realizamos nuestras actividades y asumimos nuestros compromisos.
Para concluir, me gustaría compartirles estas reflexiones, frutos de un día (de una mañana) de contemplación en el puerto de Veracruz, viendo zarpar un barco:
1. Eres el Capitán de tu barco.
2. Antes de zarpar es importante saber a qué puerto te diriges.
3. Es importante checar el clima.
4. Siempre encontrarás quienes te impulsarán o moverán sin importar el tamaño.
5. En el camino hay que estar atentos a las señales
6. Confía en una fuerza superior.
7. Confía en lo que sabes y en tus habilidades.
8. Muchos te verán pasar con admiración o con envidia, que eso no te detenga.
9. Cuida de las cargas que lleves.
10. Disfruta el viaje, cualquiera que este sea; recuerda que un marinero no se hace en aguas quietas, ni estando en tierra firme.